Opinión | Posible tercera ronda de Draft

Opinión | Posible tercera ronda de Draft

22/11/2019 0

En la NBA han empezado a circular rumores con una posible nueva tanda de jugadores que pasen de la NCAA a ser profesiones. Es un tema bastante interesante y del que te recomendamos que te informes primero aquí: Polémica en la NCAA sobre la posibilidad de una tercera ronda de Draft.

Huber (@hubermeersmans)

Históricamente el draft de la NBA ha tenido muchísimas rondas. Con ello, los equipos se aseguraban los derechos de muchos jugadores por si algunos de ellos rompían luego en jugadores aprovechables. Pese a no existir sindicato de jugadores en aquellos años iniciales, los jugadores presionaban cada vez más a la patronal y a la liga en los juzgados buscando más libertad. En 1974 se fijó el número de rondas en 10. En 1985 se redujo a 7. En 1988 se quedó en 3 rondas. Y en 1989 se dejó definitivamente en las 2 rondas que conocemos ahora. El entonces comisionado, David Stern, vendió la reducción de rondas en que la NBA debía quedarse con «lo mejor de lo mejor».

Mi punto de vista al respecto del globo sonda lanzado por la NBA de aumentar el número de rondas de 2 a 3 es únicamente para alimentar a la G-League por un lado y para que los equipos se garanticen los derechos de jugadores más tiempo. Un jugador que no es elegido en el draft no tiene las puertas cerradas de la NBA. Muchos undrafted han tenido carreras importantes en la NBA (Jeremy Lin, Wesley Matthews, Bo Outlaw, Udonis Haslem, John Starks, Avery Johnson o Ben Wallace) así que aumentar el numero de rondas de draft no va a hacer que crezca el talento en la liga. Por otro lado, la G-League ya tiene su propio draft así como la posibilidad de probar a jugadores libres. A simple vista no se ve qué beneficio puede haber por ahí.

Y para terminar, una tercera ronda generaría una gran damnificada que sería la NCAA. Muchos más jugadores se acogerían al one-and-done y darían el salto al profesionalismo para probar suerte en la NBA o la G-League antes de pasar 2 ó 3 temporadas formándose en el baloncesto universitario (de momento supuestamente amateur sin ingresos) en lo deportivo y en lo personal, que quizás es más importante. Igualmente, el baloncesto europeo sufriría muchas bajas de jugadores que buscarían suerte para entrar en la NBA. La clave, como siempre estará en el nivel de ingresos que ofrezca cada baloncesto. Ahí la NBA tiene todas las de ganar y la NCAA las de perder, pero pensando en el futuro de los jugadores, una tercera ronda no garantiza nada, más bien lo pone en riesgo.

Manu ( @Maanuf96)

El baloncesto base en Estados Unidos está teniendo un impacto escandaloso. Hay datos, como que el instituto de los hijos de LeBron y Wade tenga más partidos por ESPN que 16 franquicias como Wizards o Hawks, que dejan muy fríos. La verdad que si tuviera que mojarme sobre si esto es bueno o malo, no tengo miedo en poner la mano en el fuego por la opción de que es un error. Tanto en High School como en NCAA se está llegando a un punto de exhibir a los chavales hasta el punto de que muchos universitarios llegan a la liga con más seguidores que el 80% de los jugadores de la NBA.

En España – e imagino que el resto de Europa – es todo lo contrario a esto que acabo de comentar. De hecho, los clubs de ACB con cantera tienen por filosofía no sacar a los chicos a los medios hasta que sean profesionales. La evolución prematura de las carreras de los jugadores en USA está haciendo a que cada vez lleguen más y más jugadores aprovechables al draft, y son sólo 60 los elegidos. Este mismo año se quedaron fuera Jalen Lacque o Tacko Fall, ambos firmados como agentes libres, y por otro lado Tre Jones que decidió quedarse una season más en la NCAA para intentar llegar mejor posicionado. Estas dos vías son bastante buenas para los no drafteados, por lo que meter una ronda más de 30 jugadores no lo veo muy adecuado.

Una opción que debe barajar la administración es reforzar la G-League y empezar a darle más valor, repercusión y usarla como un punto de paso entre ser universitario y profesional. En la mayoría de las elecciones de segunda ronda se ve como las franquicias envían a muchos jugadores a la Liga de Desarrollo, por lo que imagino que introduciendo más elecciones, cuanto más abajo caiga un jugador menos hueco tendrá en el equipo.

