Jones & Jones, la guardia de los Celtics
Uno de los secretos de la dinastía instaurada por los Celtics a finales de los 50 y durante la década de los 60, fue su capacidad para regenerarse. Red Auerbach estaba en una búsqueda continua por incorporar jugadores que pudieran suplir a corto y medio plazo a la columna vertebral de los Celtics. Cuando firmaba un jugador, no tenía como propósito adquirir a alguien que fuera titular y tuviera protagonismo desde el primer día. A excepción del irreemplazable Bill Russell, la primera plantilla campeona de los Celtics, fue encontrando recambios para aquel quinteto titular. Recambios que pasarían por un periodo de aprendizaje previo. Auerbach quería jugadores que se impregnaran de la filosofía de los Celtics mientras cumplían ese periodo de aprendizaje.
Por una cuestión de edad, los primeros jugadores que tuvieron un reemplazo de garantías fueron la pareja que formaban el backcourt titular de los Celtics: Bob Cousy y Bill Sharman. Los Celtics pusieron sus ojos en dos jugadores, K.C. Jones y Sam Jones. Dos jugadores de características completamente diferentes, pero perfectamente complementarios. Quizás en este hecho radica el buen rendimiento que dieron jugando uno al lado del otro.
Auerbach supo de K.C. Jones por el seguimiento que hizo de Bill Russell, del cual K.C. era compañero en la universidad de San Francisco. A Sam Jones no le vio jugar, pero vino recomendado por Bones McKinney un ex jugador de los Celtics que entrenó a North Carolina, y vio jugar a Sam en North Carolina Central. K.C. Jones fue escogido en la segunda ronda del draft de 1956, pero tuvo que pasar dos años más en el ejército y no pudo debutar hasta 1958. Sam Jones fue escogido en 1957 en la elección de primera ronda de Boston.
K.C. Jones tenía claro el interés de los Celtics y sabía que tras su periplo militar, le esperaría un hueco en la plantilla de los Celtics. El caso de Sam Jones fue más controvertido. En 1956 Bob Slick Leonard, base de los Lakers fue preguntado por Sid Hartman, periodista deportivo de Minneapolis, sobre a quién deberían escoger los Lakers a su juicio. Leonard había jugado contra Sam Jones en el ejército, sabía de sus condiciones como jugador, y no dudó en nombrarle.
“Deberíamos tener a Sam Jones”
Hartman se apresuró a informar sobre Jones a la directiva de los Lakers y éstos lo eligieron en la octava ronda del draft de 1956. Cuando Sam Jones se enteró, habló con los responsables de la franquicia del estado de los lagos. Sam Jones quería acabar sus estudios antes de iniciar su carrera. Los Lakers le contestaron que si no firmaba en ese momento le elegirían en el draft del año siguiente. En 1957 Sam Jones se volvió a declarar elegible. Los Lakers tenían en posesión la primera elección del draft, y escogieron a Hot Rod Hundley, esperando seleccionar a Sam Jones en la segunda ronda, pero los Celtics se adelantaron, cuando llegó el turno de su primera elección, escogieron a Sam Jones. De esta manera los Lakers perdieron a un gran jugador en favor del que sería su más directo rival en la década posterior.
Sam Jones nunca tuvo noticias de que los Celtics estuvieran interesados en él, ni siquiera inmediatamente después de que lo seleccionaran en el draft. Jones tenía serías dudas sobre su futuro profesional en la NBA. Los Celtics se acaban de proclamar campeones, y por norma general ningún equipo campeón cortaba a jugadores de su plantilla para dejar hueco a un rookie. Además en aquella época apenas había jugadores negros en la liga. Los Celtics sólo tenían a Bill Russell en nómina. Sam Jones decidió aceptar una oferta de trabajo como profesor en un instituto cuando los Celtics se pusieron en contacto con él. Aquellas dudas unidas al hecho de tener por delante a un jugador como Bill Sharman, no de le ayudaron a decidirse, así que pidió un aumento de sueldo de $500 al consejo del control escolar en el que tenía planeado dar clases. Ante la negativa de subirle el sueldo, Sam Jones decidió aceptar la oferta de los Celtics.
