Durante el primer lustro de los años 80’s era muy difícil ver publicaciones de baloncesto femenino en los medios de comunicación en España. Algo que cambió cuando Uliana Semenova pasó una temporada por la Liga Femenina.
La jugadora de Letonia, que ganó 11 veces la EuroLeague, 15 veces la liga soviética, 10 veces el EuroBasket, 3 veces el Mundial y 2 veces los Juegos Olímpicos, marcó un punto de inflexión en el país.
Cuando Semenova estuvo jugando en la Comunidad de Madrid, los periódicos y las revistas más importantes querían hacerse eco de ella. La propia leyenda del baloncesto aseguraba que cuando pasaba por un kiosco se veía en las portadas y la gente la reconocía.
Uliana aparecía en los medios y, con lo cual, el baloncesto femenino tuvo una gran repercusión cuando ella estaba figurando en la liga. Se dio un cambio total de paradigma.
Desde la prensa hasta sus rivales, pasando por fans y compañeras. Todo el mundo estaba pendiente de Semenova en su estancia en España.
Su impacto hizo que este año 2022 fuera incluida en el Hall Of Fame del Baloncesto Español, algo más que merecido aunque solamente haya estado una temporada jugando aquí.
Pero… ¿Cómo era convivir de cerca con un mito del baloncesto como ella? En El Perímetro pudimos hablar con una jugadora que estaba en las categorías inferiores de Tintoretto Getafe, en la temporada 1987-88, cuando la letona estuvo en nuestro país.
Esto vivió su compañera en Getafe:
La primera pregunta obligatoria es sobre las sensaciones de saber que vas a estar con una leyenda en la misma cancha. «Imagínate… En aquellos tiempos, Semenova era un mito total, sientes muchas cosas… la admiración, el respeto, el saber que estás viviendo algo único… es un sueño», nos comentó.
Para ponerlo en contexto, le preguntamos si era algo parecido a estar con Diana Taurasi o Sue Bird, a lo que nos respondió que sí, añadiendo: «Además ten en cuenta que por aquel entonces el baloncesto americano no se seguía nada de nada en España…. Pero todo el mundo conocía a Semenova». Y eso se notaba en la media de aforo en los encuentros de Getafe como locales. «El pabellón se llenaba todos los partidos… Hasta sacaban las gradas suplementarias».
Entrando en su experiencia, nos dijo: «Yo estaba en las categorías inferiores y entrené con ella alguna vez… Bueno ella no entrenaba del todo, más bien se quedaba con el segundo entrenador haciendo tiros en una canasta separada».
Entrando más en la situación de Semenova, que vino a España tras ganarlo todo: «Ella ya estaba muy tocada de las lesiones y entrenaba es una canasta apartada del resto… La verdad es que daba mucha ternura porque se notaba que estaba ya muy «fastidiadilla». Y en uno de los entrenos sí acabamos jugando un partidillo con ella, algo que recordaré siempre. No todos los días juegas con una leyenda así».
Y no solo se queda con las vivencias en la cancha, también tiene cosas inolvidables fuera de ella. «Yo entré un par de veces con el equipo senior y luego estuve en su casa celebrando que habíamos quedado campeonas de Madrid. Esos recuerdos y una foto con su dedicatoria son cosas que siempre tendré guardadas para mi con mucho cariño».
Imágenes vía: AS
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