Alerta, Andrew Wiggins
Quién nos ha visto y quién nos ve. Si hace tres meses nos dicen que íbamos a ver una versión de Wiggins como la actual, metemos en el psiquiátrico al que osaba a decirlo. Pero tras 10 partidos de temporada disputados, ya se puede empezar a hablar algo de Wiggins, para bien. Por que el inicio de temporada del número 22 de los Timberwolves, criticado (con razón) en el pasado por su contrato firmado para el nivel demostrado hasta entonces, esta siendo todo lo que se esperaba de un Andrew Wiggins maduro y desarrollado a su llegaba a la NBA.
Pero con Andrew cabe ir con pies de plomo y no echar las campanas al vuelo tan pronto. De todos es sabido que su calidad para jugar al baloncesto está más que demostrada, pero lo que ha venido fallando en el número 1 del Draft de 2014 desde su segunda temporada ha sido su falta de actitud y sangre sobre una pista. Así que, ojalá que no, una recaída en su nivel de juego no nos debería pillar desprevenidos. Pero hasta entonces, disfrutemos todos. Por que verle jugar está dando verdadero placer en este comienzo de temporada.
El bueno de Andrew ha arrancado la temporada de manera fantástica. Está jugando con agresividad, está mejorando mucho su toma de decisiones a la hora de cortar a canasta, abrir a un compañero o jugarse un tiro abierto. En este nuevo modelo de juego propuesto por Rosas y Ryan Saunders, se está sintiendo como pez en el agua. Además de no ser una molestia para Karl Anthony Towns, que es la estrella del equipo y sobre la que se cimienta todo el juego. Conseguir que el binomio entre el jugador interior y el exterior dé sus frutos juntos sobre la pista es uno de los grandes logros obtenidos por el hijo de Flip en este comienzo. Cada vez son más las jugadas de dos contra dos ejecutadas entre ambos con fantásticos resultados.
En un equipo donde el nivel general de la plantilla ha bajado, la llegada de un estilo de juego y una propuesta entendida por todos y adaptada a los nuevos tiempos está dando sus frutos. Cada uno sabe su rol y su función. Y ahí es donde Wiggins ha dado el mayor paso, en comprender su rol de segunda espada. Además de entender que desde su puesto puede dar mucho más al equipo de lo que estaba dando. Todo un exito de Saunders.
Ha tomado los mandos del equipo con la falta de Shabazz Napier y Jeff Teague con buenos resultados. Está moviendo bien el balón y está sabiendo generar ventajas para sus compañeros con y sin balón. Simple y claramente, cuando Andrew no está en pista se le llega a echar hasta de menos. Algo que hasta la fecha no había pasado.
Es por ello que hay que estar alerta a Andrew Wiggins. Por que podemos estar ante la confirmación de Andrew Wiggins como el jugador que se preveía o todo se puede quedar en un espejismo pasajero. Lo que sí esta claro, es que esta versión del ’22’ en el tiempo si que es merecedora del contrato firmado. Por este Wiggins si se pagan al año 27 millones. Por el jugador apático y sin alma de temporadas anteriores no se da ni una cuarta parte. Tocará estar pendientes de como sigue jugando el canadiense en las próximas semanas.