Sparkle Taylor, de Flint a UTEP Miners y el resto del mundo
La alero nacida en Michigan no jugaba a baloncesto desde que tenía edad para empezar a poder coger la pelota ni mucho menos. Fue en séptimo grado donde empezó a tener contacto con el deporte, y destacando a un gran nivel desde el principio. Un talento natural que tarde o temprano estaba destinado a terminar con una bola naranja entrando repetidas veces en un aro durante su vida.
En los primeros pasos de su carrera ya destacaba, haciendo crecer su nombre mientras jugaba en Northwestern High School, en su misma ciudad. Y no solo brillaba entre sus compañeras, sino que Associated Press Class B la añadió como junior y senior en el mejor quinteto de todo el Estado, entrando también en Flint Journal area Dream Team durante sus últimas temporadas en NHS haciendo unos números de escándalo.
Solo estaban siendo sus primeras temporadas y ya firmaba 28 puntos y 10.6 rebotes de media, siendo un arma letal en ataque. En esa temporada senior registró diversos triples-dobles con asistencias y robos, quedándose muy lejos de ser una simple anotadora. Sparkle ha sido desde sus inicios una jugadora absoluta y que es capaz de hacer de todo. Un poco en inspiración de su ídolo, LeBron James.
«Sí, soy una gran gran gran fan de Lebron James. Es increíble dentro y fuera de la cancha, un verdadero líder. Y sí, trato de reflejar muchas cosas de su juego en las mías, especialmente este año porque se ha convertido en un gran creador de juego para sus compañeros de equipo y eso es lo que me gusta hacer, y quiero hacerlo cada vez con más con regularidad. Estoy todo el tiempo viendo sus mejores momentos en YouTube o sus documentales y cómo hace las cosas. Aprendo mucho de él», me dijo Sparkle Taylor sobre su ídolo.
Desde 1999 que los de Northwestern no ganaban el título de distrito, y fue con el paso de una jugadora que hasta noveno grado no había jugado nunca en un equipo que volvieron a saber lo que hacer esa celebración. Cosas más que suficientes para tener un hueco en la primera división de la NCAAW. Más en concreto en las UTEP Miners. Una universidad donde empezaría su siguiente aventura antes de dar el paso a ser profesional.
En las primeras temporadas tuvo un rol más secundario que en el instituto, siendo difícil seguir teniendo el mismo impacto en el juego. Aún así promedió más de 10 puntos con menos de 19 minutos de media en la cancha tirando cerca de un 45% en lanzamientos de campo. Y lo más importante, trabajando día a día para conseguir hacerse con el puesto de titular antes de terminar la carrera universitaria consiguiendo ser C-USA Sixth Player of the Year en 2016. En la temporada 2016/17 lo consiguió, firmando 18.4 puntos, 6.4 rebotes y 1.1 robos de media antes de irse de las Miners.
Sin tener aún la oportunidad para ir a la WNBA y siendo joven todavía, se encuentra en España buscando a golpe de partidazos la llamada de la mejor liga del mundo. Es una de las mejores anotadoras de la historia de la LF2, haciendo partidos de más de 30 puntos con mucha facilidad. En la presente temporada, Taylor lleva una media de 23.39 puntos, siendo la tercera de todos los tiempos que consigue superar la barrera de los 23 puntos de promedio. Una cifra que desde el 2006 no se le veía a nadie y que le sigue dando motivos para tener confianza en ella misma de ponerse el límite en el cielo.
Ahora mismo @_sparkletaylor_ es la única jugadora que promedia más de 23 puntos en LF2 desde el año 2006 y es la tercera en hacerlo durante todo el siglo XXI.
Erika Gomez 25.04 puntos en 2003/04
Lidia Gesteira 24.54 puntos en 2005/06
Sparkle Taylor 23.39 puntos en 2019/20 pic.twitter.com/lg1NqCPVrN— Manu Fresno | WNBA en español (@Maanuf96) March 1, 2020
«Mi sueño era jugar siempre al baloncesto en un nivel alto. Realmente no tengo un equipo específico con el que me gustaría jugar mientras pueda estar en la élite y que los fanáticos y mi familia estén orgullosos», dijo Sparkle sobre su futuro y posibilidades de llegar a la WNBA y hacer carrera en el país que la vio nacer. Ya tuvo una experiencia en Chipre antes de ir a las Islas Canarias para seguir creciendo como profesional a la sombra de los focos de grandes competiciones. No por ello con menos proyección de futuro.
Durante su estancia en el SPAR Gran Canaria ha tenido el apoyo de presidente, entrenadores y compañeras para crear el escenario que necesita una jugadora de estas características. Por muy buena que sea, sin un equipo remando a la misma dirección y sabiendo jugar mientras brilla, Sparkle no podría destacar como lo hace.
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