¿Qué ocurre con Bruno Fernando en Atlanta?
En los Atlanta Hawks ha habido mucha inconcluencia con la rotación de los jóvenes. Una de las más llamativas es que Bruno Fernando casi no ha tenido importancia en el juego del equipo. Un posible robo del draft, que se mantuvo entre los puestos de lotería casi todo el curso universitario – el previo a llegar a la NBA -, ha estado en tercer plano para los de Georgia.
En la Universidad de Maryland hizo las cosas bastante bien, siendo un jugador productivo en ambos lados de la pista y generando gran expectación. Ahora, una vez siendo profesional, parece que se empieza a ver el motivo que le hizo caer puestos – hasta la segunda ronda – habiendo sido pronosticado pick 14º poco tiempo antes. El dominio físico que mostró jugando con tanto descanso entre partidos, como es en la NCAA, causaba dudas a los General Managers, acabando siendo un poco como Bol Bol – habiendo caído mucho más este segundo por culpa de una lesión -.
Después de no terminar de adaptarse a estilo de juego tan vertical que proponen los Hawks, tuvo que acudir a la G-League, para estar con el equipo afiliados. En los Bayhawks ya conocía a jugadores de su paso por la Summer League, así que dentro de lo que cabe no iba a ser un periodo muy complicado. El propio Fernando aseguró que hacía años que no jugaba tantos partidos seguidos como le ocurría en esta temporada, un factor que tampoco ayuda a que tenga continuidad en la NBA.
Chris Kirschne, para el medio The Athletic Atlanta, escribió sobre que Bruno ha tenido problemas de sueño en los últimos viajes al Oeste. Algo que viene a raíz de que se encuentra incómodo con su situación deportiva. Ha asegurado que intenta hacer lo posible por encontrar la solución, pero que lo que intenta no resulta efectivo. Un mal bucle mental para el que quizá la situación de Atlanta tampoco ayuda. El talento que tiene es el mismo que le hizo ser segunda ronda del draft, el problema es de mentalidad. El rookie se está sintiendo inseguro, y eso puede acabar pasando factura. No hay que irse muy lejos para recordar que Derrick Rose por este tipo de baches no pudo regresar de la lesión, y sentirse ‘inútil’ no es bueno para un jugador tan joven.
«La velocidad del juego es probablemente el mayor desafío para Bruno Fernando». – Lloyd Pierce.
La necesidad de adaptarse al ritmo que tiene el deporte ráfaga en los Estados Unidos, es probable que empiece a cambiar el escenario. Por ahora, el objetivo del novato debe de ser habituarse lo antes posible a los viajes, back to back y el frenético estilo de vida que tiene que llevar.
Su participación se resume en 11.1 minutos de media, habiendo sido 13.7 en noviembre y ha bajado a 6.7 en diciembre. Los problemas – antes comentados en el artículo de The Athletic – se han dejado ver en la disminución de su impacto. Una mala noticia más para Atlanta, pero una crisis para su joven interior. La evolución que tenga a nivel moral y físico – para ser capaz de jugar sin sufrir mucho desgaste – en estos meses podrá ser bastante determinante en saber como evolucionará su paso en los Hawks. No debemos olvidar que Travis Schlenk había prometido cambios, y eso abre la posibilidad de que pueda haber sacrificados en la young core.
Una de las mayores necesidades que tienen en Georgia es un pivot que les de equilibrio, un papel donde se podría esperar ver brotes verdes con el angoleño, pero que ya sabemos la historia hasta ahora. Hay que seguir con lupa que ocurra, dado que entre Alex Len y Damian Jones se rifan los minutos. El peso que pueda llegar a tener Fernando este año va a ser muy reducido. De hecho, no será raro si vuelve a la liga de desarrollo. Hasta que Pierce vea que pueda encontrarse en buen estado para jugar sin tener interferencias, es cuando empezará su verdadera carrera en la NBA. Los primeros meses ha sido solamente una continuación de la pre-season para él. El rookie wall que atraviesa es enorme, y es bastante llamativo como en Atlanta no sale bien ninguno de los planes del verano.
Una de las pocas demostraciones que ha podido hacer, fue con 13 puntos y plantando cara a Karl-Anthony Towns. Una pequeña dosis del jugador que puede ser, pero que no consigue tener el hábitat para explotar.
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