Opinión | Calendario NBA y sus problemas
La liga más grande de baloncesto del mundo no es un secreto para nadie que también es la más exigente. Los jugadores sufren mucha acumulación de minutos en pista, horas de viaje y un sin fin de extras añadidos. Una rutina que puede volverse destructiva sin la fuerza mental suficiente. El calendario es uno de los principales señalados en esto, y es un buen tema para abrir la sección de opinión en la web. Nuestros escritores han vertido sus opiniones sobre como afecta tanto ajetreo físico y psicológico, además de proponer alternativas para mejorarlo.
Jako (@Jalekal)
La NBA se ha caracterizado por ser una de las competiciones de todo el planeta que mejor y más se ha sabido adaptar a los cambios -y a las exigencias del mismo- durante el paso de las décadas. Y, actualmente, uno de los temas que más preocupan en el seno de la organización apunta directamente a la elevada carga de partidos que tienen que afrontar los jugadores.
Según un artículo del New York Times, con el actual sistema cada franquicia juega un partido cada 2.16 días. O, lo que es lo mismo, entre tres y cuatro partidos a la semana. Una cifra a la que hay que sumarle una elevado kilometraje intrínseco en el desplazamiento entre ciudades.
En una liga en la que los jugadores cada día trabajan más su físico y elevan la capacidad competitiva de la misma, el reajuste en la carga de minutos ha creado mucha controversia. Un sector de la liga aboga por una reducción del número de partidos, mientras que otra vertiente no quiere cambiar ni un ápice del clásico sistema. Por lo defendido por el primer grupo es por donde podrían ir los tiros.
Una reducción de partidos es la opción más sencilla, válida y que mejor resultados puede ofrecer a la NBA en todos los niveles. Quizá no los 58 encuentros que llegó a proponer Adam Silver hace unos años, pero una cifra más cercana a los 70 parece asumible. Con ello descendería la sobrecarga de minutos de los jugadores de la liga y, por consiguiente, el número de lesiones y problemas físicos, el gran punto sobre el que gira esta problemática.
Hay un sector que señala que las cadenas televisivas no estarían de acuerdo con esta medida. O no a cualquier precio: un menor número de partidos supone una menor cantidad de dinero en juego. Sin embargo, este es un argumento fácilmente rebatible: en la NFL tan solo se disputan 17 jornadas antes de los Playoffs y sus ingresos anuales superan por mucho las de sus homónimos del baloncesto.
De hecho, esta disminución de partidos reduciría el gasto de las franquicias y apoyaría una temporada mucho más competitiva pues, con menos partidos jugados, la lucha por el acceso a los Playoffs podría incluso intensificarse, desapareciendo esas ‘semanas de la basura’ que suelen coincidir con el fin de la regular season, en las que muy pocos partidos tienen una especial relevancia.
Otro sector de la competición aboga por la reducción -o desaparición- de las Summer League o la pretemporada algo, a mi parecer, injusto para la nómina de jugadores que utilizan dichos eventos como plataforma promocional, ya sea para lograr un hueco en la NBA, en la G-League o despertar el interés de Europa.
Santi (@SantiiB03)
La NBA es la liga no solo del básquet, sino de cualquier deporte, más exigente que existe. De hecho, el baloncesto ya es un deporte muy exigente. A pesar de tan solo parecer corto, pues 48 minutos de partido, o que las canchas son chicas, etc. En él, nunca podes estar desconcentrado y mucho menos descansando. No solo físicamente, el agotamiento mental después de un partido es terrible. Tomar muchísimas decisiones en cuestiones de milésimas, te mata.
Volviendo al tema de la liga norteamericana, si es cierto que me parece correcto que las superestrellas tengan que tomar ciertos descansos. El salir noche tras noche a dar lo mejor, es un desgaste tremendo. Eso sin contar los entrenamientos durante el día del partido, previo al partido y luego de este. Además de los viajes, el estar alejado de sus familias, de su hogar, todo. Muchas de las cosas que los aficionados no llegamos a ver al 100%. En mi opinión me parecería justo el hecho de reducción de partidos, 82 es una cifra muy grande, y reitero, el desgaste de estos jugadores es brutal.
Pero también comprendo a la liga, que al fin y a cabo es una empresa, y lo que más quiere es llenar sus bolsillos. Dando a entender que esta hipotética reducción les haría perder mucho dinero. Sin embargo, sigo apoyando en que veríamos un nivel de competición mucho más alto y rendimientos mucho más estelares de los jugadores.
Por otro lado, otro argumento a favor del gran calendario, es el salario de los jugadores. Cada año que pasa se firman contratos cada vez más grandes, millonadas que hasta parecen una locura, incluso en jugadores que no son de la «elite». Esto también puede decirse el: «que por lo menos hagan valer su contrato», y es que por otro lado tienen razón.
Como conclusión, yo creo que lo mejor sería una reducción de unos 20-25 partidos, en donde podamos seguir viendo evolución y sacar muchos resultados según la temporada, pero también el hecho de tener a todos descansados y sanos. Porque eso es un tema que no comenté, las lesiones en la liga cada año arrastran a más jugadores, en donde no solo condicionan al equipo, sino también la carrera de ese jugador.
