¿Falla algo en la reconstrucción de los Atlanta Hawks?
Desde las oficinas de Georgia han tenido una premisa que no ha cesado en las últimas temporadas: Conseguir un núcleo joven de cara a asegurar el futuro de la franquicia después de haber terminado la etapa de Budenholzer y volver a creer en la plantilla para competir. Este plan se ha ido dando a la perfección cubriendo casi todos los puestos del quinteto de la young core, incluso pensando en el banquillo.
En el puesto de base han confiado en Trae Young, dándole las llaves de la franquicia y creyendo que va a ser un jugador de época. La posición de guard queda más que cubierta aunque se echa en falta un suplente que le pueda dar descanso mientras asegura minutos de calidad en la segunda unidad. Evan Turner se encuentra en el roster y seguramente tenga peso este año de contrato que le queda, el problema es que si pensamos ya en la próxima década deberían de buscar otra pieza que tenga un techo más alto y en el caso de mantener a Turner que sea como veterano de complemento.
Como tercer base se tenía a Jaylen Adams, pero ha sido cortado antes de comenzar la temporada después de no haber dado buenas sensaciones en la Summer League. Adams ha sido superado por un jugador como Matt Mooney que aún no ha tenido oportunidad en la NBA y con ello han decidido dejar de seguir apostando porque Jaylen haga las mismas actuaciones que ha logrado en la G-League.
La posición del escolta tiene muchas alternativas después de la salida de Kent Bazemore rumbo a los Portland Trail Blazers con la llegada de Kevin Huerter en el draft de 2018 mientras que ahora han incorporado a un versátil Cam Reddish que puede ocupar también el puesto de alero. Estos dos jóvenes seguramente compartan muchos minutos en pista y adapten el juego para cubrir la salida de Taurean Prince a Brooklyn Nets quien jugaba de forward titular hasta el momento. Son muchas variantes ya que Allen Crabbe llegó en este traspaso del alero y es una incógnita el rol que podrá tener en la plantilla puesto que solo tiene un año de contrato.
Lloyd Pierce ha demostrado que su prioridad es apostar por los jugadores a desarrollar, así que seguramente todos estos expiring tengan un paso testimonial por los Atlanta Hawks en este último año de transición hasta pasar de ser de los peores récords de la liga a competir por ser fijos en los playoffs. Por eso mismo incluimos en este mismo barco a Chandler Parson quien llegó intercambiado por Miles Plumlee y Solomon Hill.
Ya saliendo de los puestos exteriores tenemos un gran abanico de nombres que tendrán que buscar la manera de encajar de la forma más productiva posible. Los recién drafteados De’Andre Hunter y Bruno Fernando, sumados a Jabari Parker quien llegó en la agencia libre, se unen a John Collins de cara a afrontar una temporada en la que no se tiene un center de auténticas garantías en la plantilla. El nivel de Collins y su proyección ya son una realidad en la liga y es por ello que Pierce debe de encontrar la clave de su pareja de baile en este quinteto titular ya sea acoplando a John de pívot y jugando con un ala-pívot grande y un alero contundente de cara a no perder poderío físico o de la manera que vea más adecuada con el paso de los partidos.
John sabemos que es un jugador que tiene mucho potencial, pero principalmente en el aspecto ofensivo puesto que en defensa necesita mejorar mucho o estar bien complementado con interiores protectores del aro. En verano Collins ha dado un paso al frente a la hora de entrenar de cara a mejorar su repertorio ofensivo pero lo más probable que es no se vea una mejora considerable en defensa.
Todo este curso 2019/20 va a ser para que Lloyd juegue con los sistemas y vaya encontrando el rol a cada uno de sus jugadores sin la presión de tener que jugar los playoffs. Entre estos malabares va a contar con Alex Len, Damian Jones o alguno de los ya nombrados para jugar con el puesto del pívot hasta encontrar la clave sino llegar a tener que mover piezas o confiar en el próximo draft con un jugador en ese puesto de categoría para terminar de formar el quinteto.
La NBA cada vez es más moderna, pero la figura del center siempre es muy importante y hay que ver hasta que punto con la plantilla actual pueden hacer una rotación equilibrada tanto a nivel exterior como interior. Queda en manos de Travis Schlenk colaborar con el cuerpo de entrenadores para saber lo que conviene al equipo y saber como trabajar de cara a mejorar el proyecto dando las últimas pinceladas a la young core.