La llama del baloncesto aragonés está más encendida que nunca

El baloncesto aragonés vivió uno de esos días que se recordarán para siempre, y es que los primeros partidos de la Copa de la Reina de Zaragoza dejaron momentos únicos.

Se unió el legado de una leyenda con el debut de una joven promesa de 15 años, y eso fue con exhibición de una de las mejores jugadoras de la historia de la ciudad y más de 8.000 personas en la grada de por medio.

El Príncipe Felipe tuvo absolutamente todos los ingredientes para escribir una página muy bonita en la historia de la pelota naranja.

Por ir en orden cronológico en cuanto a historia de este deporte, hay que empezar por la retirada de la camiseta de Pilar Valero en lo alto del pabellón, quedando ese número 4 integrado en el alma del estadio para siempre.

Un momento de aplausos, de lágrimas, de felicidad y, sobre todo, de saber que nadie se merece más que ella ese homenaje en Zaragoza.

El descanso del partido del Casademont contra Kutxabank Araski será recordado por los miles de presentes que estuvieron con la piel de gallinas viendo como la camiseta se elevaba hasta lo alto del pabellón.

 

 

 

Un escenario idóneo para el baloncesto aragonés, que tuvo también protagonistas de presente y de futuro.

Cristina Ouviña demostró que la frase de ‘nadie es profeta en su tierra’ no es nada acertada. Fue la líder del Valencia Basket en el partido inaugural de la Copa de su ciudad, y su exhibición fue de lo más destacado del primer día de competición. En un encuentro contra Movistar Estudiantes que estuvo bastante igualado, ella fue la que marcó la diferencia en momentos importantes.

No era un reto fácil para Ouviña este partido, ya que todos los ojos iban a estar sobre ella y había admitido días antes que no estaba en su mejor momento. Pero nada puede con su fuerza de voluntad y su ansia competitiva. Sabía que era una fecha muy señalada para el baloncesto de su tierra y no quería quedarse sin poner su granito de arena para hacer más especial el día.

Por otra parte tenemos a Leyre Urdiain, que tuvo la oportunidad de debutar en la Copa de la Reina antes de cumplir los 16 años. Y lo hizo por todo lo alto, anotando un triple que hizo levantarse a todos los aficionados del Casademont.

Desde que la joven promesa entró a la pista que el público estaba encendido con ella, como si la participación de esta canterana fuera una victoria más dentro del propio partido.

Por poner un poco de perspectiva; para tener a jugadoras como Ouviña fue necesario que antes hubiera una Valero en la ciudad, y ahora en términos del club de cierta forma Urdiain le da la ilusión a todas las jóvenes que van detrás de ella de ver que es posible llegar a vivir momentos así con el Casademont.

La llama del baloncesto femenino está más encendida que nunca en Zaragoza, y tenemos muchos motivos para darnos cuenta.

Solo fue el primer día de la Copa y, siendo un jueves, más de 8.000 personas estuvieron en las gradas del Príncipe Felipe disfrutando del partido, el homenaje y la fiesta del deporte que se vivió allí. A lo que se suman las 206.000 que disfrutaron de la retransmisión al otro lado de la pantalla en Aragón TV.

Y también hay que nombrar los momentos de conexión de fans con jugadoras. Cosas muy especiales que regala el baloncestom

 

 

 

La cantidad de narrativas y momentos que se vivieron en solamente unas horas tienen un valor incalculable para este deporte en la capital aragonesa. Y más si tenemos en cuenta la victoria del Casademont pasando a las semifinales, unos aficionados que cada día están más vinculados con el equipo y mil cosas que hicieron del 30 de marzo de 2023 un día más que especial para la ciudad.

Zaragoza se convirtió en el epicentro del baloncesto femenino del país, y no es para menos.

La ciudad ya sabe lo que es tener grandes equipos, muchas jugadoras y entrenadores de élite, competir en lo alto y un largo etcétera, porque es un lugar donde la pelota naranja tiene un largo recorrido, pero nada como lo que se está viviendo ahora.

Sobre 3.200 personas de media esta temporada en el Príncipe Felipe son un buen aval para demostrar que en Zaragoza el baloncesto femenino está cogiendo una importancia que hace años era inimaginable.

Se han unido todos los factores necesarios para que esta Copa de la Reina sea la coronación de la ciudad como uno de los puntos más importantes para este deporte, me atrevería a decir incluso, del continente europeo.

 

ZARAGOZA ES BALONCESTO.

 

 

 

 

 

 

#EntraEnLaZona

 

Imágenes vía: FEB

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