El oasis del desierto en Orlando
Los de Florida han ido atravesando una regular season en la que poca gente les ha tenido en cuenta como un equipo que vaya a disputar los Playoffs aunque la Conferencia Este se encontraba con puestos asequibles. Esa falta de competitividad es lo que ha permitido que los Magic se metan directamente en la pelea por ocupar la octava plaza y dejar atrás esos tiempos de buscar solamente una buena ronda del draft más que buenos resultados sobre la pista.
Tenemos que irnos muchos años al pasado para recordar a los de Orlando disputando la tensión de las series a siete partidos, más concretamente a la temporada 2011. Un curso dónde dejamos de ver una versión consistente de la franquicia y se terminaría esa racha de ser un fijo en la postemporada edición tras edición. Incluso en 2009/10 debemos recordar que hicieron el segundo mejor récord de toda la NBA detrás de los Cavs.
Después de haber sido un equipo contendiente al anillo, les tocaría atravesar una etapa de reconstrucción en la que no habían olvidado que estando en lo alto de la clasificación se ve todo más bonito. El precedente de estar metidos en la élite del baloncesto nunca ha dejado de retumbar en las paredes del Amway Center y les servía de motivación para no rendirse e intentar verse otra vez en esa situación.
Las ganas de no verse en periodo de tanking para volver a estar bien acomodado en la tabla se ha notado a la hora de no tener una temporada de dejarse perder partidos en busca del pick 1º, como hacen en Phoenix por ejemplo. Un hecho que da mucho valor a la cultura que tienen implantada los Magic que no les permitió encerrarse en un bucle de dinámica perdedora que les impidiera avanzar como proyecto. Solamente ha sido un tiempo de transición hasta volver a consagrarse como un rival duro de pelar en Playoffs.
El fondo del pozo
Durante el 2017/18 fue cuando los de Orlando se vieron en su peor instante como franquicia en lo que va de siglo XXI prácticamente. Junto a los Hawks y Bulls ocuparon la zona baja de la Conferencia Este con una diferencia de casi 20 victorias con el cierre de los clasificados a postemporada. El récord que registraron fue de 25 victorias y 57 derrotas, una decepción que empeoraba el año anterior y encendía las alarmas en la ciudad.
Con el paso de las season se conseguían acumular menos partidos ganados, y por un momento tocaba poner la mente en el draft para ir a por un pick lo más elevado posible. Para lo que no se dejaron perder, simplemente se les quedó grande la liga en función de la plantilla que habían conseguido armar en verano.
Una elección alta y se apreciaba con ella una luz en el horizonte de los Magic para poder mejorar su proyección de cara al futuro. Un nombre apareció en el boca a boca de los aficionados y la ilusión llenaba el pabellón, aunque fuera al menos durante los primeros meses del curso 2018/19 hasta que se dieran cuenta que su rookie no iba a tener importancia. Mo Bamba no había encajado y otro jugador en su posición le había nublado las posibilidades de tener un rol titular.
Una temporada de la que solamente se podía sacar en positivo la ronda del draft y podríamos decir que hasta el momento se ha desperdiciado pudiendo haber sacado un jugador de impacto directo. Todo eran malas noticias y malas gestiones para Orlando, lo que no esperaban ni ellos mismos es haber conseguido sacar todo adelante para colarse en la lucha por los Playoffs.
La explosión de Vucevic
Mala suerte para Bamba, pero muy buena para la franquicia que había generado un jugador All-Star de la nada para que les lidere hasta ser uno de los ocho mejores equipos del Este. El prime de Nikola Vucevic es la clave de que no se haya vuelto a ver un tanking involuntario debido a la falta de activos como se vio hace 365 días de que ello llegara.
https://www.youtube.com/watch?v=4V30szM9YuY
Los números del señor nacido en Morges para ser llamado a la noche de las estrellas son bastante abultados con 20’8 puntos, siendo este su máximo de carrera realizado con unos porcentajes bastante consistentes incluso del triple para ser interior. En tiros de campo ha terminado con un 51’8% mientras que en tiros de tres ha subido también a su máximo de carrera. un 36’4%. Una evolución ofensiva para enmarcar.
En otras facetas como rebotes y asistencias también viene marcando las mayores medias de su carrera con 12 rebotes capturados y casi 4 pases de canasta repartidos a los compañeros. Una temporada más que completa que no fue diferente en defensa al pertenecer al “club de los 1 y 1” habiendo robado una pelota y puesto un tapón por encuentro. Un interior que tiene gran impacto en ambas pinturas, tanto en ataque como en defensa ha sido la piedra angular de Orlando.
La reivindicación de Vecevic ha sido la clave de que hayamos visto como los Magic se pudieran considerar junto a los Nets el equipo revelación de la temporada. Su futuro se encuentra en el aire y no sabemos si renovará, pero ya nadie les quita haber vivido en Orlando un curso baloncestístico tan bonito.
Imagen de portada vía Eurohoops
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