- El Valencia Basket reflexiona profundamente sobre su trayectoria en competiciones europeas próximas.
- El rol de Unicaja en la futura NBA Europa y sus implicaciones.
- Espectativas y rumores de transferencias en la Euroliga.
- Fotografía principal: Vicente Vidal / Icon Sport – Edición propia
En un momento crucial para su proyección en competiciones europeas, el Valencia Basket evalúa sus opciones estratégicas. A medida que se acerca el fin de la temporada, el debate sobre seguir en la Euroliga o optar por la Basketball Champions League cobra fuerza.
LA PROPUESTA DE LA EUROLIGA NO CONVENCE PLENAMENTE AL VALENCIA BASKET
La decisión, aunque no urgente, es de alta prioridad. Con la inauguración del Roig Arena prevista para la temporada 2025-26, que promete ser uno de los estadios más avanzados de Europa, la elección del torneo europeo futuro es crucial para marcar el comienzo de un nuevo capítulo en el baloncesto valenciano. Pero, por el momento, la oferta de la Euroliga no satisface.
La Euroliga ha propuesto al Valencia Basket un contrato de tres años por seis millones de euros, similar al ofrecido a otros clubes sin licencia permanente. Sin embargo, este acuerdo no incluye participación en el market pool —lo que significa no tener ingresos por derechos de televisión ni patrocinios—, un aspecto que no parece cambiar y que ha levantado dudas.
Existe también incertidumbre sobre el futuro de la Euroliga después del 2026-27, justo cuando se espera el lanzamiento de una nueva competición europea bajo el auspicio de la NBA y la FIBA. Este escenario agrega más dudas a una Euroliga que atraviesa su periodo más turbulento en años, con equipos como el Real Madrid y el Barça sin renovar su licencia de propietarios y otros como el ALBA Berlín ya decantándose por la BCL.
UNA ALTERNATIVA VIABLE PARA EL VALENCIA BASKET: CONTACTOS CON LA BCL
Simultáneamente, la Basketball Champions League emerge como una alternativa viable, abierta y con una visión de largo plazo. Organizada por la FIBA, con un sistema que premia el mérito deportivo y sin las barreras económicas de las licencias, la BCL representa un camino más flexible y con alcance internacional. Además, estar asociado con la FIBA puede ser ventajoso para el futuro proyecto de la NBA Europa que comenzaría en 2027.
El Valencia Basket está al tanto de estos cambios en el panorama continental y mantiene contacto con la BCL, que otorga plazas a los cuatro mejores equipos de la ACB que no participan en la Euroliga, y el equipo dirigido por Pedro Martínez tiene buenas posibilidades de alcanzar este objetivo en los próximos partidos.
El club taronja evalúa todos los factores: deportivos, económicos, institucionales y de estabilidad. La próxima apertura del Roig Arena, la falta de certezas actuales -y más allá de la duración del contrato de tres años- en la Euroliga y la creciente armonía con los planteamientos de la FIBA motivan al club a tomar una decisión con miras al futuro.
A corto plazo, no se descarta ninguna opción, aunque la EuroCup parece ya no estar en consideración. Por otro lado, la BCL ha pasado de ser una posibilidad lejana a una candidata seria, desafiando realmente la hegemonía de la Euroliga. La intención es tomar la decisión antes del final de la Liga Endesa para poder planificar la siguiente temporada con suficiente tiempo y claridad. Se trata de mucho más que seleccionar una competición: está en juego la estructura del club y su posición en el baloncesto europeo del futuro.

