Candace Parker, ¿pudo ganar más veces el MVP?
La etapa universitaria de Candace Parker fue un buen prólogo de lo que vendría luego. Se veían destellos de una chica que apuntaba a acariciar la grandeza con el paso de los años. Desde muy joven mostraba grandes cualidades con la pelota a la hora de manejar, pasar, colocarse en la cancha, disparar o muchas otras facetas. Una jugadora total y que ocupaba los puestos interiores. Además de tener un físico que le daba muchas ventajas con respecto a la mayoría de defensoras contra las que tenía que verse las caras, llegando incluso a hacer un mate en partido oficial de la NCAAW con las Lady Vols.
No tardó en destacar. Todo lo contrario. Antes de llegar a ser profesional se estaba ganando un nombre en el mundo del baloncesto. Cuando llegó el Draft 2008, tanto ella como otra prospect iban a encabezar la lista. Ambas serían posteriormente MVP de la WNBA, por lo que cualquier elección era buena. Aunque claro, no sabemos realmente si cada una de ellas hubiera tenido el mismo rendimiento habiendo tenido un camino diferente. El destino es como es y hay cosas que no deben ser alteradas, como no ver a Candace utilizando otra camiseta en la mejor liga norteamericana.
Los Angeles Sparks tuvieron una gran decisión que hacer, y que pudo cambiar mucho el destino a corto plazo. Tuvieron delante a Candace Parker o Sylvia Fowles para utilizar su primera elección y empezar a construir un proyecto campeón a su alrededor. Ambas interiores y con una gran expectativa para sus carreras, por lo que no se convirtió en algo que se piense rápido.
Las angelinas pusieron su futuro en las manos de Candace, y el tiempo no tardó en darles las razón. Al revés. En esa temporada 2008, su nueva jugadora no solo ganó el premio a la mejor novata sino que fue nombrada la MVP de la temporada regular y se ganó una plaza con la Selección de Estados Unidos. En este último evento, consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Beijing. Un debut que es imposible mejorar y más si se analiza como se fueron dando los sucesos. Fue la primera de la historia en ganar el premio a la mejor jugadora siendo debutante en la liga.
El primer partido de Parker en la WNBA fue contra las Phoenix Mercury, haciendo el récord de más anotación por una rookie. Una línea estadística cercana del triple-doble, con 34 puntos, 12 rebotes, 8 asistencias, 2 robos y 1 tapón. El mejor registro que una jugadora ha hecho para presentarse a la WNBA. Con ello dejó claro que aquella joven estaba en Los Angeles para marcar una época. Con la Selección en ese año hizo 9.4 puntos y 4.5 rebotes, anotando 14 puntos en la final. Y con ello mostrando que no se arrugaba en los partidos importantes.
En la siguiente temporada bajaría el nivel por cuestión de la maternidad, perdiéndose incluso el primer tramo de la regular, mientras que al año siguiente tampoco estaría al máximo nivel físico y mental. Solo estuvo en 10 partidos debido a una lesión en el hombro y un menisco desgarrado en la rodilla derecha, siendo una lástima. Esa temporada estaba siendo incluso mejor que su año MVP en algunos números, por lo que era una gran candidata a volver a ganar la distinción individual.
Candace en el 2010 anotaba y reboteaba más que cuando llegó a la liga, teniendo estadísticas similares en otros apartados. El mayor problema que llegaría para llevarse ese premio no sería en lo individual. Las Seattle Storm hicieron un récord de 28-6 en la regular, por lo que se hacía casi imposible que no recibiera el premio a la MVP alguna jugadora de ese equipo.
En ese año Parker tuvo una gran ausencia de 24 partidos, por lo que también el registro de las Sparks se hubiera condicionado mucho de haber podido contar con ella durante el resto de meses. Algo que quedará en un ‘what if’, dado que fue Lauren Jackson quien se llevara el MVP en ese año. El caso de Candace es simplemente una proyección de lo que podría haber pasado jugando más encuentros.
El 2013 fue el año donde la jugadora de las Sparks ganara por segunda vez la distinción, teniendo su franquicia el segundo mejor registro por detrás de las Minnesota Lynx y haciendo unos números de 19.7 puntos, 8.7 rebotes, 3.8 asistencias, 1.2 robos y 1.8 tapones. Una temporada antes de que Williams Group Holdings renunció a las Sparks y quedó un futuro incierto en la franquicia. Aunque todo terminó llegando a buen puerto como sabemos.
Volviendo a las cosas que pudieron pasar, hay que ir a el año 2015. Donde la propia Candace decidió perderse parte de la temporada regular hasta después del parón del All-Star, por lo que se quitó ella las posibilidades de volver a ser la mejor jugadora del mundo por tercera vez en esta ocasión. Cosa que seguramente no hubiera hecho sabiendo el nivel de juego al que estaría, o quizá sin el descanso no hubiera estado a ese nivel. Nunca lo sabremos.
Durante los 16 partidos que Parker estuvo en esa temporada, firmó 19.4 puntos, 10.1 rebotes, 6.3 asistencias, 1.9 robos y 1.8 tapones. En todos los aspectos estuvo entre las mejores de la liga, siendo además la mejor marca de asistencias por una jugadora que no sea guard en la historia. Si hubiera jugado la primera mitad de la regular y hubiera mantenido ese nivel, podría haber tenido muchas papeletas para ser la MVP.
El registro de Los Angeles, de nuevo, se vio muy influenciado por no contar con su mejor jugadora la mayoría de los partidos, por lo que en este ‘what if’ también entrarían las victorias que hubiera conseguido Candace. Dado que el récord de las Sparks fue de 14-20, siendo muy mejorable para que su estrella optara a ser la MVP. Las Chicago Sky de Elena Delle Donne tuvieron el tercer mejor récord, por lo que no hubiera sido complicado para Parker luchar el premio si las Sparks estuvieran más arriba en la tabla y ella hubiera jugado todos los partidos.
En el 2019, nada más empezar la temporada tuvo que ir a la enfermería. Una lesión en los isquiotibiales durante el primer juego de pretemporada de las Sparks y se descartó durante un mes. Empezando con mal pie. Su primer partido fue el 18 de junio, haciendo un 1 de 9 en tiros de campo. Una introducción digna al peor episodio de su carrera. Todos sus números bajaron y solo disputó 22 partidos. Una situación que debería cambiar en el caso de jugarse la temporada 2020 si quiere volver a tener opciones de pelear por ser la MVP de la liga.
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