Renovar a Brandon Ingram pero no a cualquier precio
La temporada inició en Nueva Orleans de la peor manera posible: la estrella del equipo, el rookie Zion Williamson, no podía iniciar la temporada al tener que pasar por el quirófano por una lesión en el menisco. Este duro revés tuvo como respuesta positiva que Brandon Ingram se erigió en el líder del vestuario. El joven alero ha tenido en Nueva Orleans la continuidad y balones necesarios que no tuvo en los Lakers para mostrar su potencial ofensivo promediando 25.9 puntos, 7.9 rebotes y 4.0 asistencias en los 15 partidos que ha jugado hasta ahora.
La situación contractual de Ingram es que en verano se convertirá en agente libre restringido, es decir, los Pelicans se quedarán con el alero siempre que igualen la mejor oferta que reciba el jugador. Ante esto David Griffin, general manager de la franquicia, no tiene dudas:
Nuestra intención es seguir contando con Brandon en el equipo. Está jugando muy buen baloncesto y creo que se está adaptando a la comunidad muy rápido. Si todo va bien, Ingram puede ser una de las piedras angulares de nuestro proyecto a largo plazo. Esperemos que todas las partes nos pongamos de acuerdo.
El mensaje de Griffin dice más entre líneas de lo que parece.
Por un lado tenemos a un jugador que parece que está explotando esta temporada. Sus números son espectaculares. Sus porcentajes de tiro son mejores que nunca, ojo a ese 40,9% de acierto en triples. Su candidatura a Jugador Más Mejorado es de las más firmes de la NBA… pero todavía hay que ver cómo coexisten Zion Williamson y Brandon Ingram. El alero ya no es el muchacho delgado que eligieron los Lakers #2 del draft de 2016. Ahora ha ganado físico, experiencia y confianza en su juego. Si mezcla bien con Zion, pueden formar el dúo de aleros más polivalentes de la liga. Uno con un físico imparable y otro con una versatilidad y capacidad de tiro difícil de frenar, pero es bueno ser prudentes.
Los Pelicans tienen la sartén por el mango con Ingram pero hacen bien en no volverse locos, dejarse llevar por el hype y firmarle ya por el máximo posible. Lo mejor es ver cómo sigue evolucionando el jugador, sobre todo con el historial de lesiones que tiene incluyendo un peligroso capítulo la pasada temporada en la que tuvo que dejar de jugar por la aparición de coágulos en sangre al más puro estilo Chris Bosh. Esperemos que esto no le vuelva a suceder a Ingram, pero hacen bien los Pelicans en ser precavidos.
Respecto a las posibilidades contractuales de Ingram este verano, el jugador optaría con los Pelicans a un contrato máximo de 169 millones por 5 temporadas, pero el mercado está en retroceso. El límite salarial se espera que baje las próximas temporadas así que los Pelicans pueden esperar al contrato máximo por 4 temporadas que ofrezca otra franquicia e igualarlo para quedarse con Ingram sin tener que hipotecarse una temporada más.
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