¿Cómo fue el debut de D’Lo con Warriors?
Uno de los movimientos más sonados del verano, sin dudas, fue el de el base de los Brooklyn Nets con rumbo a La Bahía. La salida de KD quedaba con un sustituto que dejaba muchas dudas a nivel de encajar en una plantilla donde las referencias son el backcourt. Le salva que seguramente uno de la pareja se encuentra fuera toda la temporada. Muchas incógnitas por resolver y un primer enfrentamiento que no iba a ser nada sencillo. En tierras californianas, para estrenar el nuevo pabellón, se enfrentaban a los Angeles Clippers. Un rival complejo y que venía de ganar a sus vecinos en la jornada de apertura.
En los primeros minutos se vivió un dominio de los angelinos, hasta el punto de que Draymond Green recibió un golpe en el codo y tuvo que abandonar unos instantes la cancha. Los visitantes estaban abordando el Chase Center con 16 puntos, mientras que en los Warriors solamente uno de sus jugadores había respondido. No, no era Stephen como todos esperaban.
D’Angelo comenzó con 4 puntos, hasta que puso un par de marchas más para hacer 6 puntos con triples consecutivos en un back to back. El marcador quedaba en un 16 – 10, dando un impulso a Golden State que les salvó de una catástrofe inicial en el año 1 después de Durant.
El partido, antes de llegar al descanso iba algo equilibrado, aunque con unos Clippers mejor plantados en la cancha y con muchas diferencias en el talento individual de ambos planteles. Un resultado que evolucionó hasta 65 – 54 sin cambio de ganador. Los 32 puntos desde el banquillo por parte de los visitantes mientras que los de casa se quedaban en 18, fue la gran clave del primer tiempo.
Las sensaciones para Russell, aunque haya sido el salvavidas inicial, no terminaban de ser buenas y se le notaba la falta de confianza para brillar como lo hacía en la Gran Manzana. Nuevos compañeros, nuevo entrenador, nuevos sistemas… Hace falta tiempo para que se adapte.
Los Angeles aumentaban la brecha en el electrónico, y se avecinaba para Bob Myers estrenar el nuevo parqué con una derrota ante uno de los candidatos a poder ser el siguiente ‘rey de la NBA’. Entre Curry y D’Lo llevaban casi la mitad de la anotación de GSW, pero quedando insuficientes ante un Kawhi Leonard bien respaldado por Lou Williams y el resto de un roster más que competitivo.
Antes de terminar el 3Q, una ventaja de 30 puntos tenía contra las cuerdas a los de Steve Kerr, en una muy mala noche para presentarse al público en su nuevo hogar. Un absoluto caos defensivo llevó a que Clippers estuviera, con más de 12 minutos por delante, a más de 110 puntos anotados. Las carencias defensivas no paraban de relucir, y sin duda en el ataque estaban lejos de los Golden del curso pasado.
Jacob Evans, con 11 puntos, estaba ejerciendo la función de tercera espada de un equipo que soñará con quedar lo más alto posible en la clasificación. En el último cuarto tenían que cambiar mucho las cosas para, aunque sea, camuflar el resultado. Un banquillo de tan pocas garantías y un Draymond que no diera un paso al frente de cara a atacar el aro penalizaron a Dub Nation. Las molestias en el brazo del ala-pívot no le permitían estar al 100%, e intentaba hacer lo posible con tiros exteriores, pero lejos de su auténtico nivel.
Curry salió de la duela, seguramente dando el partido por perdido a más de 10 minutos, con una serie de 2 aciertos en 11 intentos del triple. Ni las armas fiables les funcionaron en un día para olvidar. Lo que si funcionó fue la ‘máquina de generar dudas’ que ya empezó a carburar desde que se marchó KD.
Una vez salidos a la cancha los fondos de rotación se alteró el resultado, pero las sensaciones de que tienen mucho por replantearse en La Bahía para intentar hacer una season aceptable no cambian con puntos en ‘minutos de la basura’. El vacío que han sufrido en la defensa interior ha quedado muy reflejada.
El ex-jugador de los Nets debutó con 20 puntos y 8 asistencias, y con un destacado 50% en triples. Un partido que a nivel numérico se puede dar por bueno, pero que en lo colectivo ha terminado de quedar nublado con un 141 – 122. Un muy mal sabor de boca para afrontar la nueva aventura teniendo el peso de ser el refuerzo que cubra la baja de Klay Thompson.