Ben Simmons, una estrella infectada por la modernización
El baloncesto, como cada deporte en este mundo, ha ido evolucionando con el transcurso de los años concluyendo en el modelo que finalmente apreciamos hoy en día. Actualmente, en la NBA predomina el uso del triple, faceta del juego que todos los jugadores se ven necesitados a adquirir para mejorar como profesional. Sin embargo, un jugador el cual no parece haber progresado en este recurso es Ben Simmons.
El base de los 76ers, cuestionado muchísimas veces por su falta de intento desde la línea de tres, es una de las mayores víctimas del nuevo modo de planteamiento que la liga causa en los jugadores. El tiro de tres puntos es la arma más temible de la actual NBA, por ello, ante la carencia de experiencia por parte del australiano en este aspecto, han sido muchos los aficionados o periodistas que le han criticado.
No obstante, y a pesar de no contar con la virtud de ser una amenaza exterior; Ben Simmons es uno de los mejores bases de la NBA. Ello conlleva a que os dirija una pregunta observando el caso de Simmons: ¿Hay vida más allá del triple?
¿Una debilidad sin argumentos?
Para empezar a analizar la historia de este jugador con el triple, nos vemos obligados a remontarnos a su etapa universitaria. Simmons realizó una temporada en la Universidad Louisiana antes de presentarse al Draft. Una campaña en la cual destacaría por todo lo alto siéndole otorgado muchos premios. Pero, ¿Que deparó su año universitario en cuanto a tiros de tres?
Intentando un total de 3 triples en los 33 encuentros que disputó, el actual base de los 76ers anotó un sólo triple con la camiseta de LSU. Su desistimiento al lanzamiento exterior fue la causa de las prontas incertidumbres sobre él, las cuales perduran hasta hoy en día alcanzando niveles límite.
El prototipo de jugador físico como organizador de juego parecía haberse afianzando en él desde la etapa en el Instituto. Y, a pesar de las numerables dudas que se habían despertado en él, Simmons acabó siendo el pick número 1 del Draft de 2016. No sería hasta la campaña 2017-2018 cuando el base debutaría con los 76ers por culpa de una lesión que le dejaría fuera en su año ‘rookie’.
¿Falta de confianza?
Esta campaña, a pesar de la esperanza que teníamos en que Simmons intentaría al menos tirar triples en cada encuentro, no hemos observado ninguna progresión. Ha intentado un total de 6 triples en los 53 partidos que ha disputado, anotando 2 de ellos. Un nuevo fracaso para la trayectoria del australiano, el cual no está encontrando comodidad en esta faceta.
¿Será la falta de confianza la razón con la que justificar la debilidad que sufre Simmons? ¿Será su propia identidad la idea la cual le cause rehusar de tiros de larga y media distancia? No sabemos la respuesta. Sin embargo, unas declaraciones de Brett Brown hace unos meses, culpándose a él mismo del fracaso de Simmons con los lanzamientos exteriores.
Evidentemente he fallado en esto. La atención que este tema ha generado es remarcable y además pienso que yo he ayudado a agrandarla. Por eso me culpo a mí mismo. Lo más importante para el equipo es que él ayude y que se ayude a sí mismo.
Un patrón diferencial siendo base
El desempeñar la función de director del equipo, como es el caso de Ben Simmons, trae consigo la necesidad de predominar en la faceta organizadora. Ben cumple este aspecto a la perfección, además de ser el más alto de la liga en asumir este rol. Sus características físicas le ayudan a sacar ventaja de sus defensores, los cuales, mayormente, carecen del cuerpo que él posee.
En el aspecto de asistidor, Simmons es el 5º jugador de la liga que más asistencias realiza en cada encuentro, lo cual argumenta su gran contribución en el foco de anotación de su equipo. Además de estar caracterizado como un magnífico organizador de juego -como ya hemos comentado previamente- el australiano también está considerado como uno de los mejores defensores de la liga. Lidera la liga en robos realizados por encuentro (2.2), debido a que su alta intensidad en defensa le ayuda a bloquear ofensivas rivales.
A diferencia de los jugadores de su posición, el lanzamiento que más intenta este jugador se ubica dentro del aro. Esta cualidad le atribuye como un base diverso al resto, por lo que sus rivales saben de las limitaciones de él al tenerle en frente, dejándole el lanzamiento exterior sin defensores. No obstante, por una u otra razón, en vez de tirar un triple Simmons toma la decisión más comprensible: Penetrar hacia canasta. Promedia un 63.9% de acierto en tiros de entre 0-3 metros de distancia del aro esta campaña.
El techo en el cielo
Ben Simmons llegaba en su momento a la NBA como uno de los mejores prospectos de la década. Y no falló. A pesar de las muchas controversias e incertidumbres que giran a su alrededor con motivo de crítica, el australiano es uno de los mejores bases de la liga y una estrella. Si vemos una gran progresión en el aspecto tirador, incorporando el triple a su juego, llevará su juego personal a lo más alto y será un jugador más difícil de parar.
En conclusión, y respondiendo a la pregunta dirigida en los primeros compases del artículo, vemos en el caso de Simmons un gran proyecto sin experiencia exterior. Esto nos conlleva a pensar que, en la actual NBA donde destaca el gran modelo de anotación de larga distancia, Ben Simmons es una estrella contracultural.
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