‘El Cohete’ se queda sin gasolina en Florida
Los de Miami han tenido un inicio de curso para enmarcar. La adquisición de Jimmy Butler ha sido clave, pero debemos recordar que no estuvo los primeros partidos. El gran nivel de los rookies y de las piezas que ya tenían les permitió empezar en lo alto del Este. Una plantilla muy sólida que demostró funcionar a la perfección sin la necesidad de la estrella sobre la pista.
Tanto Tyler Herro como, sobre todo, Kendrick Nunn han sido un soplo de aire fresco para la NBA. Una pajera de jugadores que no se arruga pese a su inexperiencia y que puede ayudar a los Heat a no necesitar moverse en el mercado. Esto último es un tema del que seguramente escriba estos días, pero hoy vamos a centrarnos en el compromiso ante los Rockets. Un juego que se veía igualado a priori y que nos sorprendió a todos desde las primeras posesiones.
Un abrumador parcial de 14 – 46 en el 1Q dejó el partido roto y con un claro ganador. La defensa de Houston estaba siendo un auténtico desastre. Incapaz de cubrir las puñaladas ofensivas que llegaban una y otra vez. En la peor noche anotadora de Nunn hasta el momento, la sangría que estaba recibiendo D’Antoni era para reflexionar y buscar alternativas. El problema llegaba con que el daño ya estaba hecho y la impotencia mental de los texanos se acabó viendo reflejada dentro de la cancha.
La mala toma de decisiones ofensivas y las desconcentraciones atrás son dos cosas que nunca pueden ir juntas en el baloncesto, y seguramente en ningún deporte. En el caso de los Rockets han tenido las dos muy presentes y derivaron en uno de los mayores escándalos hasta el momento de la temporada. Hace unos días tuvimos un marcador similar en el primer cuarto del Golden State – Phoenix, y saltaron las alarmas, por lo que este es un escenario muy similar. Un equipo que quiere soñar por competir en el ‘Salvaje Oeste’ no puede tener los lapsus que han mostrado Harden, Westbrook y compañía.
Los tiros exteriores no entraban, algo que no encaja con un planteamiento que se centra en vivir del triple. Los titulares hicieron un 4 de 22 en tiros – un 3 de 9 para ‘La Barba’ -, siendo una carta lamentable, si me permiten la expresión. Un porcentaje global que salvaron desde la segunda unidad con un 10 de 26. Desde el banquillo destacar a McLemore y Clemons como autores de 7 de los aciertos en lanzamientos perimetrales.
Russell fue uno de los que salen peor parados de este partido según la estadística. Su balance en la pista se quedó en un -46, cifra para analizar con lupa y en la que no estuvo solo; P.J Tucket estuvo con un -41 secundándolo. El estilo que quiere plantear el coach de Houston (aquí tenéis la explicación) parece que no es una de las mejores ideas con el plantel que cuenta. ¿Será un ‘matar o morir’ por parte de D’Antoni?.
El resultado final fue de 100 – 129, habiendo salvado lo que podría haber sido una de las palizas del curso. No ha terminado como una diferencia histórica en el electrónico, pero si que debe obligar a que se replanteen las cosas desde ‘El Cohete’. La cuestión del porcentaje de tiro puede ser una mala racha, pero sin duda para sacar lo mejor de Westbrook lo que han mostrado hasta ahora no ha sido un buen hábitat.
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