Manu (@Maanuf96)
«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad», y es que ser la liga con los salarios más altos tiene que tener sus inconvenientes. La fuerza de gravedad con los medios de comunicación que tiene la NBA es abrumadora. En los contratos de los jugadores se puede ver como se han inflado por ingresos televisivos. Esto hace que lo económico pase por encima de lo deportivo y que se tenga un formato de competición muy dinámico. ¿Esto es correcto?, pues teniendo casos como Kawhi Leonard y su dosificación, yo diría que no. Un reajuste es algo que se ha pedido mucho, ya sea bajando la cantidad de partidos o alargando la liga en los meses.
En el verano existen torneos menores y una pre-season, lo que significa que deja sin prácticamente descanso a las franquicias. ¿Esto es malo?, todo lo contrario, es muy bueno pero se podría aprovechar de otra manera. Las competiciones de off-season podrían fusionarse en una sola que dure más tiempo, y con ello descargar de fechas el calendario. Una vez teniendo más margen retrasando el draft, la agencia libre y resto de gestiones, se podría alargar la temporada regular. Hay muchas noches donde se juegan más de 8, e incluso 10, partidos, algo que no beneficia tampoco al espectador que le gusta seguir con detalle todo. Una prolongación de la regular significa que podrían evitarse noches con tanto cúmulo y poder hacer un reparto de partidos que reduzca la cantidad de back to back.
Lo negativo en esto es que tanto los rookies como los jugadores que cambien de equipo tendrán menos tiempo de adaptación. La ventaja del contra es que durando más la season tendrían más tiempo de preparación para llegar a la recta final más fogueados. Es muy complejo, pero desde mi punto de vista unas semanas más no vendrían nada mal a la NBA e incluso podrían obtener mayor beneficio. La Summer League tiene su público, pero sin los datos delante me atrevo a decir que es mucho menos del que sigue día a día la regular – sin hablar de los playoffs -.
Huber (@hubermeersmans)
Tras leer la opinión de todos mis compañeros la verdad es que pocos argumentos me quedan que exponer. Los pros y contras del «load management» creo que las tenemos todos claras, la clave está en equilibrar la balanza. ¿Qué pesa más?… ¿vender el producto, que es la NBA, en las mejores condiciones posibles o aceptar la gestión del cansancio como una variable más?. Si sólo habláramos de deporte, de competición, la respuesta estaría clara: la salud está por encima de todo. Pero la NBA es una liga profesional, es decir, el dinero es una variable fundamental en la ecuación por lo que hay que buscar fórmulas para maximizar el beneficio (beneficio de todos, liga, propietarios y jugadores) sin matar a la gallina de los juegos de oro (los jugadores y los aficionados).
Si os fijáis, el debate casi parece el ancestral y siempre vigente debate entre empresarios y obreros. Los empresarios, es decir, los propietarios de las franquicias quieren maximizar sus beneficios… quieren cobrar los abonos lo más caros posibles, vender merchandising, firmar acuerdos publicitarios gigantes y mostrar al mundo que son dueños de algo que todos admiran… y si luego ganan el campeonato, pues mejor que mejor.
Por otro lado, los obreros, los jugadores, quieren cobrar lo máximo posible ya que sin ellos no hay producto que vender, y estar en las mejores condiciones posibles. Mejor jugar 70 partidos que 82. O mejor 60 que 70, pero que el sueldo no me lo toquen… el equilibrio, como hemos dicho, es siempre difícil cuando el dinero es una de las variables de la ecuación.
Si echamos la vista atrás, en más de 70 temporadas de existencia de la NBA hemos empezado a escuchar el problema del «load management» en los últimos 7-8 años. Antes parece que nadie se quejaba de un calendario de 82 encuentros de temporada regular sin contar partidos de pretemporada o de playoffs. El otro día vi que John Stockton jugó 19 temporadas y sólo en una no jugó los 82 partidos, jugó 78… ¿se quejó Stockton del «load management»?, la respuesta es NO. Y en los 80 los aviones, los hoteles y todo lo que se os pueda imaginar, no eran mejor que ahora sino todo lo contrario.
¿Y los salarios?, pues un veterano como Tyson Chandler que no llega a los 10 minutos por partido con los Rockets, cobra el mínimo de veterano que son, para su experiencia, 2.564.753 dólares. Michael Jordan cobró en 1993, tras 3 anillos, 4 millones de dólares. Es cierto que es hace 25 años, pero sólo quiero ilustrar que los salarios de los jugadores se han disparado a cotas inimaginables gracias a que todo el mundo quiere comprar el producto. Gracias a la exposición mundial de la NBA, los salarios han podido crecer tanto y la NBPA tener el peso que nunca tuvo. Más presencia, más dinero, más salarios.
Yo no quiero matar al jugador. No quiero forzarle a jugar si está tocado o lesionado. Entiendo jugadores con físicos que hay que cuidar como el de Kawhi Leonard, pero yo me sitúo más en la postura de Harden y LeBron de rechazar los descansos por gestión del cansancio. El que esté lesionado que no juegue. El que tenga el físico al límite, que descanse. Pero el que se encuentre bien, debería jugar. Patrocinadores y aficionados pagan mucho dinero por consumir el producto y éste no hay que darlo condicionado.