Los Raiders siguen aumentando su leyenda

Screenshot_3

La Universidad de Texas, solo con el hecho de haber llegado hasta la ronda en la que nos encontramos es toda una hazaña que será recordada en las paredes del centro educativo para siempre. ¿Esto por qué?, pues muy fácil y razonable, es la primera vez en la historia que son capaces de pasar el Elite Eight hasta colocarse entre los mejores equipos de un curso de la NCAA. Desde 1925 habían sido un equipo menor y sin mucha relevancia hasta que han logrado luchar por cambiar su destino.

Un camino que no ha sido fácil, ni mucho menos, considerándose la sorpresa de la gran final en la que tendrá delante a Virginia Cavaliers, un hueso duro de roer que será la última piedra que pasar por encima. ¿Pero qué es una sorpresa más a estas alturas del Madness?, después de haber conseguido su billete hacía el último partido contra los Spartans, lo que menos falta en Texas son esperanzas de hacer posible el campeonato.

El susto de Owens

Durante el encuentro contra Michigan State, pasó algo que nadie quería ver, y menos un seguidor de los Red Raiders. Tariq Owens, recibió un golpe que le enviaba hacía el vestuario durante unos minutos, dejando fuera una pieza del quinteto titular y con la sensación de haber perdido a uno en sus compañeros.

Para la fortuna de todos, el forward fue capaz de volver a la pista bajo los gritos de alegría de los aficionados en las gradas para reunirse con su equipo y competir juntos por avanzar un peldaño más avanzando hasta algo épico para ellos.

Un regreso que fue crucial para el desarrollo del partido ya que hablamos de la referencia defensiva de los Reds, quien puso 3 tapones y tenía la misión de ser el protector del aro. Además de aportar también con 1 robo y 4 rebotes defensivos.

https://twitter.com/ElPerimetroNBA/status/1114720409948237825

 

Un Matt decisivo se llevó el encuentro

El guard de Texas Tech fue un auténtico puñal en la defensa de los Spartans durante la mayoría del encuentro, terminando como el máximo anotador del mismo. Hizo 22 puntos tirando con un 50% en tiros de campo, 50% en triples y 100% en tiros libres, lo acompaño de 3 rebotes, 1 asistencias y 1 robo.

Matt Mooney fue quien se cargó el peso del equipo a las espaldas en una mala noche de Jarrett Culver, que no se encontró nada acertando en el lanzamiento. Pese a terminar con 10 puntos, la serie de 3 canastas en 12 intentos ajustó por momentos el partido más de lo que debería haber ocurrido.

¿Culver decepcionando?

Con todos los focos encima, ha tenido que ser otro quien salve los platos rotos y consiga la victoria en las semifinales contra un rival, a priori, superior. Una mala decisión de tiro en casi todo el partido, por no decir todo, y sin aportar mucho en otras facetas del juego ni ofensivas ni defensivas. Sin duda no han sido sus mejores 33 minutos sobre una cancha, al menos en esta temporada.

Le queda todavía la fecha más señalada en sus vidas deportivas hasta el momento, vencer a los Cavaliers y llevarse el March Madness, pero otro partido como el que realizó contra Michigan le podría pasar factura de cara al futuro draft de la NBA.

 

 

Imagen vía NCAA

#EntraEnLaZona

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate