Los agentes libres de los Sixers
Cuatro toques en el aro. Cuatro toques hizo el tiro de Kawhi Leonard antes de entrar y acabar de un plumazo con la temporada de los Philadelphia 76ers. Un golpe durísimo que dejó a jugadores, cuerpo técnico, directiva y aficionados con las lágrimas en los ojos por ver a su equipo morir en la orilla frente a los Toronto Raptors. Tras unos días, con la eliminación más asumida, es hora de mirar hacia el futuro. Hasta 10 jugadores de la plantilla actual acaban contrato este verano, lo cual motiva a hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué decisiones debería tomar Elton Brand este verano respecto a los jugadores que acaban contrato en la actual plantilla? Para responder a esta problemática, hablaremos en este artículo de los miembros de la plantilla que serán agentes libres el próximo verano (centrándonos particularmente en los casos de Jimmy Butler y Tobias Harris)
Objetivo número 1: Jimmy Butler
Si algún jugador ha callado a los bocazas esta temporada, al que escribe esto el primero, se llama Jimmy Butler. Tras dos proyectos fracasados, como eran los Chicago Bulls de Rondo, Wade y Butler, y los Minnesota Timberwolves de Towns, Butler y Wiggins, el ex de la universidad de Marquette llegó a Philadelphia con el cartel de “cáncer de vestuario”. Para algunos, era como Medusa: proyecto que fijaba en la vista, proyecto que se veía petrificado y destrozado. Elton Brand apostó por él, dando gran parte de los últimos assets del Proceso por un jugador con apenas meses de contrato, y no sólo no decepcionó, sino que mostró que merece quedarse durante muchos años en Philadelphia. Ya nada más llegar, nos dejaba canastas sobre la bocina en noches épicas (¿verdad, Kemba?), y demostraba llevarse muy bien con uno de los líderes del vestuario (TJ McConnell, de quien hablaremos después). Más allá de aquel día, que supuestamente “desafió agresivamente” a su entrenador Brett Brown, un hecho que no ha tenido mayor transcendencia, Jimmy se ha mostrado comprometido con los objetivos de la temporada, sin provocar altercados, remando en la misma dirección del equipo.
Y cuando han llegado los Playoffs, ha terminado de disipar todas las dudas, y ha presentado su firme candidatura a firmar un máximo. En el primer partido de la serie contra Brooklyn, fue el único en hacer un partido a la altura de las circunstancias, metiendo 36 puntos y capturando 9 rebotes para mostrar a sus compañeros un espejo sobre quien fijarse de cara al game 2. Aunque ha sido sobre todo en la serie frente a Toronto Raptors donde Butler se ha mostrado más importante: 22.0 puntos, 7.0 rebotes, 5.6 asistencias y 1.0 robos en 38 minutos por partido, y más allá de eso, la actitud de un campeón. En esta serie, Jimmy Butler ha luchado por todos y cada uno de los balones que se han jugado, ha asumido responsabilidades cuando la pelota quemaba, ha llevado a su equipo, con su gran estrella medio lesionada y muy, muy bien defendida por Marc Gasol, a un séptimo partido perdido sobre la bocina.
En resumen: ha sido el líder indiscutible de estos Sixers, el alma que le faltó al equipo el año pasado en la serie contra Boston. Con un jugador así, que tiene un rendimiento tan bueno en Playoffs, y que es capaz de llevar en volandas a un equipo en una eliminatoria, las posibilidades aumentan muchísimo. Por eso, por favor, POR FAVOR, Elton Brand, renuévalo, cueste lo que cueste. Es el corazón y la fuerza de este equipo, y debe permanecer aquí muchos años.
¿Qué hacemos con Tobias?
El caso Tobias Harris es realmente complicado. Recordemos: aterrizó en Philly en febrero, junto con Boban Marjanovic y Mike Scott, a cambio de Landry Shamet, Mike Muscala, Wilson Chandler, su elección de primera ronda del año 2020 (protegida top 14), la elección de primera ronda de Miami de 2021, y dos de segunda ronda de Detroit de 2021 y 2023. Venía de ser el jugador del mes de noviembre en la NBA, casi ser elegido para disputar el All-Star Game, y promediar 20.9 puntos, 7.9 rebotes, 2.7 asistencias, 0.7 robos y 0.4 tapones en 34.6 minutos por enfrentamiento; con un acierto del 49.6% en tiros de campo, y la salvajada de 43.4% en 4.7 tiros de tres por partido.
