Kemba, un contrato que no llegó y una nueva oportunidad
El que ha sido la referencia de los Charlotte Hornets en estos últimos años estaba jugando bajo un contrato de 12M de dólares por temporada, bastante peor pagado que otros compañeros que no simbolizaban la mitad a la franquicia. En este escenario el base ha sido All-Star en varias ocasiones, el jugador más deportivo del 2017 y por último entrando en el tercer mejor quinteto de la NBA.
Con las apariciones en la Noche de las Estrellas y aparecer en los mejores quintetos se encontraba enfocado en poder firmar un contrato máximo con una cantidad bastante elevada en este verano. Tenía la posibilidad de firmar con los Hornets por 5 años y la cantidad de 221M de dólares mientras que yéndose a otro equipo serían 4 años y 140M de dólares, una diferencia significativa.
El mismo Kemba Walker había dicho que no le importaría quedarse en Charlotte si le prometían que formarían un proyecto competitivo. El problema llegó con que desde las oficinas le ofrecieron por debajo del máximo debido a la mala situación económica que atraviesan y esto hizo cambiar el panorama para el base. Un jugador que se marcó 60 puntos e luchó lo que pudo por entrar en playoffs decía adiós a su equipo de siempre.
La decisión final fue abandonar el barco en busca de un nuevo destino y un mismo proyecto que le ofreciera las posibilidades de competir que no ha tenido en todos estos años. La agencia libre tenía un pez gordo más y serían muchos los rumores sobre muchos equipos interesados en él. Finalmente fueron los Boston Celtics los que se llevaron al jugador y llegaría para hacer feliz a una afición que no atravesaba sus mejores momentos.
En Boston venían de tener ese sabor amargo de Kyrie Irving y la llegada de un perfil que puede representar a los valores del equipo les ha hecho despertar de nuevo una llama que se iba apagando a pesar de tener a jóvenes como Jayson Tatum o Jaylen Brown.
Con la salida hacia Brooklyn Nets de Kyrie se quedaba un hueco muy grande para llenar y lo han hecho muy bien a la hora de moverse rápido buscando una alternativa. Por parte de Danny Aigne sigue demostrando que no pierde un segundo a la hora de entablar conversaciones con agentes libres u otras gerencias. El proyecto de los Celtics era el ideal para seducir a Walker y en el momento que les llegó la información de que no se había terminado de llegar a un acuerdo entre el jugador y los Hornets habrán llamado a la puerta de Kemba con esos 32M (crecientes) anuales que le pusieron en la mesa.
El mismo Walker ya dijo en una rueda de presa nada más firmar su nuevo contrato que estaba muy contento de llegar a este equipo, que formar parte de Boston significa competir y formar parte de una entidad histórica que le asegurara tener lo que quiere.
Los Hornets han perdido a su gran jugador franquicia debido a no enfocar el equipo hacia tener unos objetivos marcados y con esto les toca mucho que replantearse mientras que Kemba, por fin, va a estar formando parte de una plantilla que luche sin miedo contra cualquier rival de la NBA.
