El nuevo, el viejo y Popovich
Los de Colorado, han tenido una regular season que se quedará archivada en sus libros de historia después de ver como se habían quedado a las puertas de la gloria en los años anteriores. Ocurriendo esto prácticamente en el último partido. Una mala experiencia que les hizo replantearse la forma de enfocar este curso 2018/19 desde el principio con mentalidad ganadora y sabiendo que no se iban a quedar sin alcanzar su objetivo otra vez.
Un cambio de chip que se ha visto reflejado en las ganas de sumar victorias con las que han empezado los chicos de Michael Malone desde el día uno. Una dinámica que les elevó de competir por la octava plaza a encontrarse en una batalla de tú a tú contra los Golden State por encabezar la clasificación. Una gran sorpresa para muchos, y más para los que solamente miran los box-score sin apreciar la solvencia con la doblegaban a los rivales sobre el parqué.
Finalmente, los de Denver terminaron en segunda posición del «Salvaje Oeste» por detrás del conjunto de La Bahía, lo que a priori les iba a regalar un emparejamiento sencillo en la primera ronda de la postemporada. Las dudas llegan al considerarse a los Nuggets como un equipo nuevo y sin experiencia a la hora de afrontar series de siete partidos contra uno de los mejores equipos, aunque sea de los puestos que cierren la entrada a Playoffs.
¿El peor rival posible?
Unas vez conocidos los brackets, ya tenemos todos los enfrentamientos que habrá en la primera fase de los Playoffs, habiendo uno que ha pasado desapercibido. El cruce entre el segundo y séptimo de la tabla en el Oeste se plantea con muchas curiosidades, además de un duelo de pizarras que puede regalar un enorme espectáculo para los aficionados del buen baloncesto. Ambas franquicias han vivido de su entrenador y no va a ser menos en los partidos más determinante del curso.
El rival de Denver es un viejo conocido en la postemporada, al cual lo raro sería verle irse de vacaciones antes de tiempo. Unos Playoffs sin los Spurs a día de hoy ya no serían lo mismo, se han convertido en todo un fijo que sean cuales sean las adversidades ya tienen la competitividad en el ADN. La cultura que se ha implantado a lo largo de su dinastía es de unas dimensiones que atraviesan las barreras del simple deporte, entrando en algo legendario.
En pleno 2019 no se puede negar la grandeza de San Antonio y su peso en el baloncesto del siglo XXI con todo un titiritero llevando los hilos, siendo quien haga posible la racha de apariciones en Playoffs que hemos vivido. El entrenador de SAS ha escrito sus propias reglas durante toda su estancia en la NBA y siempre le han funcionado a la hora de mirar los resultados.
Cuando hablamos de Gregg Popovich lo hacemos de la última persona a la que te gustaría tener de enemigo en una serie a siete partidos. Mucho más en el caso de ser una plantilla inexperta que puede no estar preparada ante los ases bajo la manga del mítico coach. En manos de Malone queda demostrar que teniendo mejores cartas puede afrontar un duelo táctico de tanto nivel con el dueño de la baraja sentado enfrente.
Imagen de portada vía Pounding The Rock
#EntraEnLaZona