Opinión | Se necesita una identidad en Atlanta

Opinión | Se necesita una identidad en Atlanta

02/12/2019 0

Manu (@Maanuf96)

En la temporada 2018/19 se vivió algo en los Hawks que no se esperaba durante un periodo de reconstrucción. La llegada de Trae Young a la franquicia de la mano del nuevo entrenador, Lloyd Pierce, hizo que se despertara la ilusión con una bonita identidad sobre la pista. Un equipo que jugaba rápido, sin miedo y que no tenía en cuenta los resultados con el fin de dar una buena imagen. En mi mente tengo esa prórroga contra los Milwuakee Bucks que ganó el ’11’ con una canasta clutch. Es cierto que en una victoria todo se ve más bonito, pero no es el caso. Toda la regular season pasada, salvo partidos puntuales y razonables en un proyecto tan joven, se disfrutaba de ver a Atlanta.

Hasta el momento que escribo esto, ver los partidos está costando incluso a los aficionados de la franquicia. ¿En serio este es el camino a seguir?, creo que no hace falta responder. Empezar a recuperar la intensidad, ganas y sensaciones de solamente hace unos meses es VITAL. Es solo mi punto de vista, y obviamente no tengo la verdad absoluta ni mucho menos, pero se le tiene que exigir al cuerpo técnico buscar soluciones. En estas palabras se pueden encontrar sentimientos cruzados de un seguidor, pero después de dar varios pasos a la vez en solamente 82 juegos me duele ver como se vuelve al punto de partida. En otros proyectos hemos visto como no pueden salir de la casilla de salida por mucho que lo intentan, y los Hawks lo tienen casi todo para no hacerlo.

¿La plantilla puede necesitar cambios?, es cierto y algo que queda para otro debate, así evitamos alargarme hasta escribir medio libro. En donde quiero incidir yo es en la figura del entrenador. La season pasada había que quitarse el sombrero ante él. Y se lo reconocí, reconozco y reconoceré, pero ahora mismo parece haberse olvidado de su ‘fórmula mágica’. Una búsqueda de identidad es algo que empieza a ser más urgencia que necesidad. La Conferencia Este se encuentra muy accesible para ser un contender en comparación con el Oeste, y deben de aprovechar la oportunidad. No es ni de lejos ‘la última bala de Travis Schlenk’, pero quizá si que sea la última oportunidad ser poder aprovechar la debilidad del Este.

La diferencia entre ambas costas del país en cuanto a baloncesto cada vez es mayor, y Adam Silver en algún momento tomará cartas en el asunto. En ese momento, puede que ya sea demasiado tarde para que los de Georgia se hayan colado entre los contendientes a llegar alto en playoffs. El objetivo ya dejé claro en un análisis – link aquí – que era seguir la línea ascendente del tramo después del All Star pasado. El calendario – siendo el más duro de la NBA hasta ahora – y las bajas – con John Collins sancionado y Kevin Huerter con problemas físicos – han sido determinantes. No se le puede echar toda la culpa al coach.

La conclusión a la que quiero llegar, que puede sonar a queja escondida, es que vuelvan a realizar un basket que no duela a la vista. ¿Ganar o perder partidos? Eso ahora mismo no importa, lo realmente fundamental es encaminar una dinámica positiva. Una acción desencadena mil cosas posteriores a ella, y es un momento delicado y que puede marcar el paso de las temporadas en Atlanta.

 

Huber (@hubermeersmans)

Hablar de los Atlanta Hawks con todo un experto como Manu es difícil. No sólo por el estrecho marcaje que hace a su franquicia favorita sino por su objetividad a la hora de hablar de ellos, pero vamos a intentar añadir nuestro punto de vista a la disección con bisturí que ha hecho el experto de El Perímetro.

Mirando la clasificación me sorprende que los Hawks estén cerrando el Este con sólo 4 victorias en 20 partidos. No hay comentarios en los medios sobre la temporada en los Hawks en términos de desastre o hecatombe. Parece que están volando por debajo del radar o que la mayoría de periodistas daban por hecho que la temporada iba a ser difícil pese al Hype que había entorno a ellos. La racha de 10 derrotas consecutivas que aún no ha visto su fin está hundiendo al equipo en la clasificación y esperemos que no les deje tocados psicológicamente para lo que queda de regular season. Hay equipo para mejores números, no hay duda, hay equipo pero como bien dice Manu, no parece que haya sistema. Mejor dicho, el sistema tiene tanta Trae-dependencia que el resto parece no tener relevancia.

