El trabajo y la constancia de Queralt Casas hasta llegar a Tokio
Muchos años de carrera en la élite europea pasando por equipos como Rivas Ecópolis, Galatasaray o Sopron Basket. Ahora está de regreso a la liga española desde hace unas temporadas en uno de los mejores momentos de su carrera en lo individual y en lo colectivo.
Desde la Selección sub-16 hasta el presente dispuesta a sacrificarse, hacer lo que los entrenadores le pidan en cada jugada y poner su garra por el bien de sus equipos. Una jugadora de las que siempre da gusto tener en tu bando y no en contra.
Son incontables las horas de trabajo durante todo este tiempo y ahora que se cosechan los resultados estando ante sus primeros Juegos Olímpicos tras firmar una de sus mejores campañas logrando un trofeo continental y varios subcampeonatos nacionales es cuando realmente ha merecido la pena esa inversión de tiempo en el baloncesto.
Ya tiene un gran recorrido por las categorías inferiores y también por la absoluta pero los Juegos nunca habían tocado a su puerta hasta ahora. Es un evento al que es muy difícil conseguir llegar.
Además de no pisar freno con la pelota naranja, hay que sumar la parte mental: La jugadora catalana sabe lo que es quedarse fuera de la convocatoria de la Selección Española otros veranos y seguir trabajando esperando a que llegue la próxima oportunidad o también está la pandemia que nos ha afectado a todos de alguna manera. Por eso este año tan importante con un EuroBasket y unos Juegos el destino la recompensó. Como no podía ser de otra forma tras sus últimos meses en LF Endesa y la EuroCup.
“Cumpliendo el mayor sueño de mi carrera deportiva” publicó Queralt en su cuenta de Instagram con una foto junto a los aros olímpicos en Japón. Y le ha llegado el momento de cumplir ese objetivo y de estar en Tokio a raíz de mucho esfuerzo y de haber ayudado a que el Valencia Basket se posicione en lo alto del continente.
Casas fue la MVP de la Final Four de la EuroCup siendo determinante para que las taronjas logren su primer título y no podía faltar con el combinado nacional durante estos torneos. El sacrificio y la constancia de toda su carrera se han visto recompensados en este 2021 habiendo conseguido una gran temporada con su equipo y entrando en la lista definitiva de los Juegos para conquistar una meta que es perseguida por cualquier atleta de primer nivel en todas las disciplinas.
Desde que es muy joven, Queralt, ha brillado fuera de España. En febrero de 2012 fue elegida por FIBA Europa como la segunda mejor jugadora joven del continente, por lo que su MVP de la EuroCup ha sido la culminación de la proyección que tenía desde antes de fichar en Rivas y hacer la pretemporada en la WNBA con Minnesota Lynx.
En el 2013 ya fue llamada para la Selección y ganó la medalla de oro, pero en los siguientes torneos no estuvo entre las elegidas hasta que en el 2018 volvió a la lista para el Mundial donde consiguió el bronce. Desde entonces ha sido una fija para Lucas Mondelo y se lo ha ido ganando. Muchas veces su rol no es el más destacado, pero siempre ha sido importante para sus equipos con su energía y determinación.
A sus 28 años y con todavía mucha carrera por delante, la escolta está en un tramo muy dulce de su trayectoria y quizá lo mejor falta por llegarle. Ya son bastantes veranos con la Selección en distintos torneos y está instalada en un proyecto como Valencia que se prepara para pelear por más títulos.
Ya se quitó de encima la presión de ganar medallas en EuroBasket o Mundial y de estar en los Juegos, además de haber sido la mejor de su club en un título europeo. Una vez llegado a este punto de haber tachado tantas cosas de la lista de pendientes por hacer puede seguir compitiendo pero con mucha más tranquilidad gracias a todo lo logrado.
Imágenes vía: FIBA y Queralt Casas en Instagram
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