La pareja de jugadores tuvo muy claro desde el principio cuál sería su rol. Estuvieron a la sombra de Bob Cousy y Bill Sharman durante cuatro años, antes de que ninguno de los dos lograra un puesto en el quinteto inicial. Nunca hubo un mal gesto, ni una protesta, ni fueron a quejarse a Red Auerbach, aún a sabiendas de que en la mayoría de equipos de la NBA serían titulares. Sin embargo ambos jugadores se dejaban el alma en los entrenamientos.
“Jugué para Red Auerbach, siempre le escuchaba y seguía sus consejos. Bob (Cousy) era nuestro mariscal de campo y me fijaba en en todos sus movimientos. Intentaba absorber todo lo que podía, porque era un jugador de banquillo. Lo odiaba pero no era mi momento“.- K.C. JONES.
“Nunca nos quejamos porque siempre tuvimos claro el objetivo. Éste no era otro que ganar. Ambos comprendimos esto muy pronto. Cuando un equipo tiene una inercia ganadora hay que respetar las jerarquías. Los jugadores que nos precedían habían sido importantes en los campeonatos, debíamos esperar nuestro turno y aprender de ellos“.- SAM JONES.
K.C. Jones era un gran defensor, en los entrenamientos luchaba contra Sharman por cada pulgada del campo, por cada bote, cada dribbling, más que un entrenamiento parecía un baño de sangre metafóricamente hablando. Ambos jugadores se vieron favorecidos de esa competitividad. Sharman mantuvo un buen nivel de juego hasta su retirada en parte gracias el empuje de su compañero. K.C. Jones aprendió a ser paciente y canalizó aquella impotencia hacia la cancha. Cada vez que saltaba al campo se convertía en una pesadilla para sus rivales.
“K.C. Jones se pegaba a tí como el pegamento. Estaba en todos los frentes, si ibas a la derecha te cerraba el paso si ibas a la izquierda también. Si querías superarlo en velocidad te interceptaba. Y además no tenía que preocuparse de nada más. En Boston había bastantes tipos que podían anotar. Sólo tenía que centrarse en la defensa“.- LENNY WILKENS.
K.C. Jones era como un Dennis Rodman de 1,85 m. Podía haber sido un jugador más completo y más ofensivo, porque también podía anotar si tenía ocasión, pero prefería no hacerlo, prefería que otros lo hicieran por él. Así que manejaba la pelota y se centraba en encontrar al compañero mejor colocado, después se centraría en defender a su rival. Era el comodín defensivo del equipo, si se necesitaba hacer una falta sobre Wilt Chamberlain, K.C. no dejaría que la cometiera Russell, la cometería él mismo. A pesar de su estatura no tenía miedo a enfrentarse a nadie.
“K.C. Jones fue el mejor defensor sobre Jerry West, siempre le cerraba su costado derecho y le obligaba a penetrar“.- RUDY LARUSSO, jugador de los Lakers.
Como un jugador inteligente que era, K.C. Jones no tenía miedo a ceder las penetraciones sabiendo que detrás de él se encontraba Bill Russell. Simbolizaba la defensa de los Celtics, un jugador que presionaba a lo largo de toda la cancha y te obligaba a actuar del modo contrario al que tenías planeado. No importa si tenía la pelota o no, K.C. Jones siempre estaba echando el aliento a su rival. Como muestra de su importancia, sirva esta anécdota que contaba el propio Red Auerbach:
“Cuando KC se unió al equipo, en los entrenamientos solía alternarlo en el equipo titular y el equipo reserva. El equipo en el que jugaba KC casi siempre ganaba. No solía anotar, pero hacía a su equipo mejor“.
Sam Jones era un escolta con una gran repertorio. Era bueno penetrando y tenía un gran rango de tiro. Su primer paso no era muy rápido, pero era muy largo y gracias a ello sacaba ventaja sobre sus defensores. Hablamos de un tipo de 1,93 que tenía la misma talla de pantalón que Bill Russell, sus piernas eran larguísimas. Al igual que Magic Johnson desarrolló un tiro de gancho cuando jugaba en posiciones cercanas al aro. Exceptuando estos dos casos, no ha habido muchos ejemplos de jugadores exteriores que utilizaran el gancho como un recurso habitual. Otra de las características de su juego era el tiro a tabla. Ningún gran tirador en la historia ha utilizado esta modalidad de tiro tanto como Sam Jones, tenía una gran habilidad para efectuarlo. Su tiro a media y larga distancia era también muy efectivo.