En Philadelphia, ha mantenido (o variado en décimas) sus números en minutos (35.0 cada madrugada), rebotes (7.9 por partido igualmente), asistencias (2.9 por encuentro), robos (0,4 por noche) y tapones (0.5 por choque); pero ha visto desplomarse sus números en cuanto a acierto (ha pasado a un 46.9% en tiros de campo, y un 32.6% desde el triple, tirando 5 por partido, muy alejado de sus números en Clippers). Para ser justos, en los meses que ha jugado con Philadelphia, ha ejercido su papel de cuarta estrella muy bien. Jugar al lado de gente que asume tanto balón como Embiid o Simmons implica anotar menos puntos que en los Clippers, pero Harris ha sido una amenaza constante para las defensas rivales en un sitio donde antes… Bueno, estaba Wilson Chandler. Sin embargo, tal vez se esperaba que fuese la guinda del pastel, ése jugador que encajaba teóricamente en la rotación Sixer y parecía que podía darle un empujón final de cara al campeonato. Y, si bien ha rendido bien, tal vez no haya cumplido esas expectativas que se le pusieron.
En Playoffs, hemos tenido las dos caras de la moneda. Por una parte, en la serie frente a Brooklyn vimos un Tobias Harris asumiendo menos tiros pero mucho más acertado (17.6 puntos por partido, segundo máximo anotador del equipo tras Joel Embiid, 50% de acierto en 4 triples por partido y 49.6 en tiros de campo), 8.8 rebotes, 4.2 asistencias, 1.2 robos, 0.4 tapones, y la sensación de que estaba siendo ese jugador que querían cuando lo trajeron de Los Angeles: un anotador complementario y letal, que no asuma demasiado tiro pero lo enchufe, y desde la sombra sea letal, como reflejaba el impresionante ¡¡134!! que tuvo de rating ofensivo. También fue capaz, en defensa, de ser importante: su rating defensivo en esta serie es de 106, cuarto mejor del equipo, tras Embiid, Marjanovic y Monroe (habiendo jugado estos dos últimos menos de la mitad de minutos que Tobias), y su net rating de +28, el mejor del equipo.
No obstante, en la siguiente ronda Harris sucumbió ante la defensa de Toronto, y bajó todos sus números: 14.0 puntos por partido con unos desastrosos 38.0% en tiros de campo, y 27.6% en triples intentando 6.1 por encuentro; 9.3 rebotes, 3.9 asistencias, 1.0 robos y 0.6 tapones. Lo más llamativo lo vemos al entrar en las estadísticas avanzadas, y vemos que, aunque mantuvo el mismo rating defensivo que en la ronda anterior (106), su rating ofensivo pasó a ser de 95, presumiblemente por su desacierto de cara al aro. En particular, sus finales de partido no han sido del todo buenos. Os dejo aquí sus números en el último cuarto de cada partido de la serie, marcando en negrita los partidos en los que la diferencia era menor a 10 puntos al entrar al periodo final:
La lógica dice que, en esos instantes de partido, el balón debe ser para Butler o Embiid, pero Harris no es un jugador suplente que se esconda en la esquina para no molestar. Es especialmente llamativo que no haya metido un solo triple en los siete últimos cuartos de esta serie. Sin duda, un rendimiento por debajo de las expectativas en cuanto a anotación y acierto en general.
Harris puede ser un grandísimo jugador para complementar a Embiid, Simmons y compañía en Philadelphia, como ya ha demostrado en bastantes partidos, o en la serie contra Brooklyn mismo. No obstante, no pienso que el nivel mostrado sea el suficiente para un contrato máximo. Tobias Harris no parece EL factor diferencial, como sí lo parece su compañero Butler, sino un muy buen jugador titular, que puede aportar muchísimo a un contender. Por eso, creo que se le debe renovar por un contrato rondando los 20 millones por temporada, que se los ha ganado, pero no por un máximo. En caso de que pidiese mucho dinero, hay una agencia libre muy jugosa donde se puede invertir y sacar algo más de rendimiento repartido en un par de jugadores, y aún más importante: Ben Simmons acabará contrato el año que viene, y hará falta dinero. Si finalmente se queda Butler, la cantidad por la que renueve Tobias Harris y el espacio salarial que ocupe serán totalmente condicionantes para ver cuánto se puede fichar en la agencia libre o renovar a los demás
JJ Redick: contigo empezó todo
23 millones de dólares. Eso cobró Redick en su primera temporada en Philadelphia, y muchos se llevaban las manos a la cabeza. ¿Cuál fue el resultado? Los Sixers alcanzaron 52 victorias, y sus primeros Playoffs desde 2012, en gran parte, gracias a los triples del señor JJ. Su manera de esquivar defensores usando todos los bloqueos disponibles, y su capacidad para anotar desde triples con ese lanzamiento tan rápido, casi de manera innata, lo convierten en uno de los mejores tiradores de la competición.
