Merci, Tony Parker
El año 2019 podría ser fácilmente una ceremonia del Salón de la Fama del baloncesto. El base de los San Antonio Spurs durante 17 temporadas anunció en sus redes sociales que su carrera había terminado. “Si ya no puedo ser Tony Parker y no puedo competir para ganar un campeonato, ya no quiero jugar baloncesto“. La frase que más llama la atención luego de su curiosa y sorprendente salida de las espuelas de San Antonio para buscar una nueva oportunidad en su carrera de ir a competir a los playoffs con Charlotte. Con ello demostró que el hambre de ganar puede más que un cheque de veterano.
Desde sus inicios, Parker estaba destinado a cosas grandes. Siendo el jugador con mejor desempeño en el club que lo vio nacer, el Racing de Francia. En su liga natal duró a penas dos años para entrar al draft en 2001. San Antonio fue quien lo acogió en la posición 28 en su primer gran encuentro con la NBA. Llegando en un momento tan determinante que hoy por hoy los Spurs son recordados por esa época de “Las torres gemelas“.
Mandaban en la liga Tim Duncan y David Robinson, eran los temidos en el barrio. Para cuando TP llegó, era el dueño del balón para comandar su ofensiva en su primer año de novato. Posteriormente Robinson dejaría la franquicia y Manu Ginóbili se les sumaria para formar el big three más ganador de todos los tiempos, con mayor cantidad de partidos jugados y mejor margen de victorias.
El éxito de Parker en el equipo fue tan grande que consiguieron 4 anillos de campeón en menos de 15 años con apenas 4 años de diferencia entre cada anillo. Haciéndose de algo imposible para su natal Francia, el primer jugador europeo en ganar un MVP de Finales de NBA. Fue en 2007 y también fue seleccionado All Star en su año de campeón.
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Una envidia y reto para nuevos europeos
Luego de su primer titulo NBA en 2006, consiguió 1 medalla de oro, 1 de plata y 1 de bronce en sus participación con la Selección de Francia. El oro ganado en 2013 fue algo digno de verse, repitió su hazaña con los Spurs y conquisto de igual forma el MVP del torneo y fue nombrado el jugador del año del basquet europeo.
Para Gregg Popovich era el pupilo más apegado a su filosofía dentro y fuera de la cancha. “Gana o pierde con clase, da un pase extra. No importa si es un buen tiro, siempre hay un mejor tiro con un compañero mejor posicionado“. Su manera de manejar el balón era excepcional, sus movimientos en el poste bajo contra rivales de mayor estatura nos dejaba con los ojos brillando al ver como era capaz de anotar. Era el base aplicado dispuesto a absorber la mayor cantidad de información posible con tal de manejar de mejor manera el balón.
Sin duda alguna, un futuro exaltado a la gloria de la franquicia. Equipo que lo vio nacer y le dio un puesto asegurado en el Salón de la Fama. A día de hoy su forma de juego a influenciado a muchos y abrió las puertas a jugadores europeos que miraban imposible pisar tierras estadounidenses para estar en el mejor basquet del planeta.
En la madrugada del lunes 11 al martes 12 de noviembre 2019, en San Antonio ha llegado el momento de colgar la camiseta de Parker al lado de sus compañeros de big three. Las 17 temporadas en el club de sus amores se verá inmortalizado con el ‘9’ colgando al lado del ’20’ y ’21’. Aunque cueste pensarlo, los Spurs nunca serán los mismos.
En su carrera acumuló:
– Mejor quinteto de rookies de 2002.
– Campeón de la NBA 2003, 2005, 2007 y 2014.
– MVP de las Finales de 2007.
– 6 veces All Star.
– 3 veces en el segundo mejor quinteto.
– Campeón del concurso de habilidades 2012.
– MVP del Eurobasket FIBA 2013.
– 1 oro, 1 plata y 2 bronces en Europeos FIBA.
Por eso y mucho más, merci Tony Parker.