Portland Trail Blazers y una oportunidad de oro
Este año, es el año de Portland Trail Blazers. Un equipo que viene pasando unas temporadas muy desilusionantes para sus fans, claro ejemplo es la temporada pasada donde finalizaron 3eros en la Conferencia Oeste, y luego en playoffs fueron barridos contra New Orleans Pelicans 0 – 4. Un equipo que se creía que iban a realizar muchos cambios para esta temporada, el mismo GM había dicho que habría un retoque muy grande en la plantilla. Finalmente, decidió seguir confiando en los suyos, incorporando jóvenes de no tan renombre como el escolta/alero Rodney Hood, Seth Curry o el pivot Enes Kanter, pero siempre basándose en su base, el crack, el hombre clutch, ¿el mejor número “0” de toda la liga? Quizás sí, Damian “D.O.L.L.A.” Lillard. Un hombre que para muchos estaba estancado en los Blazers y debía cambiar de rumbos, pero él demostró que el baloncesto es mucho más que ganar un anillo, que detrás de eso, hay una ciudad, unos aficionados, un mundo, unos niños que te idolatran que te quieren en tu equipo, y eso tiene mucho más peso que el ganar.
Una nueva temporada comenzaba, y Portland con las mismas sensaciones de la regular season anterior, con seguridad, luchando y ganando a cualquiera que se les ponga en frente, con Lillard y C.J. McCollum con números similares al año anterior, pero jugando menos minutos. Además de que el equipo tuvo mejoras en cuánto a profundidad, por lo que todos iban a tener un mayor protagonismo. Lillard dando un paso más al frente, siendo nombrado para su cuarto All-Star en su séptima temporada como jugador.
Finalizando segundo año consecutivo como terceros en el Salvaje Oeste. Llegada la post-temporada donde les tocaría jugar contra el sexto de su conferencia, Oklahoma City Thunder. Recordemos que los últimos partidos de la regular, Paul George y Russell Westbrook se dejaron perder para enfrentarse en la “llave fácil” a Portland, y no cruzarse contra Utah Jazz o Houston Rockets. Llegaron los primeros dos partidos en casa de los Blazers, y fueron dos victorias ajustadísimas, pero fueron victorias para los de Lillard. Con el número “0”, y su escudero C.J. McCollum a un nivel increíble.
La serie viajaba a OKC con un 0-2 en contra de los locales, y estos no querían pasar el ridículo en su casa, ganando el primero y dejando unas buenas sensaciones. Llegado el cuarto, una nueva victoria para Portland que ya finalizaba o quebraba la serie con 3-1 a favor para los de Lillard. El quinto y último partido de esta serie, cuando nadie se lo esperaba, cuando todos los daban por muertos y nadie les daba la confianza que pasaban de ronda, “el Dame Time” hizo efecto, un quinto partido, que cuando la pelota pesa 500 kilos y está hecha de fuego, él apareció con una jugada que pasará a la historia. De igual manera, debemos recordar su partidazo, donde era totalmente indefendible, llegando hasta los 50 puntos anotando 10 triples, que se dicen muy rápido recodando que el máximo son 63 en un partido de playoffs por un tal Michael Jordan. Tres de esos puntos fueron los que le dieron el pase a la siguiente ronda, ese “step-back” casi desde el logo frente a Paul George (un defensor de la élite, por si no lo recuerdan).
Portland disputó luego las Semifinales de Conferencia contra los Denver Nuggets, la serie se encuentra 1-1, y los Blazers con una oportunidad de oro para poder volver a disputar unas finales de conferencia en el Oeste, algo que no sucede desde la temporada 1999-2000. Algo que está demás decirlo, Portland se está beneficiando demasiado con todo lo que está haciendo su plantilla, pero quien más lo está haciendo, es Damian Lillard, un base que a la hora de hablar de los mejores de la liga, siempre se nos pasaba por alto, siendo recordado como el jugador más “infravalorado”. A día de hoy, su valor está subiendo como la espuma, y eso es lo bueno, que se le de el reconocimiento que merece por ser uno de los mejores de la liga. Como dato curioso, en el NBA 2k19, la gente desde el famoso y reciente clutch de Lillard selecciona a los Portland Trail Blazers un 63% más de las ocasiones para jugar un partido rápido.
Imagen vía NBA
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