La joya que falta en la corona de Steph
En la Universidad del Davidson College poca gente se imaginaba la carrera que aquel base tirador iba a tener por delante desde su llegada a la NBA. Desde su primer año en 2009 ya fue enorme el impacto que tuvo y empezó a abrir camino hacia que una franquicia empezara a despegar un vuelo hasta el infinito y más allá. Con una figura para reconstruir solo fueron necesarias que llegaran otras piezas en el draft para crearse una plantilla que se escribiría en los libros de historia.
Desde la nada ha salido una estructura que se ha elevado hasta el Olimpo del baloncesto que todos conocemos hasta el momento, siendo el ejemplo claro de como reconstruir una franquicia y apostar por el draft. No debemos olvidar que antes de la llegada de Stephen Curry el récord del equipo fue de 29 victorias y 53 derrotas con una gran franja que les separaba de los Playoffs por más de 15 partidos ganados de diferencia. Una situación que no se solucionó directamente con un rookie, incluso bajaron hasta 26 victorias, pero con la diferencia de tener planes de futuro.
Ya en el 2012 fue cuando San Francisco se puso en el mapa y asustaba a los otros rivales más consolidados con un juego totalmente diferente al que se conocía en la década anterior. La nueva tendencia de los Warriors estaba empezando a surtir efecto hasta registrar un 47 – 35 y colarse en una postemporada donde se verían las caras contra Denver Nuggets en primera ronda. Un cruce que superaron en seis partidos para avanzar de ronda y llegar ante unos San Antonio Spurs que en la misma cantidad de partidos fueron superiores a ellos. Pero este tropiezo no iba a cortar las alas de la franquicia, todo lo contrario, les haría de trampolín después de otra temporada de transición.
En el curso 2014/15 fue el momento de la consagración del proyecto con paseo absoluto por la regular season hasta consagrarse como el mejor récord de la liga y siendo el rival a batir en los Playoffs. El problema que llegó para los otros 29 integrantes de la competición, es que con el paso de los años esa etiqueta de dominador y objetivo del resto no ha ido a menos, todo lo contrario proclamándose con tres campeonatos en cuatro años. Además de haber hecho la mejor marca histórica de victorias en una temporada con el 73 – 9 que mejoraba a los Bulls de Jordan.
La leyenda que se montaría sobre Steph es totalmente distinta de las predicciones que se esperaban en sus inicios carrera, dado que se convirtió en la piedra angular del una de las dinastías del siglo junto a los Spurs de Popovich. Un rol que se ve reflejado en los dos MVP’s de la temporada, siendo uno de ellos el único votado de manera unánime hasta el momento. Una trayectoria de fantasía es la que ha podido disputar hasta la actualidad el señor Curry, con un palmares que se encuentra a la altura de prácticamente muy pocos y con haber sido una de las grandes referencias que hicieron cambiar la manera de entender el baloncesto. Obligar a los mejores planteles del mundo a adaptarse a su estilo de juego para poder plantar cara es un hito que no se ve todos los días.
La dinastía de Golden State trasciende fuera de los títulos, y a pesar de que su imagen se haya visto «manchada», o afectada, por la llegada de Kevin Durant es innegable su grandeza. Mucho menos la de Curry, al que se le han escapado de las manos en dos ocasiones el premio de jugador más valioso de la final, siendo la pieza que le falta para terminar su puzzle a nivel de distinciones tanto individuales como colectivas.
En 2018/19, se le presenta de nuevo la oportunidad de ir a por su ansiada presa para adornar el que sería su cuarto anillo en la vitrina con el MVP de las finales que le saque la espina clavada de no haberlo logrado antes. El mejor triplista de la historia, con más de 386 canastas desde el perímetro en 91 partidos de Playoffs ha superado a Ray Allen como el máximo anotador de tres en postemporada.
¿Qué pasaría en el caso de que no lo obtuviera? Pues absolutamente nada. Lo que ha logrado Stephen ha sido para enmarcar y dejar archivado con los grandes nombres históricos aun habiendo sido tan cuestionada su franquicia por los aficionados. Nos encontramos ante una plantilla que ahora mismo parece cansina al verla ganar tanto pero que con los años veremos como una etapa más que significativa para que el baloncesto se fuera transformando hasta lo que vemos hoy en día.
