La actitud es tu peor enemigo: La historia de Gilbert Arenas
La vida no siempre le sonríe a un jugador de la NBA. Ya ha sido conocido por muchos que jugadores de la actualidad sufrieron para llegar a donde se encuentran ahora. Donde la actitud, la familia y la gente que les rodea influye mucho en como se van a desarrollar dentro y fuera de la cancha. Esta es la historia de un jugador que probablemente has escuchado una mala pasada de su vida, que le costó su carrera y legado en la NBA: ¡Agent Zero» o Gilbert Arenas.
Gilbert, nacido en la calurosa Florida. A temprana edad se mudÓ con su madre y padre a Hollywood, donde junto a su familia tenían que vivir en su auto con tal de sobrevivir en una de las ciudades más caras de los Estados Unidos. Su refugio, fue el baloncesto. No pasó mucho tiempo para que Gilbert Arenas hiciera historia, rápidamente se hizo popular en su escuela secundaria. Su último año lo terminó promediando 33.4 puntos y 7.9 rebotes. Esto le bastó para posteriormente ser elegido por una de las universidades más prestigiosas. Los Wildcats de Arizona serían su alma mater, Teniendo gran renombre en torno a bases y escoltas que son exportados a la NBA.
Arenas estaba dando pasos agigantados en poco tiempo. Pero su mayor enemigo, era su actitud. Se le miraba en las calles, rompiendo vidrios de autos, relacionándose con vendedores de drogas. Por supuesto haciendo cosas que hoy en día no son bien vistas por la liga y mucho menos una franquicia.
Sumado a lo anterior, cuando llega en su primera temporada en los Wildcats de Arizona. Su entrenador hace lo impensable diciendo lo siguiente: «Nunca llegarás a jugar ni un solo minuto en la NBA, y aquí (Arizona) no jugarás mucho si no te pones a trabajar«. Pese a todo ello, Gilbert Arenas decidió creer únicamente en su persona. Ni más ni menos, con ello se hizo de 29 minutos en cancha y 16.2 puntos y 2.3 asistencias. Estadísticas muy por debajo de lo que a un caza talentos NBA hace voltear su mirada.
Pero es aquí donde inicia el viaje de «Agent Zero». Gilbert Arenas sabe que su peor enemigo es su actitud así que confía en su potencial y se hace elegible para el draft, en concreto en el año 2001. Donde los Golden State Warriors lo eligen en la segunda vuelta. En la posición 31, un golpe desgarrador ya que Arenas soñaba con ser elegido primero. Al llegar a su training camp de novato, otro nuevo golpe. En ese entonces su entrenador Dave Cowens le hizo saber que no le agrada la idea que se saltara su ciclo universitario y pese al horrible récord de la franquicia en esos años no va a utilizarlo, jugaría cero minutos.
Pero en un giro de eventos sin precedentes, nuestro villano es ahora un héroe. Un héroe que promedia 19 puntos y que para el año 2003 gana el reconocimiento de «Most Improved Player» al tener el salto más grande de mejora en esa campaña. Luego de dicho galardón, su primera agencia libre llega y un contrato de 65 millones por parte de los Wizards aplauden su esfuerzo, para darle el voto de confianza y reconstruir su franquicia.
Lastimosamente, su primera temporada perdería 27 partidos por culpa de una lesión. Al volver, lideraría a los Wizards con 19 puntos y 5.9 asistencias. Arenas se convertía en una maquina de dobles-dobles. Pese a ello, el equipo terminaría con un balance negativo de apenas 25 victorias. Pero como todo en la vida y particularmente en la cabeza de Gilbert Arenas, todo debe cambiar.
Es el año 2005 y la famosa frase «From zero to Hero» hace su aparición. Arenas hace historia. Lleva a los Wizards a playoffs. Ni si siquiera su majestad Michael Jordan fue capaz de realizarlo, aunque ya volviendo de sus retiros. Gilbert Arenas no paro ahí, también logró que 3 de sus compañeros titulares llegaran a un partido de estrellas y forma parte de la mejor dupla anotadora de la NBA en ese año. Todo es miel sobre hojuelas. Tanto que registró un partido de 60 puntos siendo este el mejor récord en la franquicia desde 1980, manteniendo una racha de 3 All Star consecutivos. Además. volviendo a repetir en playoffs. Para conseguir la cereza en el pastel con una convocatoria al equipo de las barras y las estrellas para disputar el mundial de 2006 en Japón. Aquí tuvo que declinar esta invitación ya que sufrió una nueva lesión.
De aquí en adelante es donde todo se viene abajo y se da a conocer el escándalo alrededor de su carrera. Algo que no merece entrar en detalle. Porque hay que ser demasiado bueno como para dar vuelta a tus expectativas en tan corto tiempo. De nuevo, la actitud fue su peor enemigo. Gilbert Arenas es prueba viviente que todo es posible y que también hay historias humildes en la NBA que tienen que trabajar el doble o el triple por conseguir su gloria.
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