La importancia perdida de Jimmy Butler y J.J.Redick
Resta una semana para el comienzo de una nueva temporada en la NBA y en Philadelphia se respira una extraña mezcla de esperanza y cautela. Con menor competencia en el Este, los 76ers han logrado salvar el verano con la renovación de Tobias Harris y las incorporaciones de Al Horford y Josh Richardson. Sin embargo, estos movimientos no se han hecho al azar, sino que responden a la salida de dos piezas fundamentales hasta el momento: Jimmy Butler y J.J.Redick. ¿A quién echarán más de menos en la franquicia de Pensilvania? O, desde una perspectiva más general y precavida, ¿son los 76ers mejor equipo que hace 365 días?
Nadie discutirá la superioridad general de Jimmy Butler sobre J.J. Redick. Como tampoco podemos negar que el escolta, ahora en Pelicans, fue crucial en unos 76ers muy necesitados de lanzamiento exterior durante el pasado curso.
Cuando Elton Brand envió a Robert Convington y a Dario Saric a Minnesota en el traspaso por Jimmy Butler y, posteriormente, a Wilson Chandler y Landry Shamet a Los Ángeles para incorporar a Tobias Harris, Redick se convirtió automáticamente en una de las pocas armas exteriores del equipo.
La ofensiva de Brett Brown se basó en una conexión constante entre Embiid y Redick –el escolta fue líder de la competición en porcentaje de utilización en situaciones de ‘hand-off’, número de posesiones en las que aplicó dicho recursos y EFG% en estas situaciones de juego (entre los jugadores con más de dos lanzamientos por partido-. Un impacto sustancial y evidente que no queda nada claro que Josh Richardson pueda repetir, o, como mínimo, acercarse, ni convertirse en el nuevo mejor socio de Embiid.
Uno de los factores clave para completar este vacío residirá en Tobias Harris, quien deberá recuperar su versión anotadora previa a su llegada a Philly, la tan ansiada reconversión de Ben Simmons y la incorporación de este recurso a su arsenal y en una segunda unidad con piezas capaces de crear peligro desde el triple. Como dato: los 76ers fueron, el curso pasado, el 11º equipo que menos lanzamientos de tres puntos logró anotar.
Parémonos en Ben Simmons. Durante sus dos primeras temporadas en la liga, el australiano ha intentado un total de 17 triples, con pleno de errores. Estos últimos meses, no obstante, han arrojado un cambio de tercio. Simmons ha mostrado avances durante el verano en diversos vídeos difundidos en redes sociales y ha conseguido ya sumar algún acierto en pretemporada. Una mejoría que se verá obligado a demostrar a ritmo de competencia NBA habitual.
Un quinteto inicial compuesto por Joel Embiid, Tobias Harris, Josh Richardson y Al Horford, flanqueando a Simmons, carece de especialistas en el tiro de tres, por lo que cualquier evolución mostrada por sus componentes será bien recibida en Philadelphia. Todo ello sin olvidar que, pese haber demostrado una efectividad correcta desde dicha distancia, el pívot camerunés no se ha cansado de repetir que cuanto más cerca del aro juegue, mejor.
Por su parte, Jimmy Butler fue un tirador mucho más discreto, cuyo esfuerzo parecía aumentar y disminuir de forma variable durante la regular season. Su importancia, no obstante, quedó patente en Playoffs. Cuando Simmons se convirtió –muy cuestionada esta baza- en el catalizador de las últimas posesiones en la serie ante Toronto, Butler comenzó a operar más con el balón como un facilitador más que necesario en el pick&roll.
En defensa, la balanza cambia de forma absoluta pero la pérdida general en Philly se mantiene. Jimmy Butler es uno de los mejores defensores exteriores de la NBA, mientras que Redick sufría en dicho costado, siendo objetivo preferencial de las ofensivas rivales. En este caso, el perfil de Josh Richardson, mucho más físico y atlético, pueden compensar estas diferencias, quien sabe si minimizarlas.
En definitiva, el mayor problema con el que se encontrarán los 76ers será el de reemplazar el gran impacto bidireccional de Butler, un esfuerzo descomunal en el que deberán invertir todos sus esfuerzos, jugadores y cuerpo técnico por igual. Sin embargo, en momentos puntuales de la temporada –tanto en RS como en PO- el acierto exterior de Redick puede echarse en falta notablemente.
Por suerte, las dudas de si estos 76ers son mejores o no que los del pasado año encuentran un frente abierto, más halagüeño: sin Kawhi Leonard en Toronto y con los Celtics dando bandazos, tan solo los Bucks se presentan, a día de hoy, como una competencia real para el imponente núcleo formado por Elton Brand.