Landry Shamet tiene buena pinta en la NBA
El joven jugador que draftearon los 76ers para suplir su falta de tiro exterior no ha tardado en consagrarse en la liga. En otra franquicia diferente a la que apostó por él en un principio, pero sin que eso haya importado en su aún corta progresión. Desde muy pronto ha sabido todo lo malo y lo bueno de la NBA, habiendo podido disputar los playoffs en su temporada de novato. El aspecto negativo lo vio siendo parte de un trade sin completar los 82 primeros partidos.
En su camino hasta ser profesional, estuvo varias temporadas en la universidad de Wichita. Un inicio en la NCAA que se vio truncado por una grave lesión que le dejó fuera todo el curso. En su año freshman solamente estuvo 3 partido sobre la cancha y tendría que esperar a ser sophomore para empezar a despegar. La segunda etapa iba a ser totalmente distinta, jugando 35 partidos de titular con más de 26 minutos de media. No lo tuvo fácil por los problemas físicos, pero consiguió hacerse importante en el college. En tu tercer, y último, curso mejoró en todos los aspectos, creciendo mucho como jugador.
En sus seasons universitarias destacó por la fiabilidad de su muñeca. En el tiro exterior llegó a porcentajes del 44%, pudiendo adaptarse a la perfección a ser un especialista del triple. Esto no hace que sea su única virtud puesto que es bastante completo, aunque es innegable que si es su mejor arma. Un perfil de jugador muy interesante para el baloncesto moderno, siendo por ello que Phila fue a por él en el draft.
Durante el movimiento de Tobias Harris rumbo a la Conferencia Este, en el pack que recibían los angelinos llegaba un rookie muy interesante. Un plantel que luchaba por entra a la pos-temporada y en donde tendría su hueco. El escenario que todo chico que llega a la NBA desea tener. En su aventura se enfrentaría a los Warriors, y tendría una prueba de fuego para demostrar su casta. En el partido que parecía todo más perdido, fue cuando dio el golpe encima de la mesa. Los Clippers realizaron la mayor remontada de la historia de los playoffs, y fue Shamet quien diera el último mazado. Un triple, como no iba a ser distinto, que hasta el momento ha sido el tiro más importante de su carrera. Y lo encestó.
Sus 25 partidos la temporada pasada en los Angeles en regular fueron con más de 10 puntos en un 45% en tiros del perímetro.
La carta de presentación en la franquicia ha servido para que desde las oficinas no duden en su continuidad. La opción del contrato de novato para el 2020/21 ya ha sido aceptada y este jugador será un complemento de Kawhi Leonard y Paul George. No debe de engañar su juventud. Es un jugador con mucha sangre fría para los momentos donde la pelota quema.
En este inicio de temporada está superando los 32 minutos de media, siendo un buen aporte hasta el regreso de PG13 por lesión. En la franquicia se esperan unos grandes años y Landry va a tener que dar lo mejor de si mismo para intentar hacer historia en esta plantilla o perder la oportunidad de empezar a crear su legado muy joven.
