La NBA le da una oportunidad a los gemelos Martin
El jugador de North Carolina State se presentó al draft de 2019 con la ilusión de comenzar su carrera profesional, pero no tuvo hueco entre los 60 seleccionados y quedaba a la espera de que le llamen. Una primera plantilla o un equipo de la G-League, cualquier oportunidad era buena para alguien que había sentido el ‘rechazo’ de ver como draftean a tantos por delante suyo. En college su etapa no fue mala, de hecho tiene hasta distinciones individuales como aparecer en el mejor quinteto Mountain West dos veces y ser el mejor jugador en una ocasión. Como universitario, consiguió algo de curriculum que siempre es importante.
El hermano, que si coronó siendo elegido con el pick 36º por los Hornets, había tenido mejor arranque de carrera profesional. En la etapa universitaria no se separaron nunca, saliendo de NC juntos hacía Nevada. En la NBA no iba a tener tantas posibilidades de compartir plantilla, o al menos eso parecía. Los de Charlotte se han fijado en el gemelo de su rookie y han decidido hacerle un contrato de 3 años parcialmente garantizado para formar parte del afiliado Greensboro Swarm y poder subir al primer plantel. Un auténtico sueño para ambos que pueden continuar compartiendo camiseta y creciendo juntos como deportistas.
Las dos primeras temporadas de Caleb en la NCAA no fueron muy destacados. Hasta su llegada a Wolf Pack no mostró todo su potencial. En la tercera season ya superó los 18 puntos media con una gran mejora en sus todos sus porcentajes, además de mejorar en el resto de aspectos del juego.
Su primera etapa no fue superando los 11’5 puntos y sin contar con mucha regularidad en los quintetos titulares. Un jugador que podría tener materia prima para evolucionar, pero que no conseguía demostrar lo que vale.
En el 2018/19 siguió progresando hasta los 19’2 puntos, y siendo el titular indiscutible del equipo. La efectividad de acierto en los lanzamientos bajó, pero seguían siendo bastante aceptables y le convertían en un novato que podría ser interesante para alguna franquicia en un pick no muy alto. Aunque como ya comentamos, no fue así y tuvo que ‘sacarse las castañas del fuego’.
En la entidad de su hermano, el 31 de julio de 2019, le dieron un periodo de prueba para ver que tal funcionaba. La situación derivó, el 19 de octubre de 2019, en un contrato de dos vías. Este no iba a ser el contrato definitivo. El mismo día Martin acordó un acuerdo de tres años parcialmente garantizado con los Hornets. Un escenario ideal sin mucha competencia y donde van a desarrollar a los jóvenes.