Jerry Stackhouse desearía no haber jugado nunca con Michael Jordan
Muchos jugadores en la historia de la NBA han soñado alguna vez con compartir vestuario y cancha con sus grandes ídolos. Principalmente si este es Michael Jordan, el mejor de todos los tiempos.
Sin embargo, un miembro de este selecto club no mantiene un buen recuerdo de sus días al lado de la leyenda de los Bulls. Jerry Stackhouse, dos veces All-Star y actual head coach del equipo universitario masculino de Vanderbilt, fue rotundo en ‘The Woj Pod’ al afirmar que desearía no haber tenido nunca la oportunidad de jugar con Jordan en Washington, donde ambos coincidieron durante la temporada 2002-03, la última del seis veces campeón.
«Honestamente, desearía no haber jugado nunca en Washington por varias razones. Sentí que estábamos en la dirección correcta en Detroit antes de ser traspasado a los Wizards. Fue realmente un desafío estar en aquella situación porque, en aquel momento, yo sentía que era mejor jugador»
Por aquel entonces, Stackhouse estaba afrontando su octava temporada en la NBA y recaló en la capital estadounidense después de cuatro años en Detroit en los que promedio 22,1 puntos por partido y fue elegido en dos ocasiones para disputar el All-Star Game. Si bien sus comentarios pueden sorprender a algunos, la contradicción entre la carrera de uno, en pleno prime, y la del otro, en su ocaso, sirve como explicación.
Así, Stackhouse no entendía por qué la ofensiva del equipo se ejecutaba en gran medida a través de Jordan, en lugar de delegar más responsabilidad sobre él. Cabe recordar que, antes de enfundarse el uniforme de los Wizards, Jordan era el Presidente de Operaciones de la franquicia y figura con mayor rango en la cadena que el entrenador Doug Collins.
«Adoro a Doug pero creo que aquello fue una oportunidad para él de compensar algunos malos momentos que pudieran haber tenido en Chicago [donde Collins entrenó a finales de los 80]. Entonces, casi todo lo que Michael quería hacer, se hacía. Tuvimos un buen comienzo, pero no le gustó la forma en la que ejecutábamos el ataque porque yo tenía más responsabilidades. Él quería aglomerar más juego y recibir más ISO’s en el poste. Así que tuvimos que jugar así. No disfruté en absoluto aquella temporada. La imagen que tenía de Michael Jordan y la admiración que sentía por él se perdió un poco en el transcurso de aquel año.»
Finalmente, los Wizards finalizarían la regular season en la décima posición del Este con un balance de 37-45. Jordan promediaría 20 puntos en su última temporada como profesional y Stackhouse se iría hasta los 21,5 puntos. Una lesión de rodilla limitaría su participación hasta los 26 partidos en la siguiente campaña y, en verano de 2004 sería traspasado a Dallas.
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