Sin ser una de las jugadoras más conocidas de la Liga Femenina Endesa, la trayectoria de Lara González habla por ella. Una década en la élite nacional y siempre dejándose la piel en la pista cada minuto que ha disputado. Un ejemplo de trabajo, constancia y evolución como persona y como jugadora.
Desde que logró el ascenso, con el actual IDK Euskotren, en la temporada 2012/13 que se ha convertido en una fija año tras año en la liga. En concreto en el club vasco donde pasó la gran parte de su carrera siendo el estandarte de la plantilla entrenada por Azu Muguruza.
Después de 203 partidos oficiales y ser la capitana del IDK, cambió de aires y está cumpliendo la década en la élite como jugadora del Casademont Zaragoza. Un verano que fue a jugar a Argentina fue lo que le hizo querer probar más cosas fuera del equipo en el que llevaba una buena parte de su vida. ❝ Fue una decisión muy compleja; hay que dejarlo todo, pareja, familia, amigos… Pero bueno, creo que en ese momento pensé en mí más que en los demás, quería vivir como una profesional de esto, y me sumergí en la aventura. Dicen que el que no arriesga no gana, y era cierto ❞, dijo Lara en una entrevista con el medio hitza.eus hace unas semanas.
Por lo que la base nacida en noviembre de 1994 llegó al equipo maño buscando seguir creciendo y dándole forma a su carrera. Haciendo que su identidad en la liga sea mucho más reconocible en todo el país y no solo en su ciudad. El apodo de «Garra González» tenía que llegar a toda la gente que fuera posible. Quería sentir la evolución de la profesionalidad del baloncesto femenino y necesitaba un salto así para conseguirlo.
❝ Fue un sentimiento agridulce: por un lado, estaba muy emocionada, pero por otro lado, también tenía miedo de dejar todo atrás. Después de todo, soy una persona muy familiar y me inquietaba encontrarme sola, lejos de casa. Fue difícil, por supuesto, pero la verdad es que no me arrepiento de la decisión que tomé y lo haría de nuevo si tuviera la misma oportunidad ❞, comentaba Lara en la entrevista citada anteriormente.
Y es que aunque no sea fácil en algunos momentos, cuando lo dejas absolutamente todo por tu pasión es cuando realmente te quedas en paz contigo misma.
Alguien como Lara, que disfruta y hace disfrutar al resto con la pasión que transmite, hace que solamente puedas alegrarte por ella y lo bueno que le pase. De hecho, una jugadora a la que en cada segundo que tiene en la pista le da tiempo a derramar hasta la última gota de sudor sacrificándose por su equipo se merece todo lo bueno que le pase.
❝ Los mejores momentos son todos los días. El baloncesto es mi vida ahora. Nada más me ha dado nunca la alegría que me da este deporte. Cada día, para mí, es un regalo. Poder vivir y ganar dinero haciendo lo que amo es una suerte increíble ❞. – Lara González, en Hitza.
Ahora entremos un poco más en lo deportivo y lo que le da a Zaragoza. Hay días donde su papel en el Casademont se limita a jugar alrededor de un solo cuarto, pero en ese tiempo le sobra para tener un impacto más que positivo en sus compañeras.
Un ejemplo claro es la primera victoria de la historia del club en la EuroCup Women, donde en 10 minutos hizo 10 de valoración y +11 en pista. Unos números que pueden sonar a poco, pero que viendo el partido y lo complicado que fue tienen muchísimo valor.
Lara le da un plus de intensidad y de equilibrio defensivo a sus equipos, desde que estaba en LF2 con por aquel entonces Gipuzkoa UPV hasta el día de hoy simbolizando mejor que nadie la rasmia del Zaragoza.
Imágenes vía: Lara González en Instagram
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