Becky Hammon y el arte de esperar el momento
Ahora mismo es una de las figuras emergentes más llamativas en los banquillos de la NBA. Es cierto que no termina de dar el paso hasta ser entrenadora jefe de algún proyecto, pero ha tenido la oportunidad de aprender a las órdenes de Gregg Popovich.
El mítico coach de San Antonio Spurs se fijo en Becky Hammon como asistente después de que sufriera una lesión de rodilla y hablaran en las instalaciones siendo jugadora de las San Antonio Stars. Aunque algo especial tenía que tener esa base para que uno de los mejores entrenadores de la historia se fijara en ella para ser su mano derecha.
Todavía está luchando por ese puesto que tanto ansia y para el que se ha ofrecido en otras franquicias, pero sabe que su momento llegará. Hammon es una experta en esperar en la segunda línea hasta que llegue su momento. Ya lo hizo como jugadora, por mucho que prometiera en el college, y ahora le toca el mismo camino como entrenadora.
Aunque para entender esto hay que remontarse hasta conocer historia de Becky en sus inicios en el baloncesto. Ella comenzó muy pronto y no tardó en destacar. Fue nombrada Miss Basketball en Dakota del Sur cuando era jugadora de instituto y se ganó un buen pase hasta la universidad. Algo que es normal después de promediar 26 puntos, 4 rebotes y 5 robos jugando en Rapid City, su ciudad natal.
En su paso a la NCAAW, sería una estrella en potencia de la conferencia WAC. Fue capaz de liderar a las Rams de Colorado State hasta avanzar rondas del March Madness y conseguir temporadas de más de 30 victorias en la regular. Solo era una joven, pero ya apuntaba maneras de ser una jugadora que entendía lo que pasaba en todo momento. Era muy raro que en la madera ocurriera algo sin que Becky estuviera al tanto de ello. Ojos en la nuca y una enorme capacidad para leer las intenciones de sus compañeras en ataque.
Durante su etapa universitaria, anotó 2740 puntos y se convirtió en la máxima anotadora de la historia de la WAC, superando a Keith Van Horn, jugador formado en Utah University. Además dio 538 asistencias y fue nombrada por los entrenadores como la mejor jugadora que mide menos de 5’8 pies en 1999.
Aunque este buen rendimiento no le sirvió para ser draftada, siendo las New York Liberty quienes le dieran la oportunidad posteriormente. En su primera temporada tuvo 6.7 minutos de media, siendo poco pero suficiente para ganarse un hueco en la liga. Fue una apuesta arriesgada por parte de la franquicia al no ser una joven salida del draft y a las neoyorquinas les salió muy bien.
Hammon no tardó en ganarse el cariño de los aficionados de las Liberty, siendo una jugadora con mucha garra y que sabía despertar la pasión de la gente encendiendo las gradas. No fue sencillo con Teresa Weatherspoon por delante, pero cada vez que Becky tenía que llevar las riendas del equipo lo hacía con mucha soltura para ser una sophomore. Por una lesión de Weatherspoon tuvo que ser titular en la mitad de la temporada y lo hizo a la perfección.
En su primera oportunidad de salir en el quinteto inicial, consiguió mejorar todos sus porcentajes y ser una líder sobre la cancha. Aunque con el regreso de Teresa le tocaría volver a su rol inicial, pero con mucho más protagonismo dado que se lo había ganado en cada minuto que jugó en la temporada 2000.
En el 2003 estuvo de forma paralela en la NWBL, siendo la jugadora ofensiva más destacada con 20.6 puntos y preparándose para dar ese salto al puesto de titular. Le llegó el momento de dejar el banquillo y estar en primera línea después de varios años a la espera de conseguir su puesto.
Cuando se quedó a las órdenes de las Liberty, demostró ser una jugadora diferente y lista para formar parte de la élite. Sus habilidades como pasadora aumentaron considerablemente y recibió el apodo de ‘Big Shot Becky’ por su gran capacidad para tirar las canastas importantes sin que le tiemble el pulso.
Antes de convertirse en la principal referencia de New York, tuvo que competir sanamente con Vickie Johnson y Crystal Robinson por ser la escudera de Weatherspoon. Algo parecido a lo que le ocurre ahora mismo con Tim Duncan, aunque puede que en los Spurs tenga menos oportunidades que en las Liberty.
Una de sus opciones es seguir como hasta ahora, intentando demostrar que es la mejor opción para la directiva cuando Popovich se retire. No es sencillo porque a Duncan le conocen muy bien en la franquicia y es probable que puedan apostar por él aunque no sea la mejor opción por razones sentimentales. Es cierto que Hammon fue incluida entre las 15 mejores jugadoras de la historia y tuvo su dorsal retirado en las Stars, pero por desgracia esas proezas no le servirán al lado de uno de los mejores jugadores que han pisado la NBA por la diferencia de valor que se le suele dar al deporte masculino y femenino. Además de que las Stars ahora son Las Vegas Aces y no existen como entidad.
Ya lleva un año más como asistente de los que estuvo como segunda de Weatherspoon, siendo más de una década esperando que llegue la gran oportunidad si sumamos ambas etapas. Puede parecer mucho, pero cuando luchas por tus sueños nunca es demasiado. Primero brilló en la pista saliendo desde el banquillo en sus inicios, y cuando no pudo regresar a las canchas por la lesión, volvió al banquillo pero siendo un paso al frente en lugar de retroceder como en la temporada 2001.
En su momento Becky quería ser una estrella de la WNBA, y aunque le costara un lustro pelear por el puesto en las Liberty, lo acabó consiguiendo. Luego fue a San Antonio a poner la guinda al pastel y convertirse en una leyenda del baloncesto. Ahora quiere ser la primera entrenadora femenina de la NBA, y es muy probable que no pare hasta conseguirlo. Ya se ha ofrecido como entrenadora a otros proyectos, pero aún no le llega esa llamada que por fin la coloque en el lugar que el destino debería tener preparado para ella.
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