Muchos jugadores de la NBA están en desacuerdo sobre un regreso
La NBA y la NBPA han acordado los términos para la reanudación de la temporada 2019-20 en Orlando. Algunos jugadores, sin embargo, no están de acuerdo con ese enfoque. El base de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving, ha dejado en claro su creencia de que la temporada no debería continuar, aunque ha dicho que diferirá la voluntad de sus colegas. El pivot de Los Angeles Lakers, Dwight Howard, está de acuerdo con Irving.
«El baloncesto, o el período de entretenimiento, no es necesario en este momento, y solo será una distracción», dijo Howard. “No me gustaría nada más que ganar mi primer campeonato de la NBA. Pero la unidad de mi gente sería un campeonato aún más grande. ¿Qué mejor momento que ahora para que nos enfoquemos en nuestras familias? Esta es una oportunidad rara que, creo, nosotros como comunidad deberíamos aprovechar al máximo. ¿Cuándo hemos tenido tanto tiempo para sentarnos y estar con nuestras familias? Aquí es donde comienza nuestra unidad. La colonización europea nos despojó de nuestra rica historia, y todavía tenemos que sentarnos y descubrirnos. Cuantas menos distracciones, más podemos poner en acción para re-descubrirnos. Las naciones salen de las familias. Negro/afroamericano no es una nación o nacionalidad. Es hora de que nuestras familias se conviertan en sus propias naciones».
Sin embargo, las opiniones de Irving y Howard no son unánimes. El base de los Houston Rockets, Austin Rivers, presentó el caso el sábado por continuar y terminar la temporada. Mediante su cuenta de Instagram, el jugador ha dejado en claro, que lo mejor es que vuelva el baloncesto. No porque él este en contra de la lucha por el racismo, pero, cree que lo mejor para todos es el reinicio. Desde el punto de vista del derecho laboral, nada de esto importa. A menos que se pueda demostrar que el rango y el archivo deberían haber votado sobre el acuerdo de regreso al juego entre la NBA y la NBPA, el sindicato ha llegado a un acuerdo que se aplica a todos los jugadores. Si los jugadores no juegan, los propietarios podrían acusarlos de participar en una huelga ilegal.
Eso es un tema diferente. Si algunos o todos los jugadores deciden no jugar, el límite de cualquier consecuencia podría ser que pierdan su paga. Entre la pandemia y las secuelas del asesinato de George Floyd (y ahora el asesinato de Rayshard Brooks), una decisión de la NBA y sus propietarios de mostrar empatía, paciencia y comprensión a corto plazo tiene mucho más sentido que golpear el CBA y recordando a los jugadores sus obligaciones en virtud de este. Aunque, las propias presiones financieras, ponen en dudas que la liga como negocio, acepte esperar más tiempos.
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