Fred VanVleet, de ser un don nadie a ser la clave de los Raptors
Los Toronto Raptors están viviendo algo histórico; nada más y nada menos que sus primeras finales de la NBA en su corta estancia por la liga. La fría ciudad de Canada está copada de fiesta y felicidad, pues a pesar de ser su primera vez, es algo que por fin se les dio. Un proyecto que viene hace ya varios años, que en este verano decidió hacer un cambio muy importante, cambiar a su estrella absoluta (para muchos el mejor “Raptor” de la historia) Demar Derozan, a cambio de un Kawhi Leonard lesionado y con muchas dudas a su alrededor.
Poco ha tardado Kawhi para demostrarnos lo bueno que es, y que sigue siendo un top 3 o un top 5 de la liga, llevando en su primer campaña a las finales al equipo del “Norte”. Para muchos ya se ha convertido en el jugador más importante de su equipo, pues ha conseguido lo que jugadores como Vince Carter, Chris Bosh o Demar Derozan no han logrado en múltiples años.
Sin embargo, está claro que Kawhi no está solo, a pesar de que de a momentos nos daba sensaciones de que lo estaba, como por ejemplo en la serie contra Philadelphia u Orlando. Todo cambió en la serie contra los Bucks de Milwaukee, cuando el equipo sabía lo que se estaba jugando, y con un 0-2 en contra, pudieron revertir las cosas y ganarles 4 partidos seguidos a los de Giannis Antetokounmpo, algo impensable en esta temporada al menos, ya que nunca había sucedido.
Y ahí es cuando el equipo se convirtió en una familia, más que jugadores, hermanos, más que una afición, una madre que siempre te apoye pase lo que pase, más que un entrenador, un padre que los ha sabido guiar perfectamente.
A pesar de la linda metáfora, sabemos que quiénes determinan el calibre del equipo son los jugadores, y por eso no debemos dejar de destacar el labor de jugadores como Pascal Siakam, Marc Gasol, Norman Powell, Serge Ibaka o Fred VanVleet, que es en quién nos centraremos hoy.
Le llegada de VanVleet al éxito
Como toda historia, todo tiene un principio, y esta no sería menos. Fredderick Edmmon VanVleet nació un 25 de febrero de 1995 en Rockford, Illinois. Su infancia ha sido por suerte, bastante buena, donde nunca le ha sobrado mucho, pero tampoco faltado.
En cuánto a baloncesto, saltáremos directamente a su etapa universitaria, donde jugó cuatro temporadas para los Shockers de la universidad estatal de Wichita. Desde su primera campaña con el equipo universitario, ya demostró un carácter especial, de esos jugadores que dejaban la piel en cada jugada. Con ello, desarrollo una gran defensa llegando a promedio casi 2 robos por partido en todas sus temporadas. El tiro desde la larga distancia y la visión de juego fue algo que fue mejorando año tras año, y sigue haciendo día a día.
Llegado el final de la temporada 2015-16, la cuarta universitaria para Fred, sabía que tenía que dejar la universidad y decidió probar suerte en el draft de la NBA de 2016. 60 selecciones tuvieron los equipos para escogerlo, pero muchos dudaron de su físico y altura, además de ser raza blanca, algo que a veces tira a muchos ojeadores hacia atrás. Por otro lado, tampoco el tiro de tres era su especialidad, algo que los tiraba aún mas atrás. Finalmente, terminó siendo un “undrafted player” pero los Toronto Raptors le iban a dar una oportunidad, una sola, un todo o nada para nuestro base que hoy alegra tanto a los aficionados canadienses. Y así fue como en la Summer League del 2016, se dio a conocer al mundo. Toronto terminó fichandole por toda la temporada.
A día de hoy, ¿que podemos decir de VanVleet? Que es un base que da el 110% en cada jugada, de a momentos se me viene a la mente el “Marcus Smart de Toronto” pero claramente mucho más ofensivo que el escolta de los Celtics. Un jugador con alma de competidor, de ganador mejor dicho, que tiene algo que veo en muy pocos jugadores. La verdad es que desde toda la temporada me viene enamorando, y hoy por hoy en las finales más que más. Un jugador que siempre quiero en mi equipo, pase lo que pase.
Imagen vía: NBA
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