Shey Peddy nos demostró a todos que la paciencia es una virtud
Shey Peddy era jugadora de las Washington Mystics pero teniendo un puesto testimonial en la rotación, por lo que finalmente salió cortada durante la temporada 2020 y llegó a las órdenes de Sandy Brondello, siendo una de las mejores historia del 2020 en la WNBA con diferencia.
En las Phoenix Mercury la guard se volvió una jugadora clave que llegó a ser titular en un partido de playoffs y fue determinante con un triple sobre la bocina para avanzar de ronda contra su anterior equipo.
“Todo valió la pena. Tengo un tatuaje en mi antebrazo que dice ‘la paciencia es una virtud’. Realmente lo creo. Eso resume toda mi vida. Todo sucede por una razón y en su debido momento” dijo Peddy tras conseguir la canasta más importante de la temporada de Phoenix en la burbuja.
A sus 32 años la historia de Shey es maravillosa y se ha ganado a pulso seguir siendo una jugadora de la WNBA, y por ahora seguirá siéndolo de las Mercury.
La franquicia se Arizona le había extendido la qualifying offer y Peddy la ha aceptado para mantenerse en la organización que le dio la oportunidad de disfrutar de la competición estadounidense cuando se veía totalmente fuera de la liga.
League sources confirm to @Winsidr that Shey Peddy has signed the reserved qualifying offer to return to the Phoenix Mercury#wnba
— WinsidrAryeh (@WinsidrAryeh) January 12, 2021
En Phoenix los números de Peddy en la temporada regular fueron 4 puntos, 3 rebotes, 2.4 asistencias y 1.5 robos por encuentro sabiendo adaptarse muy bien al rol que le pedía la entrenadora y ejerciendo de motor para sus compañeras en algunos tramos de partidos.
Durante los playoffs subió de 17.1 minutos de media a superar la mitad de los encuentros sobre la cancha. Su aportación estadística subió a 7.5 puntos, 3 rebotes, 1.5 asistencias y 3 robos por noche. Aunque la verdadera clave de su temporada fue el triple que le dio vida a las Mercury ante las Mystics en un partido que se planteaba complicado para seguir con vida en Bradenton y no tener que irse a casa tan pronto.
Han sido solamente 10 encuentros con Brondello dándole instrucciones, pero la coach australiana se ha quedado encantada con la irrupción de la veterana en su plantilla.
Al ser cortada por Washington, Peddy, dijo lo siguiente: “Empecé a hacer las maletas. Estaba mirando equipos y rosters y no veía ninguno que pudiera necesitar una base organizadora. Para ser honesta, mis estadísticas no fueron las mejores. No había estado jugando el mejor baloncesto para que alguien me reclutara“. A lo que la exterior añadió: “Este fue el final del viaje para mí“.
Literalmente por unos instantes vio acabadas sus oportunidades de jugar en los Estados Unidos, por suerte para ella hubo un cambio de guion que le permitió no abandonar las instalaciones de la WNBA con esa espina clavada de haber dejado pasar el tren.
“Mi estado de ánimo estaba simplemente mal. Al haberme cortado dos veces del trabajo de mis sueños, pensé que nunca tendría otra oportunidad. Entonces, estaba contemplando simplemente dejarlo” dijo Peddy tras haber conseguido volver a un equipo con la llamada de Phoenix.
“Fue una gran sensación. Tenía mariposas en el estómago. Todas estaban gritando. Intenté asimilar todo el escenario, la atmósfera. No mucha gente puede decir que su sueño se hizo realidad. Estoy viviendo mi sueño. Me tomó muchos años, pero lo logré” añadió Shey recargada de ilusión al haber podido vivir la experiencia de ser titular en los playoffs de la WNBA al lado de una leyenda de la historia de este deporte como lo es Diana Taurasi.
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