Si miramos toda la historia del baloncesto hay infinidad de jugadoras talentosas y que han marcado una época siendo las principales superestrellas de su tiempo. Por suerte no nos han faltado leyendas durante las últimas décadas, pero no todas han conseguido dejar un legado tan grande como otras.
Al hablar de dejar huella y convertirse en un verdadero icono que trascienda del deporte se quedan muchas fuera de la lista. Solo está a la altura de muy pocas y una de ellas obviamente es Sue Bird.
Esta última temporada vivimos la despedida de la principal cara de la historia de Seattle Storm, y una de las principales del baloncesto en general, pero da la sensación de que siempre seguirá presente en la liga estadounidense aunque no juegue.
Ya sea por su legado, por sus récords, por todo lo que ha hecho para que el deporte femenino crezca y por mil motivos, Sue va a estar en el subconsciente colectivo de la pelota naranja.
Sue ya no estará sobre la cancha, pero las canchas siempre tendrán un poco de Sue. Esto gracias a todo lo que ha hecho durante estas últimas décadas. Gracias a todas las jugadoras que la han tenido como referente y espejo en el que mirarse. Muchas de las estrellas actuales cuando eran niñas veían a Bird como un ejemplo a seguir y por ella se engancharon a este deporte.
Y no solo jugadoras, sino una infinidad de fans de todo el mundo. Desde Singapur hasta Alaska o Dinamarca hubo personas que no dudaron un segundo en ir a Seattle para poder ver en directo a su ídola antes de que cuelgue las botas.
“No sabía que tenía fans en Tailandia, no sabía que tenía fans en México, no sabía que tenía fans literalmente en todo el mundo. Que la gente se tome el tiempo de volar a Seattle o a cualquier otro lugar donde hayamos jugado fuera este año, realmente para tener su último momento, su última oportunidad de verme jugar, porque probablemente solo me han visto jugar en la pantalla de una computadora, la transmisión de un juego o algo así, es una locura” decía Sue al ver pancartas de gente que viajaba miles de kilómetros solo por ella.
Y es que por ver a Bird se ha visto en las gradas a gente de Inglaterra, Francia, Finlandia, Brasil… Personas que, en algunos casos, han ahorrado mucho tiempo para poder hacer ese viaje. Fans que llevaban 20 años siguiendo la carrera de Sue y no querían perderse el último capítulo. Incluso familias que querían que sus hijas pudieran verla jugar en directo.
Sue es mucho más que una jugadora de baloncesto. Es un antes y después en este deporte. Es la figura que ha hecho que miles de personas pongan sus ojos en el baloncesto femenino. Si eres joven, es probable que Bird sea la referente de tu referente.
Desde siempre y para siempre, será uno de los mejores ejemplos a seguir que se podrán encontrar en cualquier disciplina deportiva. Su actitud, competitividad, amabilidad y cientos de calificativos positivos han hecho que trascienda y sea mucho más que una superestrella o una leyenda.
Un momento que la define muy bien es el de la foto de abajo. “Eso fue lo más dulce. Ella era tan linda. Comprendí que ella quería como mostrarme la flor y decirme que era para mí. Y luego dije: Oh, ¿quieres que tome esto?… Y luego dije: Oh, ¿puedes sostener esto solo por un segundo hasta que termine?”, fueron sus palabras. Y es algo que define a la perfección lo que genera Sue en las personas, aunque sea una niña que no es consciente del todo de la grandeza de la figura que tiene delante.
No voy a hablar de su palmarés, de sus marcas estadísticas o de todo lo que ha hecho en su carrera, porque es algo que todos deberíamos conocer y que es minúsculo en comparación con lo que representa Sue.
Su lucha por la igualdad, en todos los sentidos de la vida, o por hacer que la WNBA sea un lugar mejor para todas las que han ido llegando detrás. Su forma de inspirar a las nuevas generaciones y de hacer que el deporte que ama siga creciendo y evolucionando cada año. Todo lo que ha hecho por el resto, ya sea de forma directa o indirecta, a conciencia o por su naturaleza de líder.
Bird junto a, su mejor amiga, Diana Taurasi ha logrado poner el baloncesto femenino en el mundo mainstream. Y lo lograron de una forma muy especial.
“Ojalá Diana y yo pudiéramos jugar de una manera que inspirara a las personas a ser ellas mismas. Creo que solo somos una prueba de que si realmente inviertes en ti misma de esta manera, crees en ti misma de esta manera, puedes lograrlo… Con suerte, parte de nuestro legado es simplemente ser nosotras mismas” explicaba Sue sobre lo que han querido transmitir al resto durante muchos años.
Por todo eso y mucho más, gracias Sue.
Imágenes vía: Getty Images, The Athletic
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