Trae Young, vital en Atlanta
El base de los Hawks empezó la temporada disparado como una bala. Un anotador compulsivo que superó los 75 puntos en sus primeros partidos, consiguiendo récords con ello. El equipo ganaba partidos y el desempeño del ’11’ no podía ser mejor. La mejora era esperable dando por hecho que es sophomore, pero el impacto que está desarrollando supera las expectativas. Una afición que se encontraba en busca de la luz, la ha encontrado. En el draft del 2018 tuvieron la dualidad del genio esloveno o el triplista de Oklahoma, aunque dando por hecho una cosa: Ambos son perfectos para convertirse en el emblema de una franquicia. Los dos han dejado muy claro en estos pocos encuentros que ya pueden bailar con los mejores desde su segunda season.
En el que se podría decir que es el mejor momento hasta ahora de la corta carrera de Young, le llegó un inconveniente. Una lesión de tobillo que le iba a dejar una semana fuera de la dinámica. Una muy mala noticia para los de la ‘Ciudad del Durazno’, aunque fuera un corto periodo de tiempo. A esto se le sumó la baja de 25 partidos por culpa de una sanción a John Collins. Siempre se dice que las tragedias nunca vienen solas, y no hay sido una excepción.
Por suerte para los de Atlanta, el guard se pudo reincorporar anoche para la visita de los Spurs a su pabellón. Un rival muy complicado, contra el que se notaría la falta del ala-pívot en la lucha contra LaMarcus Aldridge – quien no tuvo la noche con 6 canastas y 2 tiros libres anotados -. Un contexto que obligaba a que De’Andre Hunter y Cam Reddish dieran un paso al frente. Ambos lo hicieron, sobre todo el primero, y empiezan a parecerse a los prospects que se seleccionó en el draft. El alero terminó con 16 puntos y 8 rebotes, mientras que el escolta con 12 puntos y 3 rebotes.
La velada fue una gran cita de baloncesto. En el primer tiempo se dedicaron a medirse las fuerzas, llegando a una sola posesión de desventaja los locales al ecuador. El conjunto de Popovich estaba siendo superior, pero no conseguía sacar diferencia en el resultado para poder encontrar la comodidad que sus prestaciones merecían. Una vez vueltos del descanso, los Spurs estuvieron de nuevo a un nivel superior, pero esta vez con el electrónico a su favor. Un parcial de 33 – 26, aumentado el punto que tenían de antes, les colocaba en el tramo final con muchas papeletas para ganar.
Hasta ese final del 3Q, Young solamente había llegado a los 13 puntos, aunque en la órbita de las 10 asistencias.
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En los últimos minutos fue donde Trae explotó. Una supernova pasó por encima de los texanos. Las cifras de anotación de todo el encuentro para él aumentaron considerablemente en solo este cuarto con 16 puntos (4 triples). Una demostración de funcionar mejor en los momentos de presión. La situación se invirtió totalmente para Gregg, quien vio como los suyos estaban 8 puntos por encima y exactamente las canastas que metió el base de los Hawks fueron las que les pusieron 8 por debajo. Una remontada que acabó con un 100 – 108 y devuelve a Atlanta, de la mano de su jugador estrella, a la senda de la victoria.
Los de San Antonio realizaron en el encuentro 18 asistencias, una cifra regular si no fuera porque Trae además de los 29 puntos también firmó 13 asistencias. La ausencia durante unos partidos parece no haber afectado ni lo más mínimo. Un joven que aspira a poder colarse en su primer All-Star si el récord de su equipo se lo permite – hasta el momento han conseguido mantenerse en un equilibrado 3 – 3 después de haber tenido ya que enfrentarse a Spurs o 76ers -.
