Después de una temporada 2019 marcada por las lesiones, a las de Arizona les toca volver con las energías recargadas. La ausencia de Diana Taurasi fue más que notable, pero no se quedó solamente ahí. Las complicaciones para las Mercury ese año no dejarían de llegar hasta el último momento. En los playoffs, Brittney Griner también daría un susto y por momentos se quedaba DeWanna Bonner sola cargando con el liderato del equipo.
Esa imagen de Diana, sin vestirse de corto, ayudando a Brittney a salir de la cancha rumbo al vestuario en el partido contra Chicago Sky fue un buen resumen de la temporada. Una primera ronda sin tener casi posibilidades de llegar muy lejos sin Griner sana y teniendo a Taurasi como si fuera una entrenadora asistente. Un escenario muy diferente del que se esperaría leyendo los nombres del roster, pero contra los problemas físicos no se puede luchar.
Sin Taurasi no se esperaba dar ese nivel competitivo de años atrás. Un escenario que les pudo servir para abrir los ojos de cara al futuro próximo, y más teniendo en cuenta que está cerca de cumplir los 38 años. Con Griner y Bonner en el equipo se podía pensar en la siguiente década con tranquilidad, pero ha habido turbulencias en el vuelo.
Ahora han perdido a Bonner, pero han conseguido un refuerzo de lujo para mantenerse compitiendo en la élite. Son los últimos años de carrera para Taurasi, por lo que desde la franquicia han querido hacer una gran apuesta para conseguir una nueva estrella para sumar a sus filas. Aunque no fue a un precio barato.
DeWanna salió hacia Connecticut Sun a cambio de varias elecciones del draft, como fueron las quinta y décima del 2020 y una primera elección del 2021. Algo que fue fundamental para que posteriormente las de Phoenix pudieran negociar por un recambio de buena categoría y seguir siendo igual de competitivas.
Para adquirir a Skylar Diggins-Smith las Mercury han dado sus elecciones 5 y 7 de primera ronda en el Draft 2020 y la elección de primera ronda de 2021 que les llegó por Bonner. Esta última, las Dallas Wings la utilizaron para intercambiarla por Astou Ndour, por lo que eso muestra que fue un pick bastante cotizado en la liga. Con la quinta elección las texanas se llevaron a Bella Alarie y con la séptima a Tyasha Harris, por lo que en caso de salir mal la puesta de Phoenix habrían perdido a varias jugadoras que les vendrían de perlas para una reconstrucción.
En el caso de haber adquirido a estas novatas de Princeton y South Carolina además de haber sumado a la interior española, podrían haberse asegurado un proyecto más a largo plazo. Aunque realmente ha sido una apuesta casi obligatoria. Hay muchas franquicias que serán duras de vencer en los playoffs, por lo que si quieren despedir a Diana con un campeonato no tenían otra opción mejor que obtener a Diggins-Smith.
Aunque Taurasi se retire dentro de unos años, el cambio de ciclo en la plantilla no llegará con ella. Es muy probable que mientras Griner se mantenga en la élite desde las oficinas quieran seguirla rodeando para intentar sumar anillos. Un escenario que sería el más lógico dado que Brittney se ha convertido en una de las jugadoras más dominantes del momento, y quizá de la historia.
Volviendo al nuevo fichaje, durante toda su carrera Skylar ha estado en Tulsa Shock y Dallas Wings, viviendo el traslado de la franquicia. En esa etapa ha sido varias veces All-Star y ha conseguido honores del mejor quinteto de la temporada, siendo una jugadora más que consagrada en la liga que puede aportar mucho a las Mercury. Ya ha pasado más de un lustro desde el último campeonato, y en Arizona estarán ansiosas de volver a celebrar ser las mejores de la liga.
En toda su carrera, Skylar solamente ha jugado playoffs en dos ocasiones, siendo una muestra muy pequeña la que se ha tenido de ella en partidos importantes. En ese aspecto, tendrá que demostrar su valía en esta nueva etapa donde el margen de error va a ser mínimo. Además de que DeWanna había estado desde siempre en esta disciplina, por lo que recomponer esa baja no será cuestión de la noche a la mañana.
Por suerte para la recién llegada, Taurasi y el resto de la franquicia se han mostrado encantadas de su aterrizaje en la ciudad. Mientras que por su lado, Skylar ha dicho que uno de sus primeros objetivos es llegar a los entrenamientos la primera para que vean su entrega por el objetivo común: El cuarto anillo de Diana. «Estoy emocionada de ver si puedo entrar al gimnasio antes que Diana y causar una buena impresión», dijo la jugadora en una de sus primeras declaraciones después del traspaso.
En cuanto a minutos y usaje del balón, tanto Bonner como Diggins-Smith se encuentran en cotas similares. Es cierto que Skylar jugando en Dallas ha podido tener algo más de protagonismo, pero ha sabido convivir con Liz Cambage en el tiempo que compatieron vestuario. Eso es una buena señal para Brittney, de cara a esta temporada y a los próximos años.
Por otro lado, un punto a favor que tiene esta adquisición es poder seguir acompañando a Griner cuando se retire Taurasi. En la universidad, Skylar y Brittney se enfrentaron, con Notre Dame y Baylor respectivamente, en una final del March Madness, siendo viejas conocidas y prácticamente de la misma generación. Ese valor añadido de Diggins-Smith ha hecho que no duela tanto haber dejado escapar a rookies tan talentosas como tienen en Dallas para reconstruir.
El verdadero valor de Ndour, y sobre todo, Alarie y Harris se verá con el paso de los años, sabiendo que las Mercury las dejaron escapar pensando ciegamente en un campeonato. Es una de las duras decisiones que hay que saber tomar para el balance de presente y futuro de un equipo, pero un riesgo necesario si quieren pensar más en lo primero. El tiempo será quien le de la razón a las de Phoenix si consiguen competir al máximo nivel estos próximos años.
#EntraEnLaZona