Carreras históricas en NCAAW: Ruth Riley
La interior que fue conocida con varias camisetas y destacó con la de Detroit Shock destaca por su físico desde que nació. Con sus 63 cm
La interior que fue conocida con varias camisetas y destacó con la de Detroit Shock brillaba por su físico desde que nació. Con sus 63 cm siendo bebé, se podría imaginar que serviría para jugar al baloncesto. Y más aún cuando antes de cumplir los 12 años ya pasaba 6 pies de altura. Aunque tardó en decidirse por practicar solo el deporte de la pelota naranja.
Ruth Riley estaba en los equipos de baloncesto, voleibol y atletismo en un instituto de un pueblo muy pequeño. El pueblo de Denver, en Indiana, tiene una población que era 482 en el censo de 2010, por lo que la probabilidad para que saliera de ahí una estrella del baloncesto estaba bastante en contra. Aunque Riley hubiera nacido en Ransom, Kansas, fue en ese pequeño lugar donde empezó a crecer como deportista.
Durante su última temporada en North Miami Middle High School, promedió 26 puntos de media y fue la reina del instituto. No usaba una corona, pero si una diadema que la caracterizaba. Sus números acumulados fueron de 1.372 puntos, 1.011 rebotes y 427 tapones. Una etapa brillante y que terminó con su dorsal 25 retirado en el pabellón.
Una vez llegó el momento de ir a la NCAAW, fue Notre Dame la encargada de reclutarla. La plantilla era bastante competitiva, y no tendría fácil ganarse el puesto de titular, pero le sobró con el primer curso para lograrlo. Un gran impacto defensivo y cumpliendo en ataque, siendo cada vez más importante en la liga.
En 1999, Riley lideró a la nación en el porcentaje de tiros de campo con un 68.3%, siendo la primera jugadora de la historia de su universidad en conseguir hacerlo. Dispuesta a marcar una época en las Fighting Irish que sea recordada para siempre en el baloncesto de college. Ese mismo año participó con la selección de los Estados Unidos en el World University Games de Palma de Mallorca, donde ganarían la plata.
Desde que se convirtió en el pilar del equipo, no dejó de destacar en porcentaje de tiros de campo y tapones. Dentro de ambos apartados se hizo de las mejores del país, utilizando las ventajas que le daba su altura para controlar las pinturas de su pabellón y todos los que visitaba. En todas las temporadas que fue titular todo el año, promedió al menos 16.2 puntos, 7.3 rebotes y 2.7 tapones.
En el torneo de 2001, consiguió hacer una remontada histórica contra Purdue en el partido donde se disputaba el campeonato. Tras ir perdiendo por 66 – 64, Riley fue la encargada de darle la vuelta a la situación para acabar consiguiendo el título. Una misma season donde estuvo en el Associated Press First Team All-American por segunda vez consecutiva. Por otro lado, fue ganadora de los prestigiosos premios Naismith Player of the Year y Associated Press Player of the Year, sumándole el Sports Illustrated Player of the Year entre otros.
Ruth fue elegida en la quinta elección del Draft 2001, por Miami Sol. Una franquicia donde empezó a hacerse un hueco en la liga, pero donde sería imposible tener continuidad. Empezó siendo suplente y repitió la historia en la NCAAW. Durante su primera temporada acabó haciéndose con el puesto de titular. Después de la desaparición de la entidad y que se hiciera un dispersal draft, tuvo que cambiar por obligación de camiseta.
Al verse involucrada en una mudanza por obligación, terminó jugando en las Detroit Shock que fueron campeonas de la WNBA en el 2003 y 2006. En el primero de esos anillos, Riley fue la MVP de las Finales siendo la primera jugadora en lograrlo después de haber sido nombrada NCAA Final Four MOP. Unos méritos que la llevaron a ir a los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 para ganar una medalla de oro que pesa mucho en el curriculum.
En el 2019, después de todos los logros que ha conseguido Riley incluida en el WNBA Hall Of Fame. Algo que ha sido merecido después de haber logrado ganar las competiciones más importantes y haya sido nombrada la mejor jugadora en WNBA y NCAAW.
Una jugadora que quizá se pueda tener fuera del radar, que no sea de los primeros nombres que se te vengan a la cabeza, pero tiene una gran leyenda detrás y ha demostrado que desde un pueblo tan pequeño se puede llegar a la élite del deporte con trabajo y, sobre todo, talento.
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