“Algunos grandes anotadores tenían dudas en ciertas áreas del campo: si lanzar directamente al aro o a tablero. Sam nunca dudaba, tenía dividido el campo en sectores, y entrenaba las distintas modalidades de tiro desde posiciones concretas“.-JOHN HAVLICEK.
Entre los bases y escoltas de su época había dos que destacaban por encima del resto: Jerry West y Oscar Robertson. Tras ellos dos, el mejor con diferencia era Sam Jones. El hecho de jugar en el mismo equipo que Russell, Havlicek, o Heinsohn le hacía pasar desapercibido para el gran público. Era un asesino silencioso. Las acciones de otros jugadores llamaban más la atención pero cuando acababa el partido, el hombre terminaba con 25 o 30 puntos y nadie se había enterado. En cierta ocasión Bill Russell durante un partido de playoffs, se cargó de faltas personales. Apenas pudo jugar medio partido, su sustituto un AllStar con Cincinnati como Wayne Embry hizo un gran partido y anotó 15 pts ante la pareja interior de los Knicks, Walt Bellamy y Willis Reed. Todos los medios de comunicación le buscaban, era el héroe del partido. Sam Jones acabó aquel encuentro con 51 puntos siendo el verdadero artífice de la victoria.
Sam Jones fue un gran clutch player, fama ganada durante muchos de las batallas que libró en playoffs jugando para los Celtics. Sin embargo esta faceta no era innata en él. Su extravagante personalidad le hacía protagonista de algunos sucesos surrealistas dentro de la cancha. Durante un tiempo muerto Red Auerbach le recriminó a Sam Jones que no estaba lanzando a canasta:
-Sam, no estás lanzando a canasta, ni siquiera cuando tienes una posición abierta.
-No puedo lanzar a canasta.
-¿Porqué? Tendrás una razón.
-Porque tengo los pies fríos.
Cuando Jones entraba en esa fase histriónica de su personalidad, Auerbach agitaba la cabeza y tan sólo esperaba a que se le pasase. Todos querían que Sam Jones se jugara los tiros más importantes de los partidos. Era el jugador más dotado para tomar esos tiros, sin embargo Sam no quería esa responsabilidad. Fue un caso atípico en el que Red Auerbach y el grupo recondujeron la negativa de Sam Jones e hicieron de él uno de los mejores clutch players de la historia… A la fuerza.
Fue uno de los pocos jugadores que sacaba de quicio al gran Wilt Chamberlain, tenía la habilidad de medir perfectamente la distancia a la que tenía que pararse delante de él para anotar una suspensión y no recibir un tapón. En cualquier otro equipo, habría dispuesto de más espacio y más tiros para brillar, pero dentro del sistema de los Celtics, el individuo estaba supeditado al grupo. Ésta es una de las razones por las que históricamente Jones sea un jugador tremendamente infravalorado, incluso a día de hoy en la que la información está al alcance de todos.
Tanto KC Jones como Sam Jones empezaron a jugar como titulares a punto de entrar en la treintena de años. Su periplo de observación y aprendizaje fue un duro peaje para ellos, pero les hizo mejores jugadores. Los Celtics se beneficiaron de ello. Cuando Bill Sharman y Bob Cousy descansaban, los rivales de Boston sufrían a K.C. Jones en defensa y a Sam Jones en ataque. La presión duraba 48 minutos.
Hoy en día con el nuevo escenario contractual es impensable que un jugador AllStar en potencia se quede en el banquillo más de una temporada. Ambos jugadores se sacrificaron por el éxito del colectivo, algo que no debería caer en el olvido por parte de los aficionados célticos, sobre todo los más jóvenes.
“FUIMOS LOS MEJORES, PORQUE TENÍAMOS UN GRAN EQUIPO, TENÍAMOS GRANDES INDIVIDUOS, NO GRANDES INDIVIDUALIDADES“.- RED AUERBACH.