No quedan palabras para describir a Caitlin Clark

¿Qué más se puede decir de Caitlin Clark a estas alturas? Todavía está en su tercer año en la NCAA y ya se acaban las palabras para describir lo que está haciendo esta jugadora.

Clark sigue rompiendo récords a pasos de gigante y haciendo actuaciones históricas. Estamos ante un talento generacional como pocos se han visto en el baloncesto.

Su última locura fue un triple-doble de 41 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes en el Elite Eight. Es el primer partido de estas características que se ve en el March Madness tanto femenino como masculino.

 

El resumen de su partido:

 

 

Es una auténtica barbaridad lo que está haciendo la estrella de Iowa, parece increíble que haya que esperas hasta 2024 para verla jugando como profesional.

A este partido estratosférico se suma que Caitlin es la primera jugadora de la historia que suma +900 puntos y +300 asistencias en una sola temporada en la División 1 de la NCAA.

Y por si fuera poco lo que está logrando individualmente, lideró a las Hawkeyes hasta su primera Final Four desde el año 1993.

La grandeza de Caitlin con el paso del tiempo se convertirá en una auténtica leyenda del baloncesto universitario. Y nosotros diremos que la vimos jugar orgullosos de ello.

En la historia del deporte de la pelota naranja ha habido muchas jugadoras que han marcado una época, pero muy pocas con el impacto que está teniendo Clark. Tanto en la pista como a nivel mediático.

Lo normal al ver sus tiros de medio campo sin mucho contexto es pensar que está loca y son malas tomas de decisiones, pero como dijo alguien que sabe de triple como Stephen Curry: «No tiene miedo a nada. Ningún tiro es malo cuando puedes lanzarlo como ella».

 

 

 

Sin lugar a dudas, lo que estamos viviendo con Clark es algo que se ve muy pocas veces en la historia. Su juego y su talento parecen de videojuego y no de la vida real.

La llegada de Clark a la NCAA no fue con tanto hype como otras jugadoras, pero partido a partido se ha encargado de que todos los focos estén puestos sobre ella.

Ahora mismo casi todos los pronósticos del WNBA Draft de 2024 colocan a Caitlin como la primera elección, y no es para menos.

Todos los equipos de la WNBA matarían por tener a un proyecto de superestrella así. Es una jugadora que tiene todo para ser una de las mejores de la historia si todo sigue su cauce natural y puede cambiar por completo a un equipo profesional desde el juego hasta el marketing.

El 2023 y seguramente también los próximos años están marcados por Clark. Lo que está haciendo cuando se vea en perspectiva dentro de un tiempo será algo icónico. Si alguien empieza a seguir el baloncesto dentro de un par de años va a arrepentirse de no empezar antes y así haber vivido lo de Caitlin siendo contemporáneo.

Clark está haciendo que incluso las leyendas de la NBA sean seguidores del baloncesto femenino universitario. Absolutamente nadie quiere perderse un partido suyo. Lo que está haciendo es algo muy positivo para todos los deportes de mujeres en general.

El impacto de la figura de Caitlin está rompiendo cada vez más barreras y se está convirtiendo en una de las piezas más importantes en el puzle del baloncesto femenino. Puede gustarte más o menos su estilo sobre la pista, pero en ambos casos siempre vas a tener un ojo sobre ella.

No es el mejor ejemplo de baloncesto para enseñar a jóvenes, ya que lo que hace Clark en parte es gracias a un don que tiene. Es una jugadora muy especial, llamativa y con la que muchas niñas crean un vínculo, pero a la que no se debe imitar ya que lo que hace no está a la altura de cualquiera. En ese sentido es un caso muy complejo y único, pero sabiendo el contexto hay que hacerle el favor a todo el mundo que no la conozca y ponerles a ver sus partidos.

 

 

 

 

 

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