Los números de Trae Young están siendo estratosféricos, históricos, pero su voracidad y empuje en el juego ofensivo del equipo está minimizando en algunos casos y anulando en otros la aportación de bastantes jugadores. La confianza y calidad de Trae le sitúa en el top-5 del Porcentaje de Uso esta temporada. Está al nivel de monstruos como Harden, Anteto, Doncic y Kawhi, pero los Hawks no están construidos para tener un jugador tan aglutinador ya que el resto de compañeros se desconecta.

La temporada es de transición en Atlanta y no hay que medirla en términos de victorias o playoffs. Lo importante sería lograr que jugadores como Kevin Huerter, De’Andre Hunter, Cam Reddish o John Collins cuando regrese de su lesión, siguieran su progresión y se afianzaran como buenos jugadores de rol con los que dar el salto de calidad que la franquicia necesita. El coach Lloyd Pierce debería hacer que Young creciera como director de juego en lugar de finalizador, como ya ha demostrado que es capaz. Si el juego de Trae evoluciona como el de Damian Lillard dejando espacio para que un C.J. McCollum (De’Andre Hunter sobre todo) crezca a su lado, los Hawks tendrían equipo para el futuro. De todas formas, como las luces de alarma no saltan, si vía draft le entra a los Hawks un jugador como James Wiseman, Anthony Edwards o Isaiah Stewart, tampoco sería mal negocio.

 

Héctor (@24segundos_es)

John Collins es el objeto diferenciador. Su sanción ha convertido a un equipo capaz de luchar contra todos en una comparsa sin apenas capacidad defensiva y con un ataque tan dependiente de Trae Young como el de los Thunder hace años era de Westbrook. Y demos las gracias a Jabari, pensará alguno; sin él los Hawks tendrían que permitir a su estrella lanzar 40 tiros por partido. Porque como dependa de Alex Len y compañía…

Cuando llega el momento en el que te planteas si ver o no el partido de uno de los jugadores más divertidos de la liga, el equipo tiene un problema. Porque aunque Trae Young suela ser suficiente para cualquier aficionado, esta temporada más de uno ha abandonado el barco. Y con razón, porque el juego de los Hawks no tiene sentido. Todo lo que sorprendió el curso pasado, lo que les hacía un equipo fresco y sin vergüenza, ha desaparecido. Mucha culpa de ello la tiene Collins, claro. Por eso hacemos trampa cuando criticamos sobremanera el comienzo de curso de los de Pierce. El único interior del equipo con calidad PlayOff está sancionado. Sin embargo, esto no es excusa para haber perdido 17 de los 22 partidos que han jugado hasta la fecha.

Son el equipo que ha sufrido el calendario más difícil hasta la fecha, que no digan que no lo contamos todo. Tratamos de excusarles de alguna forma pero no podemos. Más que por los resultados, por el juego. El desempeño de los Hawks sobre la cancha hace entendible que solo hayan ganado cinco partidos. No puedes ceder todo el protagonismo a un jugador de segundo año y esperar que él solo te gane el partido. Porque tampoco pueden hacerlo a diario Curry ni Kawhi. Una noche puede suceder pero ese no puede ser tu sistema. Y no hablamos de la defensa porque no existe, simplemente. Cuando haya algo parecido a ella entraremos a analizarla.

Además, los Hawks esperaban más de Cam Reddish. Aunque en los últimos partidos parece que va ganando en confianza y serenidad, la falta de acierto y cocción del novato para partidos duros y cerrados preocupa. De’Andre Hunter, el otro rookie que llegó en verano ofrece mejores sensaciones. Aún así, ambos están lejos de convencer a una afición que esperaba que ellos aumentasen la frescura del equipo. Que influyeran en la ilusión que se había creado meses atrás. Esta parece haberse evaporado, y es que perder día sí y día también no ayuda a la moral de nadie. Queremos un equipo competitivo para Trae; queremos que este equipo joven juegue como lo hacía; queremos que vuelva Collins y deje que la hormona del crecimiento la segregue su cuerpo de forma natural.

 

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Redacción
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