Jocelyn Willoughby: ¿Entrará en la primera ronda?
La small forward de Virginia tuvo sus inicios en el baloncesto jugando en New Jersey, empezando a destacar en la zona. Con la camiseta del Newark Academy nunca una jugadora había superado los 1,000 puntos de carrera, siendo la primera en conseguirlo en su segunda temporada. Ya en el avance de su formación llegó a promediar 21.9 puntos, 12.8 rebotes, 3.9 bloqueos, 3.8 asistencias y 3.1 robos. Una línea estadística que la convirtió en la Gatorade New Jersey Girl Basketball Player of the Year del año 2016.
Después de su etapa en la secundaria, fue catalogada como recluta No. 5 en su posición y No. 28 en general por Prospects Nation, siendo suficiente como para elegir jugar en las Virginia Cavaliers. Y no solo eso, sino ganarse un puesto de titular desde que aterrizó en la liga universitaria. Un poco limitada en ataque, pero consiguiendo una buena respuesta al curso freshman para ganarse la confianza del cuerpo técnico.
El problema parecía llegar en la segunda temporada. Su nivel pareció estancarse y que no podría tener un techo tan alto como se podría esperar. Incluso en ESPN-W la colocaban peor rankeada en el instituto que Prospects Nation y el tiempo parecía darles la razón. Su línea estadística prácticamente fue un calco de la anterior, pero con una pequeña mejora en el triple.
No fue hasta ser junior que empezó a pasar al siguiente nivel y poder pensar en la WNBA en un futuro. Desde que empezó la temporada junior, mejoró su impacto ofensivo para conseguir subir sus prestigio dentro de la liga. Aunque estaba todavía a falta de dar otro pasó más al frente para considerarse una prospect interesante y con capacidad de hacer carrera como profesional en Estados Unidos.
Los resultados colectivos no han sido los mejores, pero la última temporada de Jocelyn en las Cavaliers ha sido muy buena. Sus números han subido hasta 19.2 puntos, 7.7 rebotes, 2 asistencias y 1.3 robos, siendo su versión más completa. Por otro lado, mejoró el porcentaje de triples bajando mucho el volumen respecto al curso anterior. Un factor que le puede hacer sumar puntos a la hora del scouting. Y más en este Draft 2020 que por culpa de la pendemia se tendrá que hacer con una forma distinta de estudiar a las jugadoras. Es quizá la generación para la que más hayan importado las estadísticas.
En mayo de 2019, aún no aparecía en los mocks draft y ahora se ha conseguido colar incluso como posible elección del final de la primera ronda. Fue su evolución durante esta temporada lo que la hizo subir puestos hasta considerar una posible selección al principio de la segunda ronda. Un inconveniente que tiene es que en su zona de la tabla del draft se pronostica que haya muchas en su posición. Algo que le puede jugar una mala pasada haciendo que no termine por salir entre las mejores de su generación. Aunque después de no haber sido una de las jugadoras que saliera en el radar al comenzar la temporada, conseguir estar en la conversación para ser drafteada tan arriba es un mérito increíble.
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