Elena Delle Donne y sus más de ’64 motivos’ para no jugar

Todos sabemos que Michael Jordan es el mejor jugador de baloncesto de la historia. Parecía un dios que estaba en otra dimensión, pero no. Era un espejismo que reflejaba con un balón de baloncesto en las manos. Como todos sabemos en un ser humano como el resto.

Diana Taurasi, aunque tenga esa aura de divinidad en la cancha y su cara de enfado permanente la haga poder parecer de una especie superior dentro de las cuatro líneas del parqué, no lo es. Una vez acaba del partido en una persona al igual que todos.

En el caso de Elena Delle Donne, aunque sea una de las mejores jugadoras de la historia del baloncesto, es una persona que ha tenido que convivir con una gran cantidad de adversidades para poder desarrollar una carrera tan exitosa en el deporte que ama. No ha tenido el viento y marea a favor precisamente. Y parece que los médicos de la liga se han olvidado muy rápido de eso.

En una publicación en The Players Tribune, EDD ha compartido que tiene que vivir prácticamente con un infierno médico a diario para poder estar al nivel físico que requiere ser la MVP de 2015 y 2019 en la WNBA. Un total de 64 pastillas para evitar tener problemas con la enfermedad de Lyme con la que lleva muchísimos años luchando. Toma 25 antes del desayuno, otras 20 al terminar de desayunar, otras 10 antes de la cena y otras 9 antes de dormirse. Suena a mucho, ¿verdad? Pues una imagen dice más que las palabras:

Imagen de Elena Delle Donne vía The Players Tribune

 

Esta publicación ha venido a raíz de que los médicos de la liga hayan contradecido lo que su médico personal le ha dicho. Es decir, se está poniendo por encima la opinión de un grupo de médicos que es muy poco probable que tengan experiencia con una enfermedad tan compleja en medio de una pandemia por encima de lo que dice el encargado de haber tratado a Elena durante todo estos años. Que no han sido pocos precisamente.

Esto ha hecho que Delle Donne se encuentre en una situación muy compleja, dado que tiene una presión en sus hombros muy grande cuando otras jugadoras ya se han ido quedando al margen con el paso de las semanas.

¿Existirá algún interés detrás en Washington o la propia WNBA para que su estrella juegue a toda costa? Es algo que a nadie le gustaría pensar, pero que es imposible que no se te pase por la cabeza viendo los hechos que se han puesto sobre la mesa. «Ahora me quedan dos opciones: puedo arriesgar mi vida … o perder mi sueldo. ¿Honestamente? Eso duele«, publicó Elena y con todos los motivos del mundo. La han puesto entre la espada y la pared, y ha querido que todos entendieran verdaderamente su encrucijada.

Sin ser un experto en medicina, sabiendo por todo lo que ha pasado EDD para poder darle tanto a la WNBA, no tendría dudas en que si ella no tiene claro el jugar no debería hacerlo. Es la actual MVP y uno de los mayores atractivos de la liga, pero también una persona que viene de operarse la espalda y de estar más de una década luchando contra la enfermedad de Lyme.

La WNBA es una liga que se ha mostrado muy abierta con la comunidad y las protestas sociales, pero parece que no se encuentra enfocada en lo mejor para sus jugadoras… Veamos unos comentarios recientes de la liga.

 

El primero es totalmente aislado a esto, pero que se puede vincular:

«Creo que somos una liga que sale en la comunidad y habla sobre la reforma de la justicia social, habla y publica durante el Mes del Orgullo y la Semana Verde. Al final del día, tenemos que respaldarlo con acciones«, dijo Candace Parker para ESPN.

 

El segundo es totalmente a raíz de defender la postura de Delle Donne:

Es una mie**a. La WNBA juega o arriesga vidas … ¿qué defendemos? Porque aparentemente no son las jugadoras“, puso Natasha Cloud por su cuenta de Twitter.

 

Desde mi punto de vista poner la seguridad y la vida de una persona en juego, como puede ser el caso de Elena, es algo que nunca de debe hacer y menos cuando es alguien que ha dejado su alma por darlo todo en la liga. Veamos lo que dijo ella misma sobre esto en The Players Tribube:

«Lo que escucho en su decisión es que soy una tonta por creerle a mi médico. Que estoy fingiendo una discapacidad. Que estoy tratando de dejar el trabajo y aún cobrar un sueldo. Sí … me atraparon. Es por eso que jugué en la final el año pasado con TRES DISCOS HERNIADOS EN MI ESPALDA. Por eso que hago ejercicio durante los siete meses del año cuando no estamos en temporada, cuando nadie me está mirando, cuando no estoy cobrando mi salario de jugadora. Es por eso que he metido mi cuerpo de 6’5 «en tantos vuelos en clase turista que casi olvido lo que es tener piernas y pies que no están peligrosamente hinchados. Es por eso que tomo 64 pastillas al día. Porque soy el tipo de jugadora que inventa una condición para evitar jugar baloncesto. Me descubrieron«.

 

Es muy triste la situación en la que se encuentra Elena, y es algo que realmente no le deseo a nadie tener que pasar. Ella ha dejado claro, con palabras y sobre todo con actos, que ama el baloncesto. En condiciones normales sería la primera que hubiera estado entrenando con sus compañeras para preparar la temporada, pero esta no es una temporada normal.

Por ahora nos tenemos que quedar con que Delle Donne haya dicho que no tiene todavía claro lo que va a hacer. Quedan menos de dos semanas para que empiece la competición, pero lo que muchos esperaban leer en The Players Tribune se quedó en un: «No estoy escribiendo esta carta para anunciar mis planes. Todavía estoy pensando con mucho cuidado y sopesando mis opciones«.

 

 

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