De Corey Gaines a Sandy Brondello
La franquicia de Arizona ha sido una de las que se mantenga desde la creación de la WNBA. Tras superar una dura época de poca sostenibilidad consiguieron que la entidad siga perteneciendo a la liga.
Los primeros años, a las órdenes de Cheryl Miller, fueron un equipo que competía. Aunque eso no era un factor que les asegurara mantenerse en la liga, dado que hay casos como Utah Starzz que desaparecieron en su mejor momento. Ser fijas en playoffs, por desgracia, no aseguraba estar al año siguiente en la liga.
Al empezar el siglo XXI, la entrenadora que llegó a Phoenix tuvo mucho hype. En 1998 incluso llegaron a las Finales, por lo que llegando alguien de tanto prestigio al banquillo como Cynthia Cooper hacía pensar que sería una gran temporada para las Mercury en 2001.
Finalmente, la corta etapa de la leyenda de las Houston Comets en los banquillos no fue la mejor. Con un registro de 13-19 no entraron en playoffs y empezaría unos años oscuros para las de Arizona. En el 2004 llegó Diana Taurasi en el draft, pero aunque fuera una estrella desde su aterrizaje en Phoenix, no fue capaz de hacer a la franquicia competir.
En el 2006 llegó una pareja de entrenador y asistente que estaban dispuestos a devolver a las Mercury a la élite. Paul Westhead como head coach y Corey Gaines siendo su ayudante. El mítico entrenador que fue campeón de la NBA en 1980 y un ex-jugador que pasó por diversos países y 20 equipos diferentes. Un dúo cargado de experiencia que daría un giro de guión en Phoenix.
Con Westhead y Gaines juntos en el banquillo conquistaron el campeonato de 2007, dando un nivel increíble en los playoffs barriendo a Seattle Storm y San Antonio Stars. En las Finales se les complicaron más las cosas contra unas Detroit Shock que estaban siendo de las mejores de la década, pero pudieron sacar adelante la serie en el quinto partido. Una gran versión de Cappie Pondexter para llevarse el FMVP fue lo que puso la guinda en el pastel de Westhead que se coronó como campeón de la NBA y de la WNBA en su palmarés.
Los altibajos de Corey Gaines como entrenador jefe
Después de esa gran temporada, Paul dejó el equipo para irse a ser asistente a los Seattle SuperSonics y ser del primer cuerpo técnico de Oklahoma City Thunder después del traslado.
Ese escenario dejó a Corey a las órdenes del equipo. Aunque existían muchas dudas en que fuera capaz de igualar lo conseguido el verano anterior. La primera temporada con Gaines siendo el entrenador jefe, quedaron con récord negativo y sin entrar en los playoffs. Un golpe muy duro y que hizo aumentar más las dudas que se tenían sobre su figura.
Esa temporada 2008, las Mercury se convirtieron en las primeras campeonas de la historia que no clasifican a los playoffs el año siguiente. El cargo que tenía Corey estaba pendiendo de un hilo y los resultados de la temporada 2009 iban a ser fundamentales para que el coach no terminara en el paro.
Por suerte para Gaines, emergió Diana Taurasi haciendo sus mejores marcas en porcentajes de tiros de campo y triples, rebotes, asistencias y tapones. Una temporada a nivel MVP, como prácticamente todas pero en este caso ganándolo, que puso a las Mercury en lo alto de la tabla y de nuevo clasificadas para pelear por el campeonato.
En los playoffs, Diana continuó al mismo nivel para ir derrotando a todas sus rivales y acabar llegando a las Finales contra Indiana Fever. Una vez más fue una eliminatoria que se fue hasta el quinto partido, pero de nuevo las de Phoenix se llevaron su segundo anillo y Taurasi fue nombrada la FMVP habiendo promediado 22.3 puntos, 5.8 rebotes, 3.8 asistencias y 1.3 robos en las series contra San Antonio Stars, Los Angeles Sparks y las de Indianapolis. Se podría decir fácilmente que Diana le salvó el pellejo a Corey, quien podría haber sido despedido en el caso de no hacer una temporada tan buena.
Los siguientes años para Gaines fueron compitiendo, pero estancados en las finales de conferencia. Eran resultados positivos, pero el tercer campeonato se les resistía. Taurasi seguía al mismo nivel, y gracias a ella el entrenador se mantenía en el cargo.
En el 2012, Diana solo pudo jugar 8 partidos por una lesión y las Mercury se quedaron fuera de los playoffs por segunda vez en la etapa de Corey. Un registro de 7-27 que se podría esperar sin la principal estrella, aunque sin dar la mínima sensación de competir. Por lo que Gaines acabó saliendo del banquillo dejando el puesto a Russ Pennell después de haber drafteado a Brittney Griner en la primera elección del 2013.
La llegada de Sandy Brondello
Tras haber caído en las finales de conferencia a las órdenes de Pennell, llegó una entrenadora que había sido All-Star como jugadora de Detroit Shock y ya tenía experiencia entrenando en la liga. Con Sandy Brondello, el panorama de Pheonix iba a cambiar totalmente.
En su primera temporada, la de 2014, consiguió el mejor récord de regular en la historia de la franquicia. Un 29-5 que las ponía como las principales rivales a batir en los playoffs. La simbiosis de Brondello con las Mercury fue rápida y efectiva, demostrando uno de los mayores dominios de la historia, hablando de una sola temporada.
Sandy venía de ser asistente en Los Angeles Sparks, y esa misma franquicia serían sus primeras rivales en una serie eliminatoria como head coach de Phoenix. Una narrativa que le daba motivación extra a Brondello para demostrar que estaba lista para dirigir a un equipo campeón. Las Mercury barrieron 2-0 a las angelinas, y si no estaba claro que Sandy era una de las mejores entrenadoras de la liga en ese momento quedó confirmado.
En las finales de conferencia le llegaría otra prueba de fuego para seguir consolidándose en la élite de los banquillos. Tuvo enfrente a las Minnesota Lynx de la legendaria Cheryl Reeve. Algo que se podría considerar como una final adelantada, puesto que hubiera sido complicado que las ganadoras de esa serie no se lleven el anillo.
Las Mercury se llevaron la eliminatoria por 2-1, siendo una de las mejores series que se puedan rescatar en esta última década. Con lo que ganaron el paso a las Finales contra las Chicago Sky de Elena Delle Donne. Una última parada donde no tuvieron problemas para ganar por 3-0 con una canasta de Taurasi en el tercer partido que quedaría para la historia siendo un game winner que valió un campeonato.
Un lustro después, Diana volvió a ser la FMVP y Sandy ganó el premio a la mejor entrenadora de la temporada. Una combinación de estrella y coach que si hablamos del rendimiento de una sola temporada puede ser de las mejores que nunca se haya visto en la WNBA.
En los siguientes años de Brondello, siempre han competido a gran nivel. Aunque el año pasado no contaron con Taurasi y Griner se lesionó en el primer partido de playoffs, siendo eliminadas por primera vez sin pasar rondas en la etapa de Sandy.
Ahora de cara al futuro a corto plazo, con la llegada de Skylar Diggins-Smith y los últimos años de Diana en el horizonte, las de Phoenix tienen una gran oportunidad para volver a competir por el cuarto campeonato de la franquicia.
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