Con casi 35 años, es evidente que este jugador no puede ser renovado por un máximo ni por nada que se le parezca. De hecho, parece casi utópico quedárselo si vuelven Butler y Harris el próximo año a Philadelphia. Ahora bien, el propio jugador ha declarado en reiteradas ocasiones que cuando decidió irse a los 76ers, a pesar de haber ido firmando año a año, lo veía como un muy buen lugar para finalizar su carrera. En este caso, tal vez un contrato de un año con un sueldo lo suficientemente más bajo que el de este año (poco más de 12 millones de dólares), como para renovar al menos a Butler, debería ser lo que ofreciese la franquicia.
Mike Scott, “El muscala bueno”
Era, a priori, el jugador menos interesante que llegaba en el traspaso de Tobias Harris. Venía para ser todo lo que el otro Mike, Muscala, no había demostrado en el inicio de campaña: un 4 abierto suplente, que enchufase las que tenía y supusiese una amenaza suficiente como para obligar al defensor a quedarse con él. Y a pesar de un inicio dubitativo, así fue: en temporada regular disputó 24 minutos por partido, consiguiendo 7.8 puntos y 3.8 rebotes con un gran 41.2% de acierto en el triple.
En Playoffs, ha sido de los pocos suplentes con importancia en el esquema de Brett Brown, cuajando una muy buena serie contra los Raptors, donde consiguió meter 6 de los 11 triples que intentó, y en los apenas 15 minutos por partido que jugó, demostró la entrega y el acierto que se le pedían. Scott nos ha dejado clara una cosa: no es una superestrella. No es ni siquiera una estrella. De hecho, no tiene la calidad ni para ser titular. Pero hace exactamente lo que se le pide: tirar bien. Si no pide demasiado dinero, es un jugador de rotación muy interesante que habría que quedarse. Ahora habrá que esperar que no llegue el típico equipo con dinero y sin aspiraciones que le ponga 15 millones sobre la mesa como a jugadores como Biyombo o Mozgov, y nos lo quite.
James Ennis III, la curiosa paradoja
Es curioso cómo los Houston Rockets se deshicieron de Ennis por prácticamente nada, cuando en la serie contra los Golden State Warriors, precisamente un 3+D como él podría haber sido clave. Antes de nada, Ennis tiene una opción de jugador para la próxima temporada por 1.845.301 dólares, que, vistas las cantidades de contratos actuales, seguramente rechazará.
Vayamos con su juego: si bien en temporada regular no ha sido ningún monstruo para los Sixers (para que os hagáis una idea, ha promediado por encuentro 5.3 puntos, 3.6 rebotes y un 30.6% en T3 en apenas 15.6 minutos, con un terrible net rating de -4), su cambio ha venido en Playoffs: ha sido el único suplente en ver aumentados sus minutos (21.1 por noche, y el jugador que más minutos disputó fuera del quinteto de la muerte), y a pesar de seguir teniendo un paupérrimo porcentaje en tiros de tres (2/9 en la primera ronda, y 7/23 en la segunda), tuvo un impacto evidente en ambos lados de la cancha, como muestra su net rating, que pasó de ser -4 en temporada regular, a ser +5 en la primera ronda, y +1 en la segunda. Ennis puede ser un suplente de garantías en el sistema de Brett Brown, como ha demostrado estos Playoffs. Al igual que Scott, si no pide mucho dinero, puede ser un gran 3+D para este equipo, más aún si vuelve al decente 35.7% de acierto que tiene en tiros de 3 puntos durante su carrera.
¿Ha llegado el final del Timoteo-Juanismo?
