En las últimas temporadas se ha hecho común remarcar lo espectacular que es tener a jugadoras como Sue Bird o Diana Taurasi rindiendo al máximo nivel a pesar de su edad.
Una gran olvidada cuando se suele hablar de esto es Leilani Mitchell, quien a sus 35 años sigue siendo una base titular de la WNBA y una auténtica estrella para el baloncesto nacional australiano. Y este 2020 se ha encargado de recordarle al mundo lo buena que es.
Con las Washington Mystics dio un gran papel, consiguiendo que el equipo llegue a los playoffs y dando mucha guerra a pesar de tener muchísimas bajas en la plantilla. Se adaptó perfectamente a las necesidades del equipo e hizo su mejor temporada en asistencias jugando en los Estados Unidos.
Luego en la WNBL terminó de consagrar el 2020 como un buen año ganando su tercer campeonato, siendo todos con equipos diferentes y teniendo a Lei como parte fundamental del buen funcionamiento que han tenido sus distintas compañeras.
En las Southside Flyers esta temporada contaba con un gran equipo formado por Liz Cambage, Jenna O’Hea, Rebecca Cole o Sara Blicavs, pero Mitchell fue la encargada de dar sentido al juego.
Durante la temporada regular se consolidaron en la primera plaza llegando como claras favoritas a la fase final donde competerían contra Townsville Fire en la semifinal principal y luego en el partido que disputó el campeonato.
En los 15 partidos que Leilani disputó hizo unos números de 11.2 puntos con un 48.3% en tiros de campo, 48.6% en los triples y 95.2% desde la línea de personal. Una carta de lanzamiento prácticamente perfecta. También lideró la liga en asistencias con 6.7 por encuentro.
En la Gran Final, la base, hizo 31 puntos quedándose cerca de batir el récord de anotación en el último partido de la temporada en la liga australiana y ganando el campeonato.
«No me di cuenta de lo cerca que estaba del récord hasta que me cambiaron al final. Nuestra entrenadora asistente me dijo que creía que me faltaba un punto» dijo Mitchell riéndose tras haber sido nombrada la Final MVP de la WNBL. A lo que añadió que lo importante no era eso sino ganar el título.
Cambage tuvo problemas de faltas durante la Gran Final, teniendo que ser Lei quien diera un paso al frente liderando al equipo en la ofensiva y no solamente en la organización. Algo que hizo que este trofeo fuera todavía más especial para ella en lo individual a estas alturas de su larga carrera.
Su pareja y su hijo han estado con Mitchell en North Queensland desde principios de diciembre después de pasar gran parte de 2020 lejos debido a la profesión de la estrella de las Opals. Lo que suma más motivos para la felicidad de la jugadora de las Flyers.
«Los campeonatos que he ganado son todos especiales a su manera, pero siendo el año que ha sido y ni siquiera saber si una temporada seguiría adelante, y el calendario que teníamos jugando cada dos días, este se encuentra en la cima. Poder ganar el campeonato en un 2020 loco es increíble» dijo Leilani.
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