Dios disfrazado de jugador de Portland
Los Trail Blazers después de la derrota ante los New Orleans Pelicans, donde salieron barridos por 4 – 0 con un nivel totalmente deplorable y que había marcado a la estrella, el dorsal cero, de ser un jugador que se viene abajo en los momentos calientes. La mala versión ofrecida de Damian Lillard en la eliminatoria un año atrás le dejó una espina clavada que tuvo que arrastrar durante toda la temporada regular.
En esta ocasión tocó en la primera ronda contra Oklahoma City Thunder, un equipo que venía con una pequeña crisis después del All-Star. Aún sabiendo esto, el enfrentamiento pintaba más que complicado, a priori, dado el calibre de los nombres con los que cuenta la plantilla de la ciudad del trueno tras renovar a Paul George y reforzarse en verano. El cruce no podía pintar más que interesante. La tensión entre los dos bases se notaba en el ambiente de los primeros cuatro partidos en los que Portland se llevó tres victorias y encaminaba la eliminatoria.
El game five se jugaba en la cancha de Dame, siendo el escenario perfecto para darse la redención de Lillard como un jugador de la élite de la NBA. En todo el enfrentamiento se dio un nivel más que bajo de CJ McCollum, dejando en una combate dos contra uno al base contra Westbrook y George, algo que da más grandeza a los acontecimientos. Fue Lillard quien lideró al equipo en todo momento hacía conseguir mantener el partido igualado en todo momento sin dejar que OKC se escape con mucha ventaja. Para ello anotó la friolera de 50 puntos.
Con el partido en 115 – 115 quedaban solamente 7 segundos y Dame tenía la bola en media cancha con uno de los mejores defensores de la liga enfrente. ¿Qué mejor momento puede plantearse para consagrase como un verdadero «clutch-man»?, por mucho que lo pienses, es imposible, no existe.
Lillard con toda la calma y la seguridad del mundo se encontraba con la pelota mirando fijamente hacia delante. Él era consciente de lo que iba a ocurrir, éramos el resto los que estábamos viendo incrédulos al hombre que iba a reventar el universo de la NBA. Con un salto a la derecha y menos de 2 segundos en la posesión, lanzó desde una distancia insultante para encestar y eliminar a los Thunder sin volver a viajar de nuevo en un game six.
I've never seen anything like it. QUADCAM: pic.twitter.com/n0Luq00tRs
— Timothy Burke (@bubbaprog) April 24, 2019
El disparo de Dame desde el logo ha sido una explosión que puede ser un antes y un después en la figura del jugador, el cual se podría considerar que es una de las estrellas más infravaloradas de la liga. En estos Playoffs estamos viendo la redención de alguien que fue crucificado contra Pelicans y tiene mucho que demostrarle al mundo. Esta postemporada puede que por fin veamos a unos Blazers que lleguen lejos y sean un equipo competitivo que pueda soñar, quizá, con coronarse como campeón de la NBA.
#EntraEnLaZona
“Dame Back Time”
[…] después una canasta aún más imposible de la conseguida contra los Rockets, volviendo a anotar un Buzzer Beater por encima de Paul George desde donde nadie salvo él y Stephen Curry son capaces de anotar, el triple ganador para cerrar la […]
07/05/2019