¿Os acordáis del proceso? Esos años en los que los Sixers no tenían a Embiid (o lo tenían lesionado), ni a casi ningún jugador de la actual plantilla, Nerlens Noel era la gran esperanza de la ciudad, y se dedicaban a deambular de pabellón estadounidense en pabellón estadounidense, esperando a que pasase el tiempo y tener una buena elección en el draft… Qué recuerdos. A día de hoy, quedan tres componentes “born in Process”: Joel Embiid, Brett Brown, y seguramente el más querido por la afición, Timothy John McConnell. McConnell acaba contrato este año, y sus números y aportación no son los más impresionantes del mundo. Relegado a un papel de suplente, y muy limitado técnica y físicamente, ya no tiene la importancia en el juego que tenía durante sus primeros años, ni mucho menos.
Ahora bien, TJ tiene una relevancia fuera de la pista sólo comparable a la de Joel Embiid. Durante los duros años de proceso, McConnell no sólo no ha dejado de trabajar, fuesen cuales fuesen sus circunstancias, sino que, poco a poco, ha hecho la franquicia parte de él. Él ES el proceso. Lleva a los Philadelphia 76ers dentro, tiene ese sentimiento que tanto cuesta encontrar hoy día de amor absoluto por un equipo. Cuando se ha visto que su calidad no era suficiente para competir en pista junto a sus compañeros, McConnell se ha transformado en un líder de vestuario, ha sido fundamental en la adaptación de Jimmy Butler, o la extensión del entrenador Brown en el vestuario. Pero por encima de todo, tiene a la afición en el bolsillo. Si TJ se va, se irá con él el espíritu del “Trust the Process”, la humildad, el saber de dónde ha venido este equipo, lo que ha sufrido, y cuál es el objetivo final. Se irá el último soldado raso. Y, personalmente, es lo que menos me gustaría ver este verano. Una renovación por poco más del mínimo, o incluso el mínimo si lo acepta, sería una gran noticia para la franquicia.
En cuanto a los demás…
Los demás jugadores sin contrato para la próxima temporada de la plantilla actual son: Greg Monroe, Boban Marjanovic, Amir Johnson y Furkan Korkmaz. He dejado estos cuatro casos aparte, porque, salvo en el caso de fracaso absoluto en la agencia libre (que Jimmy y Tobias se fuesen), no me parece que hubiese que renovarlos. Vamos individualmente
- Marjanovic ha sido un muy buen recurso en ciertos partidos, cuajando buenas actuaciones en cuanto a acierto y minutos de calidad para que Embiid descanse, pero su falta de movilidad y su poco fondo físico lo convierten en un jugador de pocas garantías para un contender.
- Por otro lado, los Playoffs de Greg Monroe han sido correctos, pero sigue siendo una lacra defensiva inevitable, que le impide ganarse un contrato para el año que viene.
- Amir Johnson es un líder de vestuario, como han recalcado muchísimas veces desde la organización, un jugador muy profesional que da gusto tener en un equipo. De hecho, este año llegó a pedir jugar con el equipo de la liga de desarrollo, ya que no estaba disputando minutos con los Sixers, para, cuando hiciese falta, saltar a cancha a un ritmo adecuado que le permitiese aportar. No obstante, cada vez que sale al campo, el aficionado medio de los Sixers se pone tenso por su escaso rendimiento. Sus minutos en pista estos dos años no han convencido, y su marcha supondría un mínimo menos que pagar.
- Finalmente, Korkmaz nos ha dejado desde que llegó a la liga, detalles de poder ser un futuro JJ Redick. Sin embargo, ha sido extremadamente irregular, combinando actuaciones muy acertadas desde el triple, con otras en las que no le entraba una, y además era un agujero en defensa. Hay que decir, que no ha contado con la confianza de Brown en muchas fases de la temporada, y que sus números en los siete partidos que ha iniciado como titular no son malos (11.6 puntos, 3.4 rebotes, 2.9 asistencias y 35.7% desde el triple en poco más de 27 minutos por partido); pero la poca confianza dada por su entrenador hace que no sea doloroso dejarle marchar.
En resumen
Las renovaciones en Philadelphia esta post-temporada van a verse marcadas por dos casos: el de Jimmy Butler, y el de Tobias Harris. Hueco salarial para ambos hay, pero por supuesto, eso supondría renunciar a algunos de los mencionados. Además, de que desde la franquicia deben pensar en mejorar el banquillo, trayendo a algún center que pueda suplir a Embiid (¿Dedmon? ¿Looney?). Lo que está claro, es que si quieren mantener a sus cuatro jugadores All-Star, deberán hacer malabares con las cuentas. Va a ser un verano divertido en la ciudad del amor fraternal.