Con una mejora de la G-League, la cual ya tiene draft propio, incitará a que los universitarios que quizá no estén preparados para dar el salto a la NBA puedan tener una preparación más cercana a las dinámicas de los primeros equipos. La gran mayoría de los espectadores, entre los que me incluyo, prestan más atención a la NCAA que a la G-League, básicamente porque el nivel de marketing que tiene es mucho mayor. Una inversión en mejorar la Liga de Desarrollo es por donde yo creo que pasa la solución al «problema» y no en una tercera ronda del draft.

Santi (@SantiiB03)

Para ser conciso y directo, para mí la solución no es una tercera ronda del draft. Es cierto que existen muchísimas universidades de las cuales hay una gran cantidad de jóvenes talentos, que año tras año van llegando y saliendo de esta para dar el salto a la NBA. Sin embargo, veo que a la hora del draft, hay muy pocos nombres como para llenar incluso las 60 elecciones.

Los expertos en NCAA que siguen el baloncesto universitario, sin dudas que tienen una gran idea de muchos jugadores que los aficionados solo a la NBA no conocen. Pero yo me quedo con eso, veo que a la hora del draft muchos nombres suenan, y luego cuando pasan a la liga, la mitad van a la G-League, la otra mitad terminan en Europa o en un equipo pero sin minutos, y los que realmente brillan son los 4 o 5 por los que se disputan los «picks». Además de que no se si es por el «humo» que se genera por los primeros picks, que luego de la segunda ronda casi no se habla, como ni siquiera los ojeadores le dan importancia.

Claro está que hay excepciones tanto históricas como actuales, como lo son Tacko Fall o Carsen Edwards, pero volvemos a lo de antes, son dos jugadores de 30. ¿Y los otros 28? ¿Nos olvidamos de ellos porque no tienen minutos en la liga?

Entonces a lo que voy es, si ya los jugadores de segunda ronda tienen muy poca importancia, ¿Que pasaría con los de una hipotética tercera ronda? En este sentido estoy de acuerdo con lo que decía Manu, en donde hay que darle un poco más de importancia a la G-League. Una liga que siempre salen jugadores que no cambiarán el rumbo de la franquicia, pero si que pueden ser importantes para un proyecto. El ejemplo más claro lo podemos ver con Danuel House Jr. De los Rockets.

Jaco (@jalekal)

Ratifico la postura de mis compañeros y no veo otra razón más para esta medida que la de garantizar los derechos de los jugadores por un periodo de tiempo ya definido.

Ante el mayor auge del talento universitario -o así nos lo quieren vender los medios de comunicación mediante una lluvia de highlights en etapas pre-profesionales cada vez más habituales-, la NBA quiere ampliar y acotar su rango de acción. Así, la organización podría, por una parte, pescar en lo más profundo de su estructura universitaria -como es el caso de Duncan Robinson, primer jugador desde 1999 en llegar a la NBA procedente de la NCAA III- y, por el otro, evitar la revolución europea -cito, como gran exponente de este posible cambio de tercio, a Nikola Mirotic-.

Por otro lado, la apertura del baloncesto universitario al pago de sus jugadores amenazaría directamente a una liga cuyo principal poder de atracción sobre los jóvenes es el dinero. ‘One-and-done’. Un año, lo mínimo, en el baloncesto universitario con el fin de brillar, captar la atención de las franquicias y abrazar un contrato rookie cada vez más suculento. Una tercera ronda no neutralizaría la iniciativa universitaria -con un sueldo fijo muchos jugadores optarán por acabar su etapa formativa- pero si absorbería una mayor carga de jugadores con los que poder llenar ese vacío.

Más allá de eso, no veo razones sólidas para introducir una tercera ronda del Draft: crearía una competencia interna con la G-League en vez de invertir directamente en ella, perjudicaría las funciones educativas y formativas de las universidades, aseguraría reclutar más cantidad, pero no más calidad de talento -muchos jugadores de segunda ronda ni siquiera llegan a debutar en la NBA-, obligaría a volver a rediseñar las plantillas -más efectivos sin mayor espacio en el roster carece de lógica- e incluso descafeinaría aún más las Ligas de Verano.

En definitiva, pienso que la NBA buscar cortar de raíz cualquier tipo de rebelión externa a sus límites, siendo esta medida más un movimiento estratégico de posicionamiento que deportivo.

Redacción
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