La agencia libre, ese gran rompecabezas para Los Angeles Sparks
La temporada en la burbuja no terminó de la mejor manera para el equipo angelino, siendo la cara de impotencia de Candace Parker la última imagen que quedó de ellas en Bradenton tras salir eliminadas en su primer partido de playoffs contra Connecticut.
El contexto era el ideal para que surgieran todo tipo de rumores sobre la jugadora emblema de las Sparks ya que terminaría su contrato tras ese encuentro, pero la propia Candace no tardó en dejar claro su pensamiento sobre la situación.
«No quiero dejar Los Angeles, pero al mismo tiempo este equipo tiene mucho que mejorar» fueron sus palabras confirmando que no busca otro destino y también que el proyecto debe tener otro enfoque para conseguir competir durante sus últimos años de carrera.
Así que las señales nos indican que Parker tendrá su renovación por el contrato super máximo o una cifra parecida con Los Angeles a sus 34 años y tras ganar el premio a mejor defensora de la temporada.
Hay que tener en cuenta que Nneka Ogwumike seguirá en el equipo, y lo hará cobrando 221.450 dólares por curso tras haber sido convertida en cored player por la franquicia hace unos días. A lo que se suma que Chelsea Gray también finalizó su contrato y saldrá a la agencia libre para negociar su nuevo salario.
Tras la derrota contra las Sun en los playoffs el coach y ahora también gerente general Derek Fisher dijo que lo normal sería que Parker volviera a vestir de oro y púrpura. «Hasta ahora lo que sabemos es que ella si va a regresar el año siguiente» fueron las palabras del entrenador.
En el caso de sumar a Candace con un máximo y darle otro a Chelsea significaría que el margen salarial que queda para el resto de renovaciones es mínimo. Va a ser una decisión complicada por parte de las oficinas de las Sparks, pero lo normal sería seguir apostando por su núcleo de estrellas.
Riquna Williams y Seimone Augustus son agentes totalmente libres mientras que Brittney Sykes es restringida por Los Angeles, así que estas jugadoras tienen que recibir un nuevo contrato para continuar con el equipo.
Aseguradas ahora mismo tienen a Nneka, Kristi Toliver, Te’a Cooper, Tierra Ruffin-Pratt, Sydney Wiese, Maria Vadeeva, Kristine Anigwe y Marie Gülich. La cifra de todos los salarios sumada se queda en 768.920 dólares.
Por lo que añadiendo a Parker y Gray estarían en una decena en plantilla, pero las cuentas son difíciles de encajar ya que darle un super máximo a estas estrellas dejaría el salary cup en 1.211.820 dólares cuando el tope para esta temporada es de 1.245.300 dólares. En el caso de ser una cifra menor a los 221.450 dólares permitidos como cantidad más alta, tendrían que recortarse mucho el sueldo ambas para poder seguir armando la plantilla.
¿Estarán dispuestas Candace y Chelsea a cobrar menos por el bien del proyecto? Puede ser, dado que la primera viene de pedir mejoras en el equipo y la segunda ha sido la mejor pagada la última temporada.
El contrato de Toliver, con 190.550 dólares por temporada hasta 2022, también puede hacer que darle un máximo a Chelsea sea complejo para las Sparks. Más teniendo también pendiente a Chiney Ogwumike con su contrato suspendido y de primeras solo pudiendo negociar con Los Angeles por los derechos restringidos.
Es una auténtico rompecabezas para la franquicia angelina, ya que se quedaron libres muchas jugadoras importantes en la misma off-season. Va ser muy interesante ver lo que consigue hacer Fisher en su primera temporada como gerente general ante esta situación.
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