La esperanza Fultz

La esperanza Fultz

25/10/2019 0

Si se hubiera respetado la lógica inicial, Markelle Fultz estaría disfrutando de una exitosa –o al menos acomodada- estancia en Filadelfia. La madrugada del miércoles, habría salido al Wells Fargo Center en su distinguida condición de titular junto a Ben Simmons y Joel Embiid para enfrentarse a los Celtics. Otras figuras, al igual que él, seleccionadas por los 76ers vía Draft. Pero el destino, tan caprichoso, incierto y arbitrario, ha querido que el prisma presenta sea completamente distinto para el jugador.

No, el ex-Huskie no está en Filadelfia, sino a casi 1.600 kilómetros al sur, en Orlando, la ciudad de los parques temáticos, pero también de los minigolf más famosos del planeta o del museo ‘friki’ Ripley’s Believe it or not.

Superestrella en la NCAA, Fultz fue el gran dominador y líder de la promoción de 2017. No sorprende que los 76ers lo eligieran con el primer pick de dicho Draft, después de enviar a Boston su tercera selección, utilizada posteriormente en Jayson Tatum. Todo lo que se desarrolló posteriormente siguió un camino mucho más caótico.

Avergonzado –física y psicológicamente- por el dolor en su hombro, humillado públicamente por su mecánica de lanzamiento y, probablemente, sofocado por la enorme presión de su entorno, el base apenas disputó un total de 33 partidos con los 76ers en un año y medio, antes de ser transferido a Orlando. Incluso cuando aterrizó en Orlando, su propio entrenador, Steve Clifford, se hallaba sumido en la incertidumbre en torno a su regreso a las canchas de la liga.

UN PRIMER DESTELLO DE LUZ

Ahora, Markelle Fultz está de vuelta. Después de meses de espera, el de Upper Marlboro podrá demostrar que posee las cualidades y aptitudes para destacar en la NBA. Tiene el tiempo, la confianza de su entrenador y la tranquilidad de una franquicia más alejada de los focos que los de Filadelfia. En su debut en la presente temporada disputó 23 minutos. 23 minutos decisivos en la victoria ante Cavaliers en los que sumó doce puntos y seis asistencias.

“Me encantó”, afirmó su compañero de equipo y amigo Mo Bamba tras el encuentro. “Ha trabajado muy duro este verano y todos sabemos de lo que es capaz. Sabíamos que quería brillar.”

Y brilló, sí, sin necesidad de hacer demasiado ruido. Fultz puso su descaro y vanguardismo baloncestístico a la orden del equipo, que es exactamente lo que se le pide. Fue el primer jugador de los Magic en salir desde el banquillo, apenas mediado el primer cuarto. Los Cavaliers mandaban en el marcador. Nada más salir, el nativo de Maryland revolucionó el partido. Tres canastas consecutivas en dos minutos para concluir el parcial por delante en el marcador (24-28). Los Magic mantendrían la ventaja durante el resto del partido.

MARKELLE FULTZ, ¿EL FACTOR X DE LOS MAGIC?

Markelle regresaría a la pista después del descanso. Tras su impacto inicial, el base abandonó su papel ejecutor para centrarse en un papel creativo y distribuidor. Rodeado de cuatro componentes del quinteto inicial –Nikola Vucevic, Aaron Gordon, Jonathan Isaac y Evan Fournier-, Fultz se dedicó a asistir a sus compañeros y generar situaciones eficientes de tiro. Y así fue: el 63% de los intentos de este cuarteto dieron en la diana mientras coincidían con el base de 21 años sobre el parqué.

“Nos ayudará mucho. El baloncesto de ahora exige ser activo y tener la habilidad de atacar el aro, crear tiros para uno mismo u otros, romper las defensas y encontrar tiradores liberados. Él puede hacer todo eso”, declaró Vucevic.

Steve Clifford incluso fue más allá, señalando que Fultz había “marcado la diferencia en la segunda mitad.”. Unas declaraciones muy alentadoras de cara al futuro del joven diamante, huérfano de confianza después de tanto tiempo de calvario.

Puesta la primera piedra, el objetivo es seguir construyendo un camino sólido y fiable para el jugador. Porque mantiene prácticamente intacta su status de futura estrella, una condición puesta entre paréntesis que deberá ser atacada y eliminada con paciencia y determinación.

Fultz necesita a los Magic. Y los Magic necesitan a Fultz. La franquicia de Florida es un equipo eminentemente defensivo que carece de creadores de juego fiables que sean capaces de dar fluidez al ataque. Y el base encaja perfectamente en esta ecuación. Un perfil perfecto para equilibrar las fortalezas del conjunto. Esta vez, Fultz parece haber encontrado el camino correcto.

Jacobo León
jakovich90
Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Translate