Mike Conley, aún en ‘periodo de pruebas’
El inicio de temporada no ha sido el ideal para los de Salt Lake City, aunque no ha sido malo del todo. Las expectativas que les han puesto los movimientos del verano han sido muy altas. La plantilla se ha mejorado notablemente y los resultados que se esperan, yendo acorde, deben ser mejores. El único que ha salido fue Ricky Rubio, pero el resto de los hombres importantes se mantienen. Aunque el primer problema que se le ha notado en el arranque puede venir derivado de ahí. Un nuevo reparto de los roles no se gestiona de un día para otro.
La pirámide, en la que predominan Donovan y Rudy por galones en el vestuario, tiene que adaptarse a las llegadas de otras espadas ofensivas. Aún no conocemos el auténtico valor que tendrán Conley y Bogdanović en los sistemas de Sneyder, pero por ahora deben de seguir buscando la vuelta de tuerca.
El base tiene que adaptarse a competir como hizo Marc Gasol al salir de Grizzlies. Una dinámica de ‘ver pasar las temporadas’ es difícil de cambiar por una contender al campeonato, y en estos primeros partidos es normal no ver al mejor Mike. Algunos de sus encuentros hasta ahora han estado muy por debajo de lo que se le pide, pero dentro de lo que cabe el récord hasta enfrentarse a Philadelphia era positivo, con un 4 – 3.
En la cita contra los 76ers. Un duelo para medir fuerzas de aspirantes a ganar cada una de las conferencias. Mike comenzó bien adaptado al juego del equipo, ejerciendo de motor, pero muy errático en el tiro. Un 2 de 7 en lanzamientos durante los primeros 20 minutos de juego no restó como para no ir ganando 51 – 55, pero si es algo a corregir. No es la primera vez que estos porcentajes se ven en la box-score de este jugador durante el curso. La costumbre de tener casi todos los balones en Memphis quizá le pase factura. Es vital que se acostumbre a tener menos volumen de balones, pero que cada uno sea más importante. Cada posesión ahora es más determinante para el rumbo de la temporada que en Tennessee.
No es fácil cambiar la mentalidad.
En noches como ante Phila es donde debe comenzar a forjarse la versión de Conley que necesitarán en los playoffs. Las gestiones de la off-season fueron con un objetivo claro y es poder escalar más peldaños en la lucha por el anillo. Intentar acercarse a esos tiempos de Stockton y Malone. Es por ello que un zurdo que es capaz de usar las dos manos y da muchas alternativas para anotar debe de encontrarse a si mismo en Utah.
El guard tiraba el año pasado 16 veces de media en un 43’8%. Su máximo de intentos y uno de los mejores porcentajes de su carrera. En lo que llevamos de este 2019/20 ha ido en completa decadencia hasta estar en un 31’8% – realizando 12’1 intentos –. El paso de los meses colocará mejor los cimientos, pero sin duda que el bache que atraviesa no favorece a los suyos. Esto se ha sumado a problemas en defensa, algo que sorprende en este plantel pero que es una realidad como ha declarado el coach:
«Es imposible no hacer nada si no pegamos nuestro cuerpo al del rival», dijo Quin Sneyder sobre la situación defensiva de los Jazz.
Con el marcador muy encaminado, los de Brett Brown empezaron a responder y a Conley se le escapó de las manos una pelota importante. Por suerte para él, pudo resarcirse rápido con una buena canasta que diera un suspiro. Para momentos como eso segundo le ficharon. En una de las jugadas posteriores utilizó sus artimañas de experiencia para sacar un 2 +1 que devolviera la decena de diferencia en el resultado. Otra vez los visitantes dieron una arreada, pero los de Salt Lake supieron salir impunes. El base acabó con 15 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Y lo más importante, ganar un partido para marcar terreno. El electrónico quedó 104 – 106, habiéndose complicado más de lo que debería.
Mike se encuentra todavía en periodo de adaptación, y en donde la entidad tendrá que evaluar si realmente va a funcionar en el proyecto. Hasta ahora se quedan con el récord de 5 -3, y siguen sumando en positivo hacia sus metas. Es uno de los mejores jugadores de la liga que no ha sido All-Star y el escenario es el idóneo para dar el golpe encima de la mesa. ¿Conseguirá Conley sacar lo mejor de su baloncesto?.