En las Angeles Sparks estaban buscando en la agencia libre los mejores refuerzos posibles. Tanto a nivel de talento como a nivel de conocimiento del baloncesto. Aunque ya hayan contando estas temporadas con Chelsea Gray, una nueva base estaba en la agenda. ¿Y qué mejor que una que ya conozca la franquicia?
Es por ello que la mejor opción que tenían en el mercado era Kristi Toliver. Una jugadora que no solo sabe lo que es jugar en la ciudad, sino que también sabe lo que es ser All-Star o salir campeona con esa camiseta, habiendo formado parte de la plantilla del 2016.
Además, desde su salida ha sido una jugadora muy importante en la liga, acumulando más apariciones en la noche de las estrellas. En las Washington Mystics fue protagonista acompañando a Elena Delle Donne en el anillo de 2019. Por otro lado, también tiene un amplio curriculum fuera de la WNBA en donde tiene títulos como las Euroligas de 2016 y 2018.
She's back!
2x WNBA Champion @KristiToliver returns to the @LA_Sparks (2010-2016) after spending the past three seasons with the Mystics 🏀 pic.twitter.com/4BlF3ndY04
— WNBA (@WNBA) February 10, 2020
Ahora no solamente es jugadora. Se encuentra compaginando su carrera con ser entrenadora asistente de los Washington Wizards de la NBA. Un trabajo que empezó en 2018 cuando se asentó en la capital del país. Un escenario que se hace bastante llamativo. Y más cuando tiene que visitar la cancha de la ciudad angelina como visitante y en una liga diferente. La propia Toliver dijo en una entrevista del NY Times: «Estar de vuelta en ese edificio sentado en el banco con un traje, en lugar de un uniforme, fue algo que realmente me impactó«.
Hay otras jugadoras como Sue Bird, en los Denver Nuggets, que también se encuentran empezando a pensar en su retiro y seguir vinculadas al baloncesto. Por no recordar a Becky Hammon, la mujer con más papeletas para ser la primera entrenadora jefe de la historia de la NBA.
Por ahora, Kristi Toliver está empezando sus andas en los banquillos, pero no ha dejado de recibir elogios de los jugadores y el propio Scott Brooks. Algo que seguramente habrá sido sencillo por la predisposición que tiene la base y coach asistente. Ella misma ha dicho: «Estoy extremadamente agradecida por la posición en la que he estado como jugadora y como entrenadora y ciertamente compartiré todo lo que pueda y ayudaré a quien pueda con el cuerpo técnico y con mis compañeras de equipo«.
A sus 33 años ya no piensa en volver a Europa cuando se la off season de la WNBA, por lo que empezar a acumular experiencia en los banquillos es un gran punto a favor para después tener medio camino hecho cuando cuelgue las zapatillas también en los Estados Unidos.
Además de que también puede aprender mucho sobre como ver el baloncesto, y con ello luego poder reflejarlo en la pista cuando se vista de corto con las Sparks. Por lo que para las de los Angeles ha sido un gran fichaje, que no necesita tiempo de adaptación por haber pasado 7 temporadas en la franquicia. En su momento llegó de las Chicago Sky por una selección de segunda ronda del 2011 y fue base suplente. Con el paso del tiempo se fue haciendo más importante y ahora en su segunda etapa llega como un refuerzo de lujo. Tanto para la plantilla como para el cuerpo técnico. En este segundo donde puede dar un gran aporte con lo aprendido en la NBA.
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