Desde que terminó la temporada de la WNBA algunas franquicias han ido ampliando los contratos de jugadoras jóvenes mientras juegan en el extranjero. Todas las que han aparecido en la lista de transacciones de la WNBA en las últimas semanas todavía están con el Entry Level que se firma al llegar a la liga.
La primera en tener una extensión fue Arike Ogunbowale, como no podría ser diferente siendo una sophomore que lideró la liga en anotación y fue All-WNBA First Team. El futuro de las Dallas Wings pasa por las manos de la guard que no se quedó lejos de meterlas en playoffs siendo el equipo más joven de la liga.
Luego le tocó el turno a las Minnesota Lynx que ejercieron su opción de equipo sobre Napheesa Collier, quien es probablemente la pieza más valiosa de su plantilla tras casi no poder contar con Sylvia Fowles en esta temporada 2020 por lesión. Además también hicieron lo propio con Jessica Shepard.
En Atlanta Dream ampliaron el contrato de Maite Cazorla, quien no estuvo con el equipo en la burbuja pero puede ser una jugadora de futuro en la franquicia. «Es una defensora y jugadora de equipo muy subestimada. Estábamos felices de tenerla tan tarde en el draft» nos dijo el entrenador asistente Darius Taylor sobre ella en una entrevista que nos concedió a El Perímetro. También ejercieron la opción de Kalani Brown.
En Las Vegas Aces ampliaron la estancia de Jackie Young en la franquicia. Una primera elección del draft que tiene todavía mucho por demostrar para que su equipo pueda justificar haberla elegido a ella en una generación con varias jugadoras que tenían potencial de estrella.
Por último Teaira McCowan y Kennedy Burke también seguirán en su equipo, ya que hace pocos días las Indiana Fever han hecho sus ampliaciones